Dacia Sandero 2028: resistencia con motores de combustión de récord

Dacia tiene muy presente el año 2035 como fecha límite para dejar de vender coches de combustión en Europa. Y no porque la marca quiera, sino por imperativo legal. Por ello considera que las próximas generaciones del Sandero aún pueden equipar motores de combustión. Y sí, se habla en plural porque el fabricante no se corta al afirmar que aún tienen tiempo de sacar dos nuevas versiones del utilitario antes de que la ley les haga cambiar para siempre.

"El Sandero tendrá dos generaciones antes de que lleguemos a 2035, que es el límite legal si es que acaba por llegar, para los motores de combustión", ha dicho Le Volt durante el Salón de París. Más interesante incluso que el futuro del Sandero resulta ver como el máximo responsable de una marca duda de que la prohibición de los motores térmicos en Europa se vaya a llevar a cabo en los tiempos marcados.

Este discurso contrasta con la estrategia de Renault, que ya dijo a través de su director ejecutivo, Luca de Meo, que la del rombo será una marca totalmente eléctrica a partir del año 2030, al menos en lo que al mercado europeo se refiere.

La diferencia de criterio entre Renault y Dacia tiene toda la lógica del mundo. Los segundos son desde hace tiempo el mejor ejemplo de marca asequible para el gran público, una posición que se vería seriamente amenazada en el caso de volverse eléctrica. Sí, seguramente serían más baratos que la competencia, pero a día de hoy los coches eléctricos son notablemente más caros que sus semejantes de combustión.

De vuelta al futuro Dacia Sandero, Le Volt asegura que se servirán de la tecnología de Renault para abaratar al máximo posible los costes. Y no sólo eso, sino que a partir de ello los motores a utilizar serán de récord en cuanto a emisiones de carbono. "Vamos a ser el campeón del motor térmico bajo en carbono", ha dicho el dirigente sin entrar en más detalles.

Además del Sandero llegarán en el futuro otros modelos con motor de combustión como la nueva generación del Dacia Duster o el Dacia Bigster, hibridación incluida. Y todo ello sin olvidar el camino del GLP, descartado por casi todos los fabricantes pero aún interesante para la firma rumana.