El coronavirus ha hecho que se dejen de fabricar 1,9 millones de coches en Europa

El coronavirus y todo lo que ha provocado su expansión tiene en la industria automovilística a una de sus principales víctimas. Según las cifras que maneja la ACEA –Asociación de Constructores Europeos de Automóviles–, las fábricas europeas de coches han dejado de producir 1,9 millones de automóviles en los 24 días de media que, de momento, han permanecido cerradas.

"Obviamente, las pérdidas de producción aumentarán si se prolongan las paradas o si se detienen más plantas. El efecto del Covid-19 implicará graves consecuencias para el sector", ha dicho Eric-Mark Huitema, director general de ACEA en declaraciones recogidas por Europa Press.

El número de trabajadores afectados en la industria del automóvil supera la cifra de 1,1 millones, y eso sin contar todos los que forman parte de la cadena de suministros, que según Huitema sufrirá un impacto todavía más notable.

Además de la producción, las ventas europeas de coches también se han visto considerablemente afectadas por el coronavirus. Sólo en marzo se ha comercializado un 55,1% menos unidades en la Unión Europea. Entre los mercados más afectados están el italiano, el francés y el español con caídas del 85,4%, 72,2% y 69,3% respectivamente. En el período de enero a marzo también se ha notado un considerable descenso. "De enero a marzo de 2020 la demanda de automóviles nuevos en la Unión Europea disminuyó en un 25,6%, y el impacto de la crisis del coronavirus en marzo pesó mucho sobre el total. Cada uno de los principales mercados de la UE registró pérdidas significativas en lo que va de año. A medida que Europa busca reiniciar su economía, será crucial que el transporte por carretera limpio y la movilidad sean asequibles para todos en todo el continente", ha dicho Huitema.

De cara al futuro más inmediato, ACEA considera imprescindible poner en marcha medidas de estímulo basadas en programas integrales para que el mercado se estimule. Además se reclama la puesta en marcha de una flexibilidad regulatoria que considere el parón económico causado por el confinamiento de los ciudadanos europeos. Y todo ello sin olvidar que, según la asociación, se ha de activar la cadena de suministro de forma coordinada, lo que obliga a dejar claras las normativas de salud y seguridad que imperarán desde ahora.