La COP26 deja a un lado el fin del uso de los combustibles fósiles

La COP26 se celebra en un momento en el que varias partes del mundo comienzan a legislar sobre el fin de la gasolina y el Diesel en el campo del transporte.

El Reino Unido ya ha anunciado que en 2035 no aceptará más vehículos con motor de combustión y la Comisión Europea tiene en mente el mismo objetivo, sin ir más lejos.

Pero las esperanzas de que la Conferencia de las Naciones Unidas elevase esta cuestión a un nivel planetario con una declaración de intenciones parecen desvanecerse.

El primer borrador de la declaración final de la COP26 es un documento de 850 palabras que reúne un listado de conceptos e ideas, pero en ningún momento menciona el fin de los combustibles fósiles.

Los grupos ecologistas creen que es esencial que los países alcancen un acuerdo sobre esta materia si de verdad se quiere contener el calentamiento global en 1,5ºC.

Las decisiones de la COP26 requieren un consenso, de ahí que los países extractores de petróleo tengan una gran influencia sobre los acuerdos finales que se consiguen en estas cimeras.

Desde Greenpeace señalan sobre todo a los delegados de Arabia Saudí, a quienes acusan de hacer ‘lobbying’ a favor de los combustibles fósiles. En menor medida también acusan a Australia.

"Arabia Saudí está moviendo ficha. Están en el tablero de ajedrez y manipulan las piezas", ha declarado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de la ONG.

"El resto de gobiernos tienen que aislar a la delegación saudí si quieren que esta cimera sea un éxito para todo el mundo y que no lo sea tan sólo para los combustibles fósiles".

La entidad Global Witness también ha puesto de manifiesto que la mayor delegación de la COP26 se corresponde precisamente a la de la industria petrolera, representada en más de 500 personas.

Greenpeace también denuncia que la petrolera saudí Aramco, la mayor del mundo, ya ha anunciado que incrementará la extracción de petróleo pasando de 12 millones de barriles diarios a 13 millones en 2027.