COCHES

CURIOSIDAD

Así influye el color o el material en los coches autónomos

Afectan a los radares y sensores

José Miguel Vinuesa

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12 Jun 2017 - 10:00

La llegada del coche autónomo es una realidad innegable, que ya podemos palpar en nuestras carreteras con algunos modelos como el Tesla, que ya han llegado al nivel 2 de la conducción autónoma.

Sin embargo, además de con la informática y la tecnología que estos coches necesitan para un funcionamiento preciso, hay otros elementos que influyen en un comportamiento correcto de los sistemas autónomos incorporados al vehículo.

Uno de ellos son los materiales. No debemos olvidar que para que el sistema autónomo funcione sin problemas, se hace uso de radares y lidares, además de sensores, que leen lo que ocurre alrededor del coche, envían la información, y tras procesarla, el coche autónomo reacciona en consecuencia. Pues bien, materiales como el plástico no son el mejor compuesto para los lidares, ya que no reflejan con la misma efectividad que el aluminio o el acero, y pueden suponer errores de lectura por parte de los sistemas. Pero el plástico es uno de los materiales más utilizados por su coste, moldeabilidad y peso.

Más acusado es el problema del color. Si en la conducción normal ya sabemos que ciertos colores son más difíciles de visualizar, especialmente de noche, para los radares y lidares el asunto cromático es más complejo. Así, el negro es la pesadilla de estos sistemas, ya que reduce hasta en un 50% las señales reflejadas respecto a los de pintura blanca, y son esas señales las fundamentales para poder leer correctamente el tráfico. Los actuales sistemas tienen una zona entre 800 y 2500 nanometros en la cual no procesan correctamente la información, y aunque no parece mucho, supone tiempo de respuesta.

Así que, de momento, el coche autónomo sueña con que todos los demás coches sean blancos y de aluminio. Pero más allá de curiosidades, no nos olvidemos de que para 2021 los fabricantes esperan tener listo el nivel 3 de autonomía, que ya permitirá desentenderse del vehículo en situaciones concretas.

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