El jefe de PSA, sin filtros: "El golpe del coronavirus es durísimo"

Tavares ha enviado un mensaje a los trabajadores de PSA. En él, se ha expresado con contundencia sobre la capacidad de resistencia de su compañía en esta situación de excepcionalidad, dejando entrever que, si esta situación se sostiene, habrá consecuencias para la misma.

El director ejecutivo ha animado a los suyos a prepararse para la vuelta a la actividad con tal de asegurar las entregas de aquellos vehículos que ya estaban comprometidos. También les ha instado a minimizar todos los gastos posibles mientras dure esta crisis.

Tavares también ha señalado que el mercado europeo automovilístico ya se desplomaba un 90% el pasado 16 de marzo, el día en que PSA tomó la decisión de cerrar todas sus fábricas europeas hasta el próximo día 27.

"El golpe ha sido extremadamente violento y brutal para todos nosotros", señala. "Debemos preparar la vuelta a la actividad asegurando un flujo permanente de entregas de nuestros stocks a los clientes que esperan el vehículo y suspendiendo todos los gastos posibles, respetando siempre a nuestros asociados".

Tavares remarca que “la primera prioridad” es la protección de los empleados, de ahí que ponga énfasis en que su determinación por evitar la parálisis económica no es incompatible con "aplicar todas las medidas sanitarias, humanas, operativas y financieras necesarias para proteger esta compañía".

Las primeras sedes en cerrar fueron las de Madrid en España y Mulhouese en Francia. Siguieron más recintos en Francia —Poissy, Rennes, Sochaux, Hordain—, España —Zaragoza, Vigo—, Alemania —Eisenach, Rüsselsheim—, Reino Unido —Ellesmere Port, Luton—, Polonia —Gliwice—, Portugal —Mangualde— y Eslovaquia —Trnava—.

El cierre de PSA terminaba originalmente el día 27 de marzo, que es este mismo viernes. Combinado con el correo de Tavares, esto invita a pensar que la marca tratará de reactivar al menos algunos centros en la medida de lo posible. La pandemia del Covid-19 se halla ahora en pleno apogeo, con restricciones gubernamentales en algunos casos, de modo que entre las intenciones empresariales y la realidad puede haber una diferencia insalvable.