California planea vetar los motores de combustión

En California se venden al año más de 2 millones de vehículos. Para ponerlo en perspectiva, son más de los que se venden en Francia o España, y precisamente tanto nuestros vecinos como en nuestro país se han tomado ya medidas para reducir las ventas de motores de combustión en un corto plazo.

Según la presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California, Mary Nichols, "he recibido mensajes del gobernador preguntando, '¿Por qué no hemos hecho algo ya?’. El gobernador ciertamente ha mostrado interés en por qué China puede hacer esto y no en California". Se trata de Jerry Brown, una de las figuras políticas más activas cuando se trata de la contaminación y el cambio climático.

California se sumaría así a la propuesta de varios países que han expresado su deseo de prohibir la venta de nuevos vehículos a gasolina y diesel en los próximos 20 a 30 años, pero aún no está claro si estos objetivos pueden ser alcanzados. Con la evolución actual de todos los vehículos eléctricos, la viabilidad del plan parece plausible, si bien otros indicadores parecen señalar que el establecimiento de fechas específicas es arriesgado, aunque en todo caso obligará a los fabricantes a centrarse en el desarrollo eléctrico bajo el riesgo de perder un mercado sustancial.

California ya tiene una meta para reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 80 por ciento de los niveles registrados en 1990 para antes del año 2050, y muchos ven el recorte en los coches de combustión como la única forma de lograrlo. Eso sí, la prohibición sólo afecta a los coches nuevos, pero no está claro cómo los coches usados ​​o clásicos de gasolina podrían verse afectados.

Por su parte, la asociación estadounidense Global Automakers no parece estar totalmente conforme con la idea, como era de esperar. Su presidente, John Bozzella, dijo en una declaración que el grupo ha estado trabajando en "enfoques inteligentes y basados ​​en el mercado para reducir las emisiones más allá de 2025, y esperamos que esto no signifique un abandono de esa posición". Se trata de una organización comercial que representa a fabricantes de automóviles extranjeros como Honda y Toyota en los Estados Unidos, ambos grandes dinamizadores económicos del país norteamericano.

La medida no llegará en un corto plazo, pero es evidente que llegará. Depende sobre todo del desarrollo de los coches movidos por energías limpias.