Caer con tu coche al agua y poder contarlo, en cinco claves

Aunque en las películas de acción y suspense los personajes suelen salir con relativa facilidad del habitáculo de su vehículo, la situación real suele ser mucho más compleja que lo que refleja la ficción cinematográfica. En caso de que nuestro coche se esté hundiendo, no vale llamar a nuestro amigo, a nuestro padre o incluso al teléfono de emergencias.

La proeza de llegar vivo a la superficie requiere de ciertas habilidades, de mucho autocontrol mental y, por descontado, de una gran capacidad anaeróbica, ya que las posibilidades de sobrevivir son mucho mayores si somos capaces de aguantar la respiración durante más tiempo –una persona normal resiste cerca de un minuto–.

CINCO PAUTAS PARA ALCANZAR SANO Y SALVO EL EXTERIOR

1. Mantener la calma pese al desastre. Tienes pocos segundos para inspirar el aire que queda en el interior del automóvil y es importante que estés concentrado para llevar a cabo todas la operaciones necesarias con premura y sin errores.
2. Quitarse el cinturón de seguridad lo antes posible y ayudar al resto de ocupantes a desprenderse de él. Es por ello que será recomendable llevar algún instrumento cortante en la cabina en caso de no poder accionar el botón del arnés.
3. Bajar o romper la ventanilla para salir por ella –primero los niños, los ancianos y las personas de tamaño más reducido– quedándonos, si podemos, sobre el techo del vehículo o, en su defecto –si ha volcado en el agua–, sobre sus bajos.
4. No abrir las puertas bajo ningún concepto, ya que el coche se llenará de líquido inmediatamente y, por ende, se hundirá con mucha rapidez, sin tener tiempo para coger el oxígeno suficiente como para salvar a todos los ocupantes.
5. Una vez a salvo, valorar si es mejor quedarse sobre el vehículo o a flote hasta que llegue la ayuda o, ante el eventual riesgo de hipotermia, intentar llegar a tierra lo antes posible para pedir auxilio desde un lugar seguro.

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