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Bultaco Linx 2017: El renacer de un pasional biplaza

Bultaco no se cierra puertas y con motivo del Salón de Milán presentará su primer coche

Este superdeportivo biplaza tiene un peso de 800 kilos y acredita 400 caballos de potencia

Redacción

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02 Nov 2016 - 13:40

Desde que Bultaco renació de sus cenizas en 2014, la firma española no se ha cerrado ninguna puerta a pesar de la complicada situación económica que atraviesa. Con todo, la marca lanzó la moto eléctrica Bultaco Brinco y ya tiene en la recámara el segundo modelo de esta nueva era, la Rapitán. En esta ola expansionista la marca también se lanza al mundo de las cuatro ruedas con su nueva división Bultaco Cars.

Con todo, Bultaco Cars ha pasado a la acción y con motivo del próximo Salón de Milán, el próximo día 8 de noviembre la marca presentará su primer coche. Su nombre es Bultaco Linx, un superdeportivo biplaza que promete un potencia de 400 caballos para un peso que estará en torno a los 800 kilos. Una pequeña bala de circuito muy al estilo de las propuestas de otras marcas de motocicletas como es el KTM X-Bow, el Honda Project 2&4 o el Yamaha Sports Ride.

Sin embargo, para entender las pretensiones del Bultaco Linx hay que ir al origen del proyecto, ya que este modelo no nace directamente de la división de vehículos de Bultaco y sí de una empresa externa llamada M2Linx Design. Esta empresa presentó el Linx en 2005, aunque por diversas razones el vehículo no pudo ver la luz. El proyecto se guardó y ahora Miguel Ángel Rodríguez, el que fuera presidente de M2Linx Design, se ha puesto al frente de Bultaco Cars para cumplir su sueño.

El Bultaco Linx está construido en fibra de carbono y promete una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 3 segundos, muy en la línea de las prestaciones que pueden ofrecer los ya mencionados X-Bow, Project 2&4 y el Sports Ride. Con todo, tendremos que esperar unos días para conocer todos los detalles del Bultaco Linx en el EICMA, además de conocer la situación real de la marca española, toda vez que este proyecto no esconde la realidad de la marca del 'dedo rampante'.