BMW M550d xDrive 2018: cuatro turbos y 400 caballos

A nivel visual el BMW M550d xDrive no presenta grandes novedades respecto a lo visto en otros modelos de la gama M Performance, con paragolpes específicos, distintos detalles cromados, un pequeño spoiler trasero y llantas de aleación BMW M de 20 pulgadas. Con todo, cabe destacar que esta versión estará disponible en variante sedán y carrocería Touring. Por su parte, en su interior BMW ofrecerá distintos acabados con tapizados en cuero o en Alcántara directamente salidos del catálogo M de la marca. También se podrá personalizar el volante.

Al fin y al cabo, el factor diferencial del BMW M550d xDrive está bajo el capó. No todos los días se está ante un modelo que equipa un motor de 3.0 litros y seis cilindros en línea con cuatro turbocompresores que rinde 400 caballos de potencia y entrega 760 Newton/Metro de par. Esto significa que respecto al anterior M550d gana 19 caballos de potencia, así como 20 Newton/metro de par. Esto supone un aumento del 5% respecto al modelo saliente, que contaba con un motor con tres turbocompresores.

Para entender el nivel que alcanza este BMW M550d xDrive, cabe recordar que sus 400 caballos de potencia están a la altura del motor V8 del BMW M5 E39, mientras que su par motor es incluso más alto a 2.000 revoluciones por minutos que el M5 saliente. Con todo y más allá de las propias prestaciones, cabe destacar que el 'M5 Diesel' cuenta con dos turbocompresores de baja presión que reemplazan al anterior turbocompresor, de mayor tamaño. Esto permite una mayor eficiencia a bajas vueltas y un rendimiento más porogresivo con los turbos de alta presión.

Este bloque de 3.0 litros y seis cilindros trasfiere su potencia a través de una transmisión automática de ocho relaciones M-Performance, que junto al sistema de tracción total xDrive permite que el M550d acelere de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,4 segundos en su versión sedán y en 4,6 segundos en la versión Touring. Ambos tienen una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 kilómetros por hora. El consumo promedio del primero es de 5,9 litros a los 100, mientras que el segundo acredita un consumo de 6,2 litros.

Para hacer el BMW M550d xDrive todavía más atractivo, los técnicos de BMW han rodeado su imponente motor de elementos de primer nivel como una suspensión deportiva M que rebaja la altura de la carrocería en 10 milímetros. Esta suspensión cuenta con control dinámico de forma opcional. Además, equipa una dirección activa integral, un sistema de escape deportivo y frenos más potentes. Todos estos elementos confieren al M550d una experiencia de conducción más dinámica de la que podrán disfrutar los clientes desde verano –sedán– o desde finales de año para su versión Touring.