Los coches de hidrógeno costarán lo mismo que los gasolina en 2025, cree BMW

Cuando pensamos en un coche que no emita dióxido de carbono, a todos nos viene a la mente la imagen de un vehículo que podamos enchufar a la corriente al regresar a casa después del trabajo. Es la tónica dominante de la industria, que en efecto avanza en esta dirección, pero eso no significa que sea la única opción existente.

El coche de hidrógeno o de pila de combustible es aún más ecológico que el eléctrico convencional, en tanto que la fabricación de las baterías de litio no es un proceso limpio. Es sostenible porque el hidrógeno es ilimitado y su único residuo es agua. A la postre, también permite cubrir grandes distancias.

Bien es cierto que también entraña una serie de riesgos, porque el hidrógeno es un gas altamente inflamable y un error puede pagarse muy caro. Aun así, no es descabellado pensar que la tecnología se perfeccione hasta el punto de que pueda convivir con normalidad con otras motorizaciones.

Pronto saldrán al mercado el BMW iX3 y el BMW i4, dos eléctricos con batería, pero la marca alemana mantiene la inversión con pilas de combustible para avanzar en ese campo.

Jurgen Guldner es el vicepresidente de la división de hidrógeno de BMW. En una entrevista al periódico británico The Telegraph, ha dicho que sus cálculos sugieren que puede producirse un punto de inflexión de aquí un lustro.

"Podemos vislumbrar un futuro en el que las pilas de combustible nos ayuden a convertir todos nuestros coches en vehículos libres de emisiones a lo largo de las dos próximas décadas", ha dicho Guldner.

"En el futuro las pilas de combustible se incorporarán a nuestras ofertas de trenes motrices. No consideramos que sea un rival del coche eléctrico de batería, sino una opción más para nuestros clientes".

BMW unió esfuerzos con Toyota en el año 2015 para desarrollar conjuntamente esta tecnología. Trabajan con discreción, pendientes de una solución que puedan escalar y trasladar a los concesionarios de todo el mundo.

"Ya hemos empezado a trabajar en la tercera generación con un objetivo claro: reducir costes hasta un punto que nos permita entrar al mercado".

Un coche de hidrógeno es hoy más caro que uno de gasolina, pero Guldner cree que no siempre será así. Todo depende del desarrollo.

"Como muy pronto será en 2025 -cuando se igualen costes-. Si analizas los planes que se han publicado en Japón, Corea y los demás países, ves que todos sugieren que entre 2025 y 2030 puede abrirse una ventana de oportunidad para igualar costes con la tecnología convencional".

Los prototipos actuales cubren entre 400 y 480 kilómetros, pero desde BMW confían en que sea posible superar la barrera de los 550 kilómetros. Eso convertiría al coche de hidrógeno en el aliado perfecto para las travesías largas, mientras que el eléctrico de batería sería suficiente para los desplazamientos urbanos.