Las campanadas de fin de año traen la gratuidad a la AP-4 y AP-7

Una vieja aspiración de los conductores, que han viviendo con preocupación como el Ministerio de Fomento había ido prorrogando las concesiones cuando éstas llegaban a su fin.

La gratuidad más relevante será la de la AP-7, una autopista que es un auténtico ‘corredor del Mediterráneo’ y absorberá un gran tráfico de camiones que ahora elegían la Nacional en lugar de la autopista para ahorrar 62,80 euros. Y posiblemente esperarán con impaciencia que las restantes autopistas catalanas, de Tarragona a La Jonquera o de El Vendrell a Zaragoza, se tornen gratuitas en agosto del 2021, cuando venza la concesión.

La gratuidad beneficiará también a los pueblos servidos directamente por la N-340 que, pese a que en diversos tramos era autovía, se verán liberados de buena parte del tráfico.

Los actuales gestores de la AP-7 estiman que la vía en la actualidad puede absorber un incremento del 30% del tráfico. En el tramo liberado la circulación era de unos 23.500 vehículos diarios y se cree que alcanzará los 35.000 en pocos meses. Entre Tarragona y Alicante el peaje costaba 45,90 euros para los turismos y 62,80 euros para los camiones por los 374 kilómetros de recorrido.

El llamado eje del Guadalquivir sólo tiene 94 kilómetros y el peaje costaba 7,45 o 12,89 euros, según fuera automóvil o camión, si se utilizaba en su totalidad.

Desde hace tiempo los conductores y diversos organismos venían demandado la gratuidad, aunque diversos actores económicos señalan el peligro del coste de mantenimiento —y eventuales ampliaciones— con cargo a los presupuestos del Estado, que pasará a pagar por ello y además dejará de recaudar el IVA del peaje. Es posible que, como sucede en países como Suiza, en un futuro sea obligatoria una ‘viñeta’ o tasa anual para poder circular por las autopistas e incluso por las autovías.