Amaxofobia: ¿qué es lo que nos da miedo al volante?

Amaxofobia es un término que viene de juntar otros dos como amaxo, que significa carruaje, y fobia -miedo-. Además de definir el propio miedo a conducir también lo hace con otra serie de circunstancias que tienen que ver con la conducción tales como accidentes, determinados desplazamientos o estrés postraumático.

CEA -Fundación del Comisariado Europeo del Automóvil- ha analizado a 171 conductores que padecen ansiedad mientras conducen para obtener conclusiones. Lo primero que se observa es que es algo que aumenta con el paso de los años. Es a partir de los 40 cuando más se da este fenómeno, que da la cara antes en mujeres que en hombres. Los varones empiezan a notarlo más desde los 60 años en adelante, según los datos que recoge El País.

Sobre la amaxofobia llama la atención que más de la mitad de los que la sufren, el 56,1%, no dejan de conducir, si bien hay un 22,8% de ellos que sí limitan el uso del coche. El 21,1% restante deja de ponerse al volante porque no pueden superar la ansiedad que les causa.

Por tipos de vías son las autopistas y autovías las que más episodios de ansiedad producen, seguidas por las calles de una ciudad o el circular por carreteras desconocidas. Lo curioso llega al conocer que puntos que a priori nos preocupan bastante no producen tanta amaxofobia. Hablamos de circular por túneles, con un 3,1% de los casos, o por carreteras sin arcen, con el 2%. El 12,2% de los encuestados sufre en cualquier situación.

Como decíamos antes algunos casos de amaxofobia no tienen exactamente que ver con la conducción como tal. Un 24,2% la sufre cuando se pone al volante tras haber sufrido un accidente. También influye en el desarrollo de esta patología el comportamiento del resto de usuarios de la vía con un 18,7% de los casos, mientras que tener la sensación de no ser lo suficientemente hábil al volante provoca este síndrome al 17,6%. Otras causas las encontramos en una disminución de las capacidades físicas, la posibilidad de sufrir un desmayo o que uno tenga un ataque de pánico.

Las circunstancias externas también ayudan al desarrollo o agravamiento de la amaxofobia. Quienes la padecen tienen más probabilidades de pasarlo mal si circulan bajo lluvia o por la noche o si tienen la responsabilidad de llevar niños en el coche. En cualquier caso CEA recuerda que la amaxofobia se puede tratar con la ayuda de profesionales.