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Prueba Tesla Model S P100D: bienvenido al hiperespacio

Probamos la versión más prestacional del Tesla Model S
Sus prestaciones son alucinantes y logra bajar de 3 segundos en el 0 a 100
Su carga tecnológica y funcionamiento eléctrico nos trasportan al futuro del automóvil
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17 Nov 2017 - 18:08

El Tesla Model S P100D es el coche eléctrico con mayor capacidad de aceleración del mercado y el espejo en el que todos los fabricantes se miran para alcanzar las mayores cotas de autonomía. En SoyMotor.com lo hemos probado a conciencia para comprobar si sus prestaciones y su Autopilot están a la altura de lo prometido.

Después de un largo recorrido por todo tipo de carreteras y parajes, mi compañero Cristóbal me entrega el Tesla Model S P100D a punto de desfallecer, con las baterías al límite y la carrocería con numerosos mosquitos y otros insectos fruto de los cientos de kilómetros recorridos. Pese a que son casi las once de la noche y la jornada de grabación ha sido dura, puedo ver la amplia sonrisa de satisfacción en su conductor, que ahora me entrega las llaves y me da una clase rápida de las funciones básicas.

Hay tanto que contar de este automóvil que incluso al bueno de Cristóbal le cuesta y tiene que ordenar sus ideas para saber por dónde empezar. Es la primera vez que probamos algo así en SoyMotor.com.

Ahora bien, sus primeras explicaciones tampoco sirven de mucho ya que me encuentro literalmente obnubilado con el bello diseño del Model S y eso que ya es noche totalmente cerrada y apenas las luces de las farolas recorren las curvas de su carrocería de aluminio en la que rápidamente encuentro fugaces reminiscencias al Aston Martin Rapide o el Jaguar XF. Desde luego Tesla no podía elegir mejor para inspirarse en el diseño de su superberlina eléctrica, que llama poderosamente la atención allí por donde pasa.

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VER GALERÍA DE FOTOS: PRUEBA TESLA MODEL S P100D

La ausencia de grandes voladizos junto a la increíble integración de todos los elementos en su diseño no dan la sensación de que estamos ante una de las berlinas más anchas y largas del mercado. Esta primera sensación, que desaparecería y me haría sudar instantes después al entrar al garaje, también tiene que ver su gran batalla de 2,96 metros, que promete un espacio interior al nivel de los mejores del segmento.

Prueba Tesla Model S P100D

 

TESLA MODEL S P100D: PRIMERAS IMPRESIONES

Pero Tesla sabe que no vale con una cara guapa, sino que al cliente se le gana por los detalles, que aportan un valor tecnológico añadido y nos transporta, en cierta medida, al coche del futuro. Hablo de la apertura inteligente y táctil de las manecillas de las puertas, la escultural llave con la silueta del Model S, las llantas con forma de turbina, la limpieza del diseño o en esta unidad, los detalles en fibra de carbono que delatan a la versión P100D. Incluso acostumbrado a ver de vez en cuando por Madrid algún Model S de compañías como Uber o Cabify, la experiencia de conocerlo de primera mano impresiona.

Prueba Tesla Model S P100D

El diseño es otro de los mejores argumentos del Model S para lograr una primera impresión de coche futurista y distinto de todo a otros que ruedan por la calle. Los faros con tecnología LED adaptativa, los esculturales retrovisores o las ocho cámaras repartidas por toda la carrocería nos dan algunas pistas de lo que vamos a conducir. Personalmente, la zaga me parece la zona más bella, con unos pasos de rueda traseros anchísimos y perfectamente integrados que permiten disponer de un ancho de vías trasero de 1,7 metros, cifras reservadas a algunos superdeportivos.

 

TESLA MODEL S P100D: MOTOR

Para esta prueba a fondo prácticamente estrenamos una unidad única en nuestro país, la versión P100D, que supone la máxima expresión en cuanto a tecnología, prestaciones y dinamismo de todas las disponibles en la gama del Model S. Su denominación nos da los primeros datos: P de Performance, es decir, se trata de una versión enfocada a las altas prestaciones como luego comprobaremos; 100 hace referencia a la capacidad en kilovatios hora de sus enormes baterías y por último D por Dual, ya que dispone de dos motores eléctricos.

Esto supone que nuestro Tesla Model S tiene una configuración de tracción integral, con un motor en cada eje y que en conjunto suman nada menos que 612 caballos –450 kilovatios– y la friolera de 967 Newton metro de par máximo. Las prestaciones son excepcionales, con una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora homologada de sólo 2,7 segundos, lo que le convierten en el coche de producción con mayor aceleración de la actualidad. Casi nada. La velocidad máxima es de 250 kilómetros/hora, suponemos que limitada para no comprometer la autonomía y otros sistemas.

La ausencia de caja de cambios es otra de sus características, ya que la transmisión es continua, directa de los motores eléctricos a las ruedas, por lo que no es necesario un variador o caja que regule esta relación. Solo existe de un mando en el lateral de la columna de dirección que nos permite seleccionar punto muerto, marcha atrás, posición de parking y directa como si de un coche automático se tratara. Dispone también de sistemas independientes que regulan la asistencia de la dirección –Comfort, Standard y Sport–, la altura de la suspensión neumática –hasta cuatro niveles– o la regeneración de energía. En este último punto echamos de menos más opciones de regulación, ya que en el primer nivel casi no existe el freno motor y en el segundo es demasiado agresivo.

Ludicrous Tesla Model S P100D

Existen otras versiones disponibles en la gama Model S, menos prestacionales pero en las que la mayoría de las características propias del modelo se encuentran intactas –diseño, calidad interior, aislamiento, etc.–. Se trata de las versiones 75D –ya homologa 4,4 segundos de 0 a 100 kilómetros/hora– parte de los 86.000 euros y la intermedia 100D que eleva su autonomía teórica de hasta 632km y cuenta de serie con suspensión neumática –cuesta 109.050 euros–. En el caso de la versión probada, su precio base es de 149.100 euros, y con las opciones que equipa, alcanza los 157.500 euros. 

 

TESLA MODEL S P100D: EQUIPAMIENTO E INTERIOR

El acceso al interior de la superberlina eléctrica de Tesla se realiza como todo en este automóvil: con un toque de futurismo y detalle. Nada más acercarnos, el Model S nos reconoce mientras emergen las manillas de la puerta. No hay cerraduras y una vez utilizadas o al cerrar el coche, los tiradores se vuelven a integrar en la línea de la carrocería.

Plazas delanteras Tesla Model S P100D

Una vez dentro, esta versión P100D tira de acabados y diseño para conquistarnos en las distancias cortas. Todo cuanto alcanza la vista está forrado en cuero o construido en fibra de carbono o aluminio. Espectaculares resultan algunas formas como las de los tiradores de las puertas, más propios de una escultura que de un accionador funcional de un vehículo. Eso sí, en acabados está un paso por detrás de las grandes berlinas de lujo tradicionales, como el Audi A8, el BMW Serie 7 o el Mercedes Clase S. Aquí también nos llama la atención la ausencia casi total de pulsadores y controles, sólo existen los del volante y dos en la consola central: uno para abrir la guantera y otro de los warning. Las calidad como digo son muy buenas, aunque algunos ajustes no están a la altura de su precio y encontramos algún componente familiar de Mercedes –la palanca de las distintas posiciones de marcha por ejemplo–.

Configuración del Tesla Model S P100D

Esto es así ya que todo el habitáculo del Tesla Model S –en todas sus versiones- gira alrededor de la pantalla táctil más grande fabricada para un coche. Nada menos que 17 pulgadas de tamaño, que dejan en evidencia a cualquier pórtatil y que suponen el verdadero paso adelante respecto a la competencia. Todos los sistemas están aglutinados en varios menús, pero gracias a las dimensiones de la pantalla, apenas hace falta cambiar ya que de un vistazo hay mucha información disponible y además, muy bien organizada. Cuenta también con la posibilidad de dividir la pantalla en dos y visualizar por ejemplo el consumo instantáneo y el navegador. En cualquier caso y dada la falta de costumbre a este tipo de sistemas, requiere de un periodo de aprendizaje para conocer todos los menús y funciones 'ocultas'.

En este sentido, lo que menos nos ha gustado han sido los controles del volante, que acabas por no usarlos en favor de la pantalla central. Por cierto, que además de 'la vitro' también cuenta con un panel de instrumentación digital que puede mostrar varios parámetros a la vez –navegación, velocidad, sistema de sonido, consumo eléctrico, etc– y que permite no tener que apartar la vista de la carretera. Sólo echamos en falta un sistema HUD que si existe en algunos de sus rivales y una menor dependencia de la pantalla central que a veces obliga a desviar nuestra atención más de lo necesario.

Cuadro de mandos Tesla Model S P100D

La dotación de nuestro Model S P100D con paquete Premium es extensísima. Incluye de todo desde acabados en fibra de carbono, asientos calefactables , alerón fibra carbono, filtro de habitáculo especial de quirófano –una frikada Tesla que permitiría sobrevivir a un ataque con armas químicas–, conexión para iPhone, 400 kilovatios hora incluidos de carga en Superchargers Tesla, portón trasero eléctrico, acceso sin llave, sistema de audio especial con 11 altavoces, llantas 21 pulgadas o mapas y navegación integrados con actualizaciones gratuitas durante 7 años, entre otros. También una excelente suspensión neumática que puede regular la altura de la carrocería entre 116 y 160 milímetros y es la principal “culpable” de un comportamiento ejemplar y una comodidad absoluta en cualquier tipo de asfalto.

La habitabilidad es otro de sus puntos fuertes. Gracias a la ausencia de caja de cambios y ejes de transmisión, dispone de cinco plazas reales y un espacio en todas las cotas al nivel de lo que esperamos de una batalla de casi 3 metros de largo. Sólo la altura de las plazas traseras puede ser un problema en caso de superar los 1,9 metros de estatura. Además, Tesla ofrece en opción la posibilidad de contar con 7 asientos, con dos de ellos situados en el maletero y en sentido contrario a la marcha por 4.200 euros extras.

Maletero delantero Tesla Model S P100D

Las ventajas de la disposición de los motores y las baterías también es una ventaja para la capacidad de carga. A algún despistado siempre le puedes “enseñar el motor” y que dejarle la boca abierta al ver el hueco bajo el capó delantero –a lo Porsche Cayman– que junto al enorme maletero trasero suman 894 litros de capacidad.

 

TESLA MODEL S P100D: CONDUCCIÓN

Pese a haber visto muchos de los vídeos en Youtube en los que el nuestro protagonista despedaza vilmente a superdeportivos de toda raza y condición sigue siendo difícil de creer que un recién llegado al sector como Tesla haya logrado crear un coche tan completo y con facetas tan distintas.

No son los más de 600 caballos los que te hacen sentir superior sino la forma de entregarlos y es que pese a que la industria avanza rápido, en el pequeño universo de los automóviles eléctricos no hay nada siquiera comparable al Tesla Model S, por prestaciones, lujo o tecnología, especialmente si hablamos de la versión P100D. Por eso, es fácil caer en la equivocación de querer comparar este modelo con superdeportivos de postín, esos que deja atrás en carreras de aceleración ante el estupor de los propietarios que pese a exprimir sus V10 y V12 no consiguen superar a este prodigio eléctrico.

Prueba Tesla Model S P100D

Y ese era el pensamiento que me rondaba la cabeza al aproximarme a una de mis carreteras favoritas de la sierra madrileña, por la que suelen pasar todos los coches que probamos en Soymotor.com. Unos kilómetros después y después de tomármelo con calma de nuevo –créeme que las aceleraciones en modo Ludicrous casi me hacen perder literalmente la cabeza–, creo que no estoy valorando en su justa medida al P100D.

No hay duda que su comportamiento es excepcional para su tamaño y dimensiones, pero nunca debemos olvidar que pesa más de 2,3 toneladas, algo que pese a su bajísimo centro de gravedad gracias a la situación de las baterías, es palpable en conducción agresiva. No hay grandes inercias ya que la suspensión neumática cumple aquí también de forma notable conteniendo el balanceo, el verdadero problema puede ser el propio conductor, o mejor dicho, su pie derecho. Cuando hablamos de un coche que en menos de un parpadeo recupera de 80 a 160 kilómetros/hora, el trabajo antes de cada curva puede acumularse peligrosamente… Vale que aquí no hay que bajar marchas, hacer punta-tacón ni otras maniobras de vieja escuela pero parar el coche en estas circunstancias y adecuarlo a la velocidad de la curva requiere de cierta experiencia por dos aspectos: primero, no disponemos de freno motor como tal, por lo que el Tesla rueda más suelto que un coche con motor térmico –su retención me recuerda a un motor 2 tiempos frente al tradicional 4 tiempos– y segundo, porque su comportamiento es tan filtrado, que no sabemos cómo de cerca está el límite de adherencia.

La aceleración del Tesla Model S P100D desafía las leyes de la física

Además de llegar a Marte en unos años, Tesla también tiene como objetivo reeditar su modelo Roadster, un automóvil enfocado a la conducción. Y digo esto porque nuestro Model S P100D, pese a ser enormemente prestacional –básicamente es el coche de producción con la mayor aceleración hoy en día–, no está construido para brindar un placer de conducción elevado –en el sentido radicional de la expresión-. Esto es coherente con su planteamiento desde un primer momento, el de una berlina de altísimas prestaciones y una comodidad sin precedentes, que además no contamina gracias a sus virtudes eléctricas. Y aquí volvemos a caer en la trampa ya que el irreal empuje a veces quiere sacar el demonio que llevamos dentro y explorar sus límites.

Es curioso, porque por primera vez a los mandos de un eléctrico, la conducción económica y relajada que suelen inducir este tipo de mecánicas con el P100D no se cumple. Lógico, de probarlo a ti también te pasaría. En este momento te remito al vídeo para que veas como en el vídeo, a mi siempre sensato y comedido compañero Cristóbal Rosaleny poco le falta para perder la cabeza con el modo Ludicrous Plus.

Prueba Tesla Model S P100D

Ahora bien, aunque el Tesla Model S P100D no deja de sorprendernos en cada pequeña recta, el 80% del tiempo que pasamos a sus mandos fue un periodo de relajación y cierta desconexión con el mundo automovilístico tal y como lo conocemos hasta ahora. No es cuestión tanto de la espectacularidad del coche o de las miradas que genera sino del hecho de que realmente proporciona una experiencia futurista, que no tiene mucho que ver con el resto de modelos del mercado.

Desde su control centralizado en la pantalla de 17 pulgadas –también llamada cariñosamente “vitro”–, a su plena conectividad, funcionamiento silencioso y mucho más refinado que cualquier otro eléctrico actual o a su tecnología activa de reconocimiento del entorno. Todo ello suma para lograr transportar al conductor al futuro. Vaya, que solo le falta prescindir del volante y homologar un nivel 5 de automatización. Todo llegará…

Prueba Tesla Model S P100D

¿Y qué tal va el famoso Autopilot? Pues bien, dada la falta de regulación y legislación para estos sistemas de asistencia inteligente a la conducción –recordemos que puede derivar en problemas de responsabilidad en caso de accidente–, nuestra unidad tenía limitado este sistema a un nivel 2 sobre 5 de conducción autónoma, nada que ver con su funcionamiento por ejemplo en mercados como el americano. Una verdadera lástima, aunque si pudimos disfrutar del control de crucero adaptativo que tiene un comportamiento soberbio, muy superior al resto de sistemas que hemos probado hasta la fecha, por suavidad e inmediatez de respuesta, está cerca de ser perfecto. Además, dispone de la opción de cambio de carril automática, es decir que si activamos un intermitente, el Model S cambia automáticamente de carril. ¡Increíble!

Ahora bien, en nivel práctico el Tesla Model S P100D necesita un cierto periodo de adaptación para ser conducido con plena confianza. Lo primero que justifica lo anterior es su descomunal anchura, de 1,96 metros –casi 2,2 metros con los espejos desplegados–. Por suerte disponemos de un garaje ancho para los coches de pruebas, pero aun así el Model S se siente anchísimo, incluso más que otros modelos musculosos y deportivos que hemos probado como el Mercedes-AMG C 63 Coupe. Para que te hagas una idea, da la sensación de ser tan ancho como el resto de coches con retrovisores incluidos. Por suerte, los ingenieros de Tesla lo han dotado de un radio de giro muy bueno, que facilita enormemente las maniobras, eso sí hay muchos sitios en los que pese a ello y a su excelente sensor de aparcamiento –mide en centímetros la distancia al obstáculo– simplemente no cabe. Esto representa un problema importante a la hora de los desplazamientos en ciudad, ya que supongo que un coche de más de 150.000 euros será mejor aparcarlo en un garaje, y "no en todos cabe".

Prueba Tesla Model S P100D

Un segundo punto atañe al recorrido y tacto del pedal del acelerador. En este sentido no es una crítica hacia Tesla, ya que si disponemos de más de 600 caballos bajo el pie derecho, está claro que el acelerador debe ser muy modulable y con un buen recorrido para poder graduar la entrada de potencia. Ahora bien, dadas las condiciones intrísecas de los motores eléctricos que entregan la máxima potencia en toda la gama de revoluciones –es decir desde cero tenemos disponible toda la potencia– hace que el Tesla Model S P100D sea en cierto modo una bomba para conductores inexpertos en modelos eléctricos.

Supongamos que por ejemplo has tenido un mal día en la oficina y tienes ganas de llegar a casa y desconectar de todo, algo que a todos nos ha pasado alguna vez. Pues bueno, lo menos recomendable en este aspecto es desahogarte con el acelerador de tu Tesla, ya que en menos de lo que piensas estarás empotrado con el coche de delante o meterte en líos muy serios. Es tal la fuerza que tiene incluso en el modo más suave, que hay que andarse con ojo hasta que le cogemos el tacto. Desconozco si en otras versiones menos prestacionales será tan influyente, pero en cualquier caso la instantaneidad y el empuje del motor eléctrico seguirán presentes.

Tampoco podía faltar un párrafo para hablar del modo de conducción Ludicrous Plus, simplemente demencial. Es este último quien realmente despierta a la bestia, aunque esta versión con P de Performance, arranca en el modo deportivo y requiere de una doble aprobación para adentrarnos en el modo Ludicrous. De hecho Tesla se ha permitido el gusto de preguntarnos si estamos seguros de hacerlo , cosa que suena a chiste, hasta que realmente pruebas de lo que es capaz. Desde luego quien avisa no es traidor. Es tal el nivel de implicación prestacional de esta versión P100D, que el modo Ludicrous Plus cuenta con un sistema que calienta las baterías para llevarlas a su temperatura óptima de funcionamiento y así lograr las máximas prestaciones.

Pedales Tesla Model S P100D

Después de dos o tres aceleraciones siderales, inexplicables para cualquier ser racional, es inevitable bajarte del P100D a reflexionar, mientras no puedes entender como esta tecnológica berlina eléctrica es también una descomunal catapulta que al menor descuido te hará visitar a tu fisioterapeuta. No menos asombroso es comprobar cómo estas aceleraciones por debajo de los 3 segundos en el 0 a 100 kilómetros/hora las consigue transmitiendo toda su potencia a unos “sencillos” Michelin Pilot Sport 3 de 245 milímetros de sección y sin un mínimo amago de pérdida de tracción. Después de quedarnos sin adjetivos, dejamos por unos instantes recuperarse del esfuerzo a nuestro Model S y volvemos a un comportamiento cívico y respetuoso que es lo que se espera de un coche eléctrico.

 

TESLA MODEL S P100D: ECONOMÍA DE USO

Otra cosa que nos ha quedado clara durante estos días de prueba junto a nuestro todopoderoso eléctrico es que para la convivencia con este tipo de motores requiere de un punto de carga específico –también llamado wallbox– en nuestro garaje. Todavía no disponemos de él en el nuestro y claro, enchufarlo a una toma convencional doméstica de 16 amperios es algo inútil, ya que sólo se recargan unos 12 kilómetros de autonomía CADA HORA. Esto hace inviable el uso de cualquier modelo eléctrico, incluso sin la capacidad del Tesla, por lo que si estás pensando en un eléctrico puro debes incluir entre los costes de compra la adquisición e instalación de un punto de recarga en tu casa. Como 'alternativa' están los puntos de recarga públicos a pie de calle, pero son realmente escasos: en Madrid por ejemplo no llegan a la veintena…

Enchufe de carga Tesla Model S P100D

En este apartado de recarga, los propietarios de Tesla cuentan con unas de las grandes bazas de la tecnológica norteamericana, ya que tienen a su disposición una red de Superchargers Tesla que permiten recargar en apenas 20 minutos unos 200 kilómetros y recargar la batería a tope en poco más de lo que dura una comida. Si bien supondrá una gran ventaja en el futuro, en España todavía no están muy extendidos, sólo existen 14 y la mayoría se encuentran en la Cataluña. Resulta sorprendente que el más cercano de Madrid esté casi a 180 kilómetros, por lo que no compensa el viaje salvo que coincida con nuestra ruta, si bien desde Tesla nos dijeron que ya están trabajando en instalar al menos un Supercharger en la capital. En un futuro no muy lejano esperamos contar con una densa red de estas estaciones de respostaje Tesla, que permitirán facilitar aún más los viajes de larga distancia por la Península, hecho que ya es una realidad en el resto de Europa donde puedes ir saltando entre ellos, como puedes comprobar en la imagen posterior.

Otro aspecto mejorable es la función AutoHold, esa que sujeta el coche para que no se vaya marcha atrás en cuesta, ya que no está bien conseguida. Deja caer levemente el coche por lo que en una situación complicada –por ejemplo en la subida de una rampa de un garaje estrecho o aparcando en cuesta– obliga a estar pendiente del acelerador más de lo necesario. La inmediatez en la entrega de potencia de los motores eléctricos tampoco ayuda en estos casos. En cualquier caso, nada que no se pueda solucionar con ajuste de software.

Si estás pensando en adquirir un Tesla Model S, pero tienes dudas a nivel de fiabilidad, no está de más destacar la amplia garantía que ofrece la marca en España: nada menos que 8 años de garantía con kilómetros ilimitados para la batería y los motores eléctricos, y 4 años u 80.000 km para el resto del coche. Además, la marca declara que el gasto en mantenimiento es muy inferior a un coche convencional ya que el coche eléctrico no tiene líquidos para revisar y tiene alrededor de 1.000 piezas menos. Básicamente se reduce a neumáticos, frenos y poco más.

Llanta Tesla Model S P100D

La autonomía es otra de las claves que determinan si realmente el coche eléctrico puede ser una alternativa real a los híbridos y automóviles con motores de explosión. Pues bien, en el caso de esta versión P100D, sus baterias de nada menos que 100 kilovatios hora le sirven para homologar una autonomía máxima de 613 kilómetros –según homologación NEDC–, lo que suponen unos 450 kilómetros de autonomía en condiciones reales. Más que suficientes para plantearnos hasta viajes largos, como demostramos en la videoprueba. Además, si aprovechamos las estaciones de recarga rápida de Tesla, los viajes podrán ser todavía mayores y sin grandes diferencias respecto a un automóvil convencional.

Superchargers en España

Superchargers Tesla presentes (en rojo) y futuros en España. Fuente: Tesla.com

 

Por otro lado también está el aspecto del mantenimiento. Aquí los coches de baterías también parecen tomar la delantera respecto a los de combustión ya que son más sencillos y cuentan con menos componentes. De acuerdo con Tesla, este Model S dispone de casi 1.000 elementos menos que su homólogo no eléctrico. Además, aquí nos olvidamos de cambios de fluidos y filtros, costosas averías de la caja de cambios –no tiene– y básicamente lo esencial se reduce a elementos de desgaste como neumáticos y pastillas de freno. El mayor desembolso podría darse en el hipotético caso de necesitar un cambio de baterías –en España dispone de una garantía de 8 años sin límite de kilómetros junto a los motores eléctricos–. El ahorro de combustible también es importante y según los cálculos de Tesla, el coste es hasta 7 veces mayor a igualdad de vehículo, lo que puede suponer un ahorro de unos 6.000 euros al cabo de cinco años para un conductor que realice de media 15.000 kilómetros anuales. Este puede ser mayor incluso, ya que esta versión P100D incluye de serie 400 kilovatios hora gratuitos al año para recargarlo en Superchargers Tesla.

 

TESLA MODEL S P100D: RIVALES

Sin rivales naturales en el horizonte, hemos seleccionado dos rivales que podrían suponer una alternativa al Tesla Model S P100D, el primero por su tecnología autónoma y el segundo en el plano prestacional.

  • Audi A8 2017: el recién renovado Audi A8 es el primer automóvil con nivel 3 de conducción autónoma que puede circular en España. Además de su enorme carga tecnológica, hace poco pudimos comprobar –ver vídeo– como sus acabados, comodidad o habitabilidad está a la altura de los mejores del segmento. Su precio arranca desde los 97.500 euros y cuenta con hibridización de 48 voltios de toda la gama. También llegará en un futuro una versión híbrida enchufable de 449 caballos.
  • Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid: la versión tope de gama del nuevo Panamera es también uno de los híbridos más potentes del mudno. Con 680 caballos de potencia máxima y un par de 850 Newton metro, puede poner las cosas difíciles en línea recta al Model S P100D. Se tarta de una de las berlinas más rápidas de la historia y puede llevar a sus cuatro pasajeros a viajar por encima de los 310 kilómetros/hora. Desde 193.000 euros.

Prueba Tesla Model S P100D

 

TESLA MODEL S P100D: CONCLUSIONES

La prueba del Tesla Model S P100D ha supuesto un antes y un después en nuestra experiencia al volante como probadores de coches. Hemos podido tocar con los dedos el futuro del automóvil y disfrutarlo de forma anticipada en el año 2017, porque muchas de las soluciones son las que contarán los coches de dentro de unas décadas. Sin embargo, este Model S se aleja de un prototipo ya que es plenamente utilizable a diario y demuestra como un automóvil eléctrico puede ser una alternativa real a los híbridos y motores térmicos.

Por si fuera poco, el Model S P100D también nos ha obligado a recalibrar nuestros parámetros de aceleración y de prestaciones cuando activamos su modo Ludicrous Plus. No hay nada semejante en el mercado y las aceleraciones descomunales te hacen valorar un poco más el gran trabajo de Tesla, un recién llegado a la industria que ya es el ejemplo para muchos de cómo construir el coche del futuro. Mientras otros siguen intentándolo, Tesla ya lo tiene en tu concesionario más próximo. El futuro ya está aquí.

FICHA TÉCNICA Tesla Model S P100D 2017
Motor –tipo–: Dos motores eléctricos, uno por eje
Cilindrada –centímetros cúbicos–: -
Potencia –caballos/revoluciones por minuto–: 612 –450 kilovatios– / -
Transmisión: Directa, sin caja de cambios
Velocidad máxima –kilómetros/hora–: 250 –limitada–
Aceleración 0-100 kilómetros/hora –segundos–: 2,7
Consumo medio homologado –litros/100 kilómetros–: -
Largo/ancho/alto –metros–: 4,98/1,97/1,43
Peso en vacío –kilos–: 2.316
Emisiones CO2 : 42. Euro 6
Precio en euros: 149.100
Lanzamiento: 2017 en España
1 comentarios
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19 Nov 2017 - 18:48
Me enamora este cochce.... he visto que han añadido despues el precio del que han probado,, es muy caro pero es una pasada, eléctrico y acelera casi como un F1. Todos iremos con uno parecido en 10 añoss.
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