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Prueba Seat Ateca 2.0 TDI 4Drive: la versatilidad más dinámica

04/08/2017

Hace poco más un año, Seat presentaba en el Salón Internacional de Ginebra su primer SUV, el Seat Ateca. El imparable crecimiento de este segmento del mercado, que parece fagocitar desde berlinas a urbanos, merecía una apuesta propia del fabricante español. Como resultado llegaba un modelo muy esperado por el gran público, un todocamino que ya es un éxito de ventas y el empujón que necesitaba Seat para volver a la senda del crecimiento.

Un automóvil importante para la historia de la marca, que hemos tenido oportunidad de probar durante una semana en SoyMotor.com. Novedoso en muchos apartados, Seat también recuperó con el Ateca la tradición de poner una localidad española como nombre a sus modelos. En esta decisión tuvo gran culpa su nuevo presidente, Luca de Meo, y en este caso la elegida ha sido una población aragonesa que se suma a otras ya conocidas como Ronda, Málaga, Ibiza o Altea.

FOTOS: Todas las imágenes del Seat Ateca

En esta ocasión, el departamento de prensa nos cedió una unidad muy equipada del Seat Ateca con el archiconocido 2.0 TDI bajo el capó y con configuración 4x4 gracias al sistema 4Drive del que luego hablaremos más en detalle. El conjunto mecánico está acompañado de una caja de cambios manual de 6 velocidades. Hace apenas unos días asistimos a la presentación de la versión FR, la más deportiva de la gama, que puedes leer aquí.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: PRIMERAS IMPRESIONES

Hasta la llegada en 2018 del SUV urbano que complete la gama crossover, el Seat Ateca seguirá siendo uno de los niños mimados de Martorell. Y lo cierto es que la primera impresión es positiva, con un diseño atractivo, con los característicos rasgos e identidad de la marca, que también podemos ver en el nuevo Ibiza o en el Seat León.

Nuestra unidad está pintada en un color blanco Nevada que favorece el contraste con los faldones, parrilla, retrovisores y otros elementos en color oscuro que le sienta de maravilla. Antes de acceder, el Ateca recibe al conductor proyectando en el suelo una imagen con la silueta y nombre del modelo. Todo un detalle. Una vez dentro nos reciben unos asientos con la parte central tapizada en granate que le dan mayor empaque al habitáculo y un tono más desenfadado. A pesar de que las primeras unidades se entregaron hace ahora un año, es un coche que sigue llamando la atención y más de un curioso nos preguntó por él sobre la prueba.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: MOTOR

Entre la amplia oferta mecánica del Seat Ateca en la que se incluyen tres turbodiésel y tres gasolina, el 2.0 TDI es una de las más mejores por su equilibrio entre potencia, consumo y prestaciones puras. Se ofrece en dos niveles de potencia, 150 ó 190 caballos y puede ir asociado a un cambio manual de 6 velocidades o al de doble embrague DSG.

Hemos probado el de 150 caballos y cambio manual y si bien no es tan refinado como las alternativas de gasolina –todas de cuatro cilindros- este propulsor es un buen aliado gracias a un elevado empuje de 340 newton-metro entre 1.750 y 3.000 revoluciones. Este será el mejor rango para rodar con el Ateca, donde muestra una capacidad de adelantamiento y recuperación notables para sus dimensiones y peso. No obstante, sorprende ver la línea roja en unas elevadas cinco mil revoluciones para este tipo de mecánica. Tras unos cientos de kilómetros con él, esta cifra es más de cara a la galería, ya que tanto par como potencia caen en gran medida a partir de 4.200 vueltas. Para que te hagas una idea, cerca del corte de inyección a unas 4.700 revoluciones, apenas entrega 70 caballos y la sonoridad es muy elevada. Mejor cambiar a este régimen o incluso un poco antes para que el motor siempre se mantenga en su zona buena.

El 2.0 TDI de 150 caballos da lo mejor de sí entre 2.000 y 4.000 revoluciones

El cambio manual de seis relaciones tiene un cambio correcto y un tacto casi calcado a otros modelos del grupo Volkswagen, con recorridos no demasiado largos y un tacto y dureza adecuada. La sexta marcha permite reducir consumos y rodar a bajas vueltas, eso sí por debajo de 90 kilómetros/hora, es necesario reducir para disponer de potencia. Lo que no me ha convencido tanto ha sido el embrague. Debo reconocer que este ha sido el coche de pruebas que más he calado en mis más de cinco años como probador. Esta situación fue fruto de dos circunstancias: un embrague demasiado tenso para mi gusto y el poco empuje del motor por debajo de 1.500 revoluciones. Incluso en esta circunstancia la tecnología es sabia y no deberemos accionar el encendido de nuevo, ya que lo hace automáticamente.

El Seat Ateca que hemos probado contaba con 6 modos de conducción, que afectan principalmente a tres parámetros: el motor, la dirección y la climatización. No he notado una especial diferencia en lo relativo al motor –salvo un tacto un poco más incisivo del acelerador- mientras que si es más apreciable el cambio de dureza y asistencia de la dirección. Además de los modos Eco, Normal y Sport, el denominado Individual permite una configuración al gusto del conductor. Además, se añaden dos específicos para fuera de carretera, el modo Offroad, que modifica la electrónica para mejorar la tracción en tierra y permite activar el control de descensos, y el modo Snow, especialmente indicado para situaciones de muy baja adherencia.

Seat también pone a disposición del conductor varios menús con datos específicos, por ejemplo la denominada Información Sport que muestra presión del turbo –alcanza 2,3 bar-, potencia y fuerzas G, o la Información Offroad con datos de la altitud, los grados de giro de la dirección de las ruedas delanteras o la temperatura del refrigerante. Para los que apreciamos estos detalles son siempre bienvenidos y siempre gusta poder ver la presión de soplado o la potencia que entrega el motor en tiempo real.

PRESTACIONES*

SEAT ATECA 2.0 TDI 150cv 4Drive 6vel.

0-50 km/h 2,9 segundos
0-100 km/h 9,3 segundos
0-402 metros (1/4 milla) 16,2 segundos
Fuerzas G máxima en curva 0,8 G

*Obtenidas con el acelerómetro Beltronics Vector FX2

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: INTERIOR Y EQUIPAMIENTO

Algo común en las unidades del parque de prensa de la mayoría de marcas es que los modelos sean de acabado tope de gama y con muchos opcionales equipados. En esta ocasión tampoco fue una excepción y, es que del Seat Ateca básico –que parte de los 17.900 euros en promoción- a nuestra unidad hay un mundo. No solo cuenta con el potente y poco derrochador 2.0 TDI de 150 caballos, sino que también equipa tracción integral 4Drive y añade el acabado Excellence –el más alto y costoso de la gama, versión FR aparte-.

Este último viste de arriba abajo el interior del Ateca y nada más acceder al habitáculo los asientos con la parte central en color granate llaman poderosamente la atención por su presencia y curiosa tonalidad. La opinión de alguno de los pasajeros que estos días los han probado es que recogen bien el cuerpo si bien el mullido es algo duro para desplazamientos de más de dos horas.

En menos
de 4,4 metros encontramos un habitáculo espacioso y 485 litros de maletero

Sin ser un SUV de grandes dimensiones –recordemos que mide menos de 4,4 menos y utiliza la plataforma del Seat León-, la habitabilidad es buena con una gran sensación de espacio interior para su tamaño y con cinco plazas reales, si bien en la central trasera se va un poco apretado en viajes largos. Gustan detalles como los aireadores de la climatización en las plazas traseras, numerosos huecos para objetos de diverso tamaño o unos guarnecidos de calidad y con buenos ajustes generales. Poco que achacar en este aspecto, no hay duda que Seat ha subido mucho la calidad y acabados, aunque hubiese preferido un diseño interior general que lo distinguiera un poco más de otros modelos de la gama como el León.

Uno de los aspectos que más me ha convencido en el día a día ha sido la pantalla táctil central de 8 pulgadas que aglutina el sistema de infoentretenimiento Easy Media Connect, navegador, conectividad, sistema de sonido –el nuestro incluía el opcional Seat Sound System de 10 altavoces- y otros parámetros. El sistema también puede manejarse a través de los mandos del volante y el cuadro digital situado entre los relojes de la instrumentación, si bien es cierto que la pantalla táctil es todo un ejemplo por rapidez de accionamiento y respuesta. Los botones laterales ayudan a acceder rápidamente a cualquier menú.

Otro elemento interesante es el control por voz, que una vez acostumbrados a su “lenguaje” es muy sencillo de utilizar. Otro de los gadgets interesantes y poco vistos es el Connectivity Box -208 euros- que carga de forma inalámbrica tu teléfono con sólo dejarlo en el hueco del salpicadero ubicado bajo los controles de climatización. Elementos de seguridad como mantenimiento de carril o aviso de ángulo muerto son también aconsejables por su aporte en seguridad y buen funcionamiento.

El maletero alcanza los 485 litros – en las versiones de tracción delantera es de 510 litros- y destaca por sus formas regulares y aprovechables. También me ha convencido el sistema de plegado de los asientos traseros a través de un botón, que permite aumentar el espacio longitudinal de carga. D e forma opcional nuestra unidad añadía un siempre útil accionamiento eléctrico del portón trasero, si bien era algo lento desde que apretabas el botón hasta su apertura.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: CONDUCCIÓN

Desde los primeros kilómetros, el Ateca me ha sorprendido gratamente por sus maneras de turismo, con un aplomo y precisión superiores a los SUV de hoy en día. La posición de conducción elevada, suspensiones de mayor recorrido y un mayor peso e inercias, suelen jugar en contra del comportamiento de este tipo de vehículos. Sin embargo, y tal como me temía, Seat una vez más hace gala de marca con ciertos genes deportivos –más allá de su estética- y ha conseguido una puesta a punto muy equilibrada del conjunto formado por el chasis y las suspensiones.

Esto es especialmente palpable en carreteras secundarias, donde se desenvuelve mejor de lo esperado y ofrece una gran confianza en curvas de todo tipo. En ningún caso hablamos de un deportivo, pero sí que sale a relucir el trabajo de los ingenieros de Seat en la puesta a punto, ya que elementos como el cambio o la dirección son compartidos con otros modelos del grupo Volkswagen. Desde luego no hace falta optar por la versión FR para contar con un buen comportamiento en estas circunstancias. El modo Sport no me ha acabado de convencer ya que los cambios en la dirección  y el motor son poco apreciables comparados con el modo Normal. Entre curvas se agradece ese punto extra de dureza en la dirección si bien sigue siendo poco informativa del agarre de las ruedas.

Después de una buena ración de curvas, lo menos que se te pasa por la cabeza es que este Seat Ateca también sea válido para circular con garantías fuera del asfalto. Su buen hacer y comportamiento casi de turismo alejan esa idea de la cabeza, pero lo cierto es que el Ateca se defiende bien en vías no asfaltadas y caminos tortuosos. No hay duda que no es todoterreno, pero gracias al sistema 4Drive y al programa específico Offroad con ayuda de descensos, podremos afrontar con garantías ciertos obstáculos, siempre con sentido común. Con unos neumáticos de uso específico, el comportamiento debería mejorar exponencialmente. Para que te hagas una idea, la altura libre al suelo es de 18,7 centímetros prácticamente calcada a la del Mitsubishi Outlander que probé hace unas semanas.

La tracción 4Drive es especialmente recomendable para aquellos que vayan a usarlo en caminos o zonas con una climatología adversa y zonas montañosas, contextos donde se podrá sacar el máximo partido a los dos diferenciales electrónicos y el propio sistema Haldex. Lo cierto es que pese al apoyo de dos ruedas motrices extras, el comportamiento al límite ha sido configurado para que el Ateca sea netamente subvirador. En situaciones normales se comporta como un tracción delantera, aunque ante excesos de par puede enviar hasta el 50% al eje trasero. Además, esta versión 4Drive emplea un esquema de suspensión multibrazo a diferencia del eje torsional de las versiones con dos ruedas motrices. En el apartado negativo, el sistema añade unos 125 kilos de peso extra.

El Seat Ateca me ha sorprendido gratamente por sus maneras de turismo, con un aplomo y precisión impropios de un SUV compacto

En vías rápidas y curvas de alta velocidad más propias de autopistas y autovías, el Seat Ateca también saca pecho y circula con aplomo y sin ruidos aerodinámicos excesivos. De hecho sorprende la comodidad en esta condiciones gracias al trabajo conjunto de las suspensiones, insonorización del habitáculo y baja rumorosidad del 2.0 TDI, que a 120 kilómetros/hora circula por debajo de las 2.000 revoluciones gracias a una sexta velocidad de desahogo. El balanceo de la carrocería así como su movimiento longitudinal en cambios de apoyo a alta velocidad son contenidos y dan confianza al conductor.

En ciudad, los numerosos asistentes de conducción, en especial el sistema de visión de 360º grados y sus dimensiones compactas son de gran ayuda a la hora de aparcar o maniobrar en sitios estrechos. Aquí es donde más sale a relucir el bajo consumo del 2.0 TDI, aunque me sigo quedando con las mecánicas TSI por su finura de funcionamiento.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: ECONOMÍA DE USO

Esta versión del Seat Ateca 2.0 TDI 4drive con acabado Excellence que hemos probado arranca en los 30.980 euros, aunque los extras suben el precio hasta casi rozar los 34.000 euros en el configurador. Hablamos de una de las versiones más equipadas y potentes del Ateca, sólo por debajo de la equipada con el 2.0 TDI de 190 caballos, cambio DSG y tracción 4Drive. No obstante, durante la elaboración de esta prueba Seat ofrecía descuentos muy interesantes que permiten hacerse con los servicios de su SUV compacto desde 17.900 euros.

El consumo combinado oficial de esta versión es de 5,1 litros cada cien kilómetros, aunque en uso real se acerca a los seis litros. No hay que olvidar que contamos con el sistema 4Drive que penaliza el consumo por su peso y tracción integral. A pesar de ello, el propulsor turbodiésel 2.0 TDI es muy parco e incluso llevando ritmos alegres y sin preocuparnos por hacernos una conducción eficiente es difícil pasar los siete litros cada centenar de kilómetros.

En carretera convencional el consumo ronda los 5,5 litros mientras que en autopista aumenta sólo unas décimas gracias a los largos desarrollos y al par disponible a pocas revoluciones que ayuda a mantener con solvencia cruceros de 120 kilómetros/hora. Durante nuestro recorrido de pruebas de 145 kilómetros, el Seat Ateca 2.0 TDI 150cv 4Drive consumió 6,2 litros. La autonomía real supera los 850 kilómetros gracias al depósito de 55 litros.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: RIVALES

Volkswagen Tiguan: el primo-hermano del Ateca comparte mecánicas y chasis con el SUV español aunque tiene un estética más campera y poderosa. Su maletero alcanza los 615 litros -100 más que el Ateca- aunque su precio también es superior. Arranca en 23.200 euros y la versión equivalente a la probada cuesta, de media, 3.000 euros más.

Nissan Qashqai: el superventas japonés ha sido renovado este año y presenta una nueva imagen, mejor equipamiento y calidades que su antecesor. En su contra juega uno de los maleteros más pequeños de la categoría -430 litros- y un comportamiento menos dinámico que el Ateca. La gama de motores cuenta con dos gasolina turbo de 112 y 163 caballos y dos turbodiesel de 110 y 130 caballos. Existen versiones de 7 plazas.

Renault Kadjar: el crossover francés apuesta por la baza de la suavidad y comodidad. El sistema de tracción integral es el mismo que el utilizado por el Nissan Qashqai. Es ligeramente más largo que el Ateca -4,45 metros- y el maletero puede albergar hasta 472 litros. Desde 17.445 euros.

 

SEAT ATECA 2.0 TDI 4DRIVE: CONCLUSIONES

Seat ha puesto en el mercado un SUV redondo, sin grandes fallos que une la practicidad de este tipo de vehículos con el lenguaje y el ADN deportivo que se espera del fabricante español. Con un comportamiento más propio de un turismo y una configuración más dinámica que sus rivales, el Ateca es una de las referencias por comportamiento de su segmento. La estética deportiva y afilada, anticipa su carácter, mientras que el habitáculo transmite una buena sensación de calidad y un notable aprovechamiento del espacio interior pese a medir menos de 4,4 metros.

Además, esta combinación con el 2.0 TDI, potente y poco sediento, junto a la tracción integral 4Drive logra un conjunto muy completo y polivalente, listo para afrontar cualquier desafío, especialmente en situaciones de baja adherencia, dentro y fuera del asfalto. No es casualidad que el Seat Ateca sea el estandarte actual de la marca española con más de 11.000 unidades vendidas en lo que llevamos de 2017.

 

FICHA TÉCNICA

  SEAT ATECA 2.0 TDI 150cv 4Drive 6vel.
Motor (tipo): Diesel cuatro cilindros 16V turbo e intercooler
Cilindrada (cc): 1.968
Potencia (CV/rpm): 150 / 3.500-4.000
Transmisión: Manual de 6 velocidades
Velocidad máxima (km/h): 196
Aceleración 0-100 km/h (s): 9,0
Consumo medio homologado (L/100 km): 5,1
Largo/ancho/alto (m): 4,36/1,84/1,61
Peso en vacío (kg): 1.548
Emisiones CO2 : 129. Euro 6
Precio en euros: 30.980 (sin descuentos)
Lanzamiento: 2016