Mazda CX-60: un SUV premium que es más por menos

El CX-60 es el primer híbrido enchufable de la historia de Mazda. Se presentó esta última primavera con un precio de partida en España de 52.115 euros, que se reducirán a algo más de 48.000 euros cuando más adelante llegue su versión sin electrificación.

La calidad percibida y la priorización de las sensaciones de conducción han sido los dos focos de atención en los últimos lanzamientos de la marca, independientemente de su rango de precio. Pero con el CX-60 llega el momento de apuntar a cotas más altas.

El CX-60 quiere hacerle el 'undercut' a coches como el Audi Q5 y el BMW X3 que, con 60.210 y 66.850 euros respectivamente, son significativamente más caros. Por no mencionar otros productos como el Volkswagen Touareg eHybrid y el Volvo XC90 Recharge, que superan los 80.000 euros.

Mazda quiere posicionar a su nuevo buque insignia como una alternativa a los demás SUV premium y, a la vez, llamar la atención de los clientes más exigentes del segmento generalista a través de su precio. Su calidad interior y su nivel de equipamiento son sus grandes bazas frente al Toyota RAV4 Plug-In, con el que comparte horquilla de precios.

A bordo del CX-60, bastan unos pocos segundos para comprobar por qué Mazda se enorgullece de poner al conductor en el centro de sus productos. El piloto tiene a su disposición un pionero sistema mediante un reconocimiento facial que se encarga de regular automáticamente el asiento, el volante, los retrovisores y la pantalla del head-up display para fomentar una postura óptima, sin necesidad de ajustarlos individualmente.

Esto se fundamenta en un dato increíble: más de la mitad de los conductores se sientan mal al volante, con el consiguiente riesgo que eso puede conllevar para accidentes por mala visibilidad, lesiones físicas y aparición de fatiga.

Para solventar esta preocupación, el CX-60 le pide al conductor que introduzca en el sistema cuál es su altura y con ese dato todo el coche se adapta a su fisonomía para que pueda despreocuparse de este aspecto.

Y otro guiño al segmento premium es el hecho de que asiento y volante varían ligeramente su posición cuando se apaga el motor para que sea aún más fácil bajar del vehículo.

Más allá de este hecho, la filosofía de Mazda se deja ver en un interior minimalista donde la tecnología actúa de apoyo a la conducción en lugar de jugar un papel protagonista como es cada vez más frecuente en la industria. Y eso puede hacer las delicias de aquellos que prefieren los botones físicos en lugar de la proliferación de las pantallas.

El diseño del CX-60 responde a la filosofía Kodo, que busca crear sensación de movimiento incluso estando parado. Para el interior del vehículo, esto se traduce en el saber hacer de la artesanía japonesa y en unos materiales de primera calidad que lo consolidan como una propuesta premium.

En su equipamiento destacan propuestas como la posibilidad de montar asientos traseros calefactados para un mayor confort de todos los ocupantes, un sistema de sonido de 12 altavoces desarrollado por la prestigiosa firma Bose, además de CarPlay y AdroidAuto inalámbricos o un sistema de iluminación ambiental interno, cálido y suave sin estridencias.

La apertura del maletero es manos libres y el portón del maletero eléctrico, por lo que se puede abrir también sin necesidad de usar las manos. Detalles como un pomo de cuero para la palanca del cambio de marchas aportan ese plus que hace aún más agradable la conducción en el día a día.

MAZDA UNIQUE EXPERIENCE: SEIS AÑOS DE GARANTÍA

Los clientes de Mazda acceden al programa Mazda Unique Experience, que prolonga la sensación premium más allá del momento de la compra y la conducción para ofrecer tranquilidad en el mantenimiento y el uso cuotidiano.

Desde este 1 de septiembre, Mazda ha duplicado la garantía de toda su gama, hasta un máximo de seis años de antigüedad o 150.000 kilómetros.

Todos estos servicios de calidad para el cliente se engloban en el programa que se denomina Mazda Unique Experienc, el cual incluye entre otros;  la calidad garantizada, la asistencia en carretera, el vehículo de cortesía gratuito y la entrega del coche lavado, un sistema propio que agiliza las comunicaciones y gestiones entre concesionario y cliente llamado Caribou y un programa de mantenimiento gratuito asociado a Flexiopción.

El programa Mazda Unique Experience también tiene muy presente la conectividad del vehículo y permite que los técnicos del concesionario puedan efectuar diagnósticos remotos del vehículo en caso de posible avería, así como la posibilidad de recibir actualizaciones de software vía OTA para mejorar el infoentretenimiento y el funcionamiento del coche.