Los Renault 5 americanos: esteroides por doquier

Renault está en plena revolución, o 'Renaulution', como se han atrevido a llamarlo. De todo lo que mostraron el 14 de enero, tal vez lo más llamativo fue el prototipo de coche eléctrico urbano basado en las formas del mítico 5. Y un servidor, al verlo en ese color amarillo piolín, recordó unas versiones radicalemte opuestas a éste que se realizaron al otro lado del charco para las competiciones automovilísticas más salvajes que allí se celebraban.

La carrera deportiva de Renault siempre ha sido espectacular. Tal es así que a finales de los años 70, el Viejo Continente se le había quedado pequeño, de modo que quiso probar suerte al otro lado del Atlántico, un mercado en el que nunca ha tenido una tirada especial. Todo se gesta a raíz de la colaboración con su socio en esas tierras, AMC, con quien había entablado una colaboración en 1976 para vender el modelo. Y para fomentar su venta, se decidió ir por la vía deportiva.

Con Patrick Jacquemart al frente de la división, se decidió tomar parte en el Campeonato de la IMSA, enla categoría de modelos con cilindrada inferior a 2,5 litros. La mecánica se modificó hasta ofrecer 1.430 centímetros cúbicos e inyección para un caballaje superior a los 260 caballos. Exteriormente se crea la carrocería y chasis en los cuarteles de Michigan, al que se acoplan unas llantas BBS de 16 pulgadas.

En total se fabricaron dos ejemplares, uno de pruebas y otro de competición. En 1981 hace su aparición el Renault ''Le Car'' Turbo –Le Car era el nombre por el que se le conocía en Estados Unidos–, con Jacquemart al volante. En las dos primeras carreras se tuvo que retirar por problemas de fiabilidad del motor. El trágico final de la trayectoria del modelo ocurrió en la cita del circuito de Mid–Ohio, en el que el piloto perdió el control y murió de un latigazo cervical. Y así comenzó a germinar la idea del HANS por parte del Bob Hubbard, un amigo cercano a Jacquemart. El otro modelo parece ser que pasó a manos del coleccionista espaol Paco Ramos, de Classic Road Spain.

UN SAFETY CAR MUY ESPECIAL

El patrocinador de las 500 Millas de Indianápolis, PPG, quería que cada año una marca pusiera uno de sus coches como 'Pace Car' de la carrera. Para 1982, tocó el turno a AMC, quienes decidieron devolver el favor de su salvación a la marca del rombo, y propusieron al Renault 5.

El diseño, llevado a cabo por Dick Teague, de AMC, prescindía de todos los pliegues de la carrocería y dejaba las líneas más básicas del coche. Incoporaba incluso puertas de 'ala de gaviota', cuyo mecanismo se tomó prestado de Delorean. Sin duda, el vehículo impactó como se deseaba, aunque el ocupante lo pasaba un poco mal por la postura de conducción.

La base del coche era idéntica a las utilizadas en el prototipo de la IMSA y el motor estaba planeado para ser el mismo, sin embargo, finalmente se utilizó el cuatro cilindros turbo con 160 caballos del Turbo II.

Después de su cita en Indianápolis, el coche se quedó en una nave propiedad de la empresa Sunspeed, hasta que hace unos años llegó a nuestro país, España, comprado también por 'Classic Road Spain'. Años después tras la intervención del 5, la firma del rombo volvió a poner la base para el 'Pace Car' de la Indy, pero ninguno causó tanto revuelo como éste.