Retromóvil 2019: evolución ascendente

Al igual que el año pasado acudimos al pabellón 3 de Ifema, si bien este año los preparativos de la Cumbre del Clima se hacían notar. Frente a la gran tendencia global del respeto al medioambiente, los coches clásicos se hacían un hueco, como queriendo reivindicar que ellos también son parte de nuestra historia y que, ni mucho menos es el automóvil el responsable de todos los males. 

A la entrada ya encontramos palabras mayores como un stand con algunos Ferrari míticos, con el icónico F40 de corazón biturbo a la cabeza. Aproximadamente la mitad del pabellón estaba ocupado por expositores, mientras la zona del fondo correspondía a los repuestos y artículos de automobilia, y más allá el habitual mercado particular de clásicos.

Para los más sabios del lugar, la zona del Concurso de Elegancia dispuesta en zona de rotonda con las motocicletas en el centro era un lugar de contemplación y detenimiento. Cuatro categorías y vehículos de casi todas las épocas se disputaron la atención y las fotos de los asistentes. A destacar el despliegue de motos nacionales o la revolucionaria Henderson Four, la maravillosa recreación del Aston Martin DB4 Zagato, los fastuosos Rolls-Royce o un afilado Maserati Bora.

Otros expositores tampoco se quedaron cortos y pudimos contemplar algunos vehículos que figuran entre mis favoritos como el Ferrari Dino, el Aston Martin DB2 o el Opel GT 1900. En el área de subastas de coches clásicos contemplamos el inmenso Cadillac Fleetwood de Franco o un especialísimo Cadillax 38/60 Convertible Coupe de 1938.

Los aficionados a la competición pudieron disfrutar con el stand de Teo Martín en el que no faltó el HRT de Fórmula 1 o el Peugeot 205 T16 Dakar ganador de la prueba africana. Durante el fin de semana también se pusieron a pruebas las habilidades mecánicas con cambios de rueda del monoplaza español. 

Tampoco nos perdimos el desfile de moda vintage del club Seat 124, 1430 y 124 Sport por el medio siglo de vida del deportivo español, o los expositores del Mazda MX-5, Citroën o Barreiros, que también celebraban fechas señaladas.

El mercado de ocasión siempre merece una visita para poder tomar el pulso al mercado -parece que la burbuja va remitiendo- mientras apreciamos bonitas unidades de Porsche 911, Morgan, Ferrari o Alfa Romeo de distintas épocas. En un rincón, tampoco perdimos la pista a una buena colección de Vespinos y Mobilettes de otro tiempo. 

Las charlas y conferencias de personajes importante del mundo del motor también fueron protagonistas. El mismísimo Alex Crivillé, campeón del mundo de 500cc, presentó el libro “La última frontera. Españoles en el Campeonato del Mundo de 500”. También hubo coloquios en el espacio Barreiros o en el de AMV con el coleccionista francés Frank Allard.

El aparcamiento de clásicos, con más de 1.200 plazas reservadas, fue todo un éxito, especialmente la mañana del sábado. El tiempo respetó y permitió concentraciones del Club 124 y 1430, de Barreiros y del Mazda MX-5. En esta última convocatoria fuimos parte activa, y pudimos unirnos con nuestro Miata a otros 70 de distintas generaciones para celebrar el 30º cumpleaños del roadster japonés. Fue muy emotivo entrar todos juntos, en fila india, hasta el aparcamiento, ante el asombro de viandantes y conductores.

El fin de semana se saldó con un rotundo éxito, incluso pese al aguacero del domingo, que no quitó las ganas de acudir en masa a Retromóvil 2019. Las cifras están ahí: se superaron por primera vez los 30.000 asistentes, que disfrutaron de más de un millar de coches expuestos en una oda al automóvil del pasado.