Crónica ClassicAuto Madrid 2018: mejorando lo presente

En esta ocasión no pudimos acercarnos el viernes, el día más relajado y que permite ver con mayor tranquilidad todas las joyas dispuestas en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. El sábado acudimos a lomos de un Mazda MX-5 clásico de primera generación, y nos encontramos una avalancha de gente como en pocas ediciones recordamos.

Accesos a tope de clásicos, curiosos que alucinaban con la expectación generada y mucho madrugador dispuesto a aprovechar un día inolvidable. Poco después de la apertura -10 de la mañana-, el parking de clásicos colgaba la bandera de “todo completo”. Por suerte y con gran acierto, este año la organización había habilitado dos áreas de aparcamiento gratuitas junto al recinto ferial.

Y es que el interés de acudir anualmente a ClassicAuto Madrid no sólo está en la propia feria en sí, sino en el ambiente festivo y los clásicos populares (o no tanto) que los aficionados conducen orgullosos por los alrededores.

Este año, además de los habituales Seat 600, Renault 4L o Fiat 1430, hemos cazado otras maravillas como el Jaguar E-Type, Alfa Romeo Giulietta Sprint, Lancia Fulvia y Beta, un Opel Manta i200 o Porsches 911 de toda raza y condición. También hubo espacio para los preclásicos donde nos encontramos modelos como el Fiat Barchetta, BMW 850 CSi o Ford Escort Cosworth entre otros. Todo un museo viviente y un gustazo verlos rodar en vez de estar guardados en el garaje.

Este año se ha apostado por nuevas actividades y actos que abran aún más el espectro del automóvil clásico en nuestro país. Es el caso del acuerdo firmado entre ERM Events, promotor del evento y Filmoteca Nacional, mediante el cual se proyectaron varios cortometrajes de automóviles de principios de siglo recuperados por este organismo que preservar la historia y cultura del cine en España.

Las motocicletas también han ganado peso en esta novena edición gracias al monográfico de motos todoterreno hechas en España, que dispuso de algunos de los mejores ejemplos de los fabricantes nacionales con ejemplares excepcionales como las Ossa Desert 250, Fuego y Morini o las Bultaco Frontera, Matador o Enduro. En el apartado reservado a las carreras, también fue excepcional la muestra que expuso LaGlisse, con auténticas máquinas de carreras entre las que destacaron la Suzuki RG500 de Sheene, varias 250 GP de los ochenta y noventa o las Derbi de nuestro querido 12+1.

Los coloquios fueron otros de los puntos fuertes de este año en los que se charló de temas tan diversos como la historia del automóvil eléctrico, el futuro de los ciclomotores, el G.P de España de F1 de 1968 o las motos todoterreno hechas en España. Por primera vez los asistentes pudieron disfrutar de la restauración en directo del motor de un Porsche 911 clásico a cargo del especialista Valentin Motors. Tampoco podían faltar el ya habitual concurso de elegancia para clásicos previos a 1960, en el que hubo un altísimo nivel con los Pegaso Z-102 Serra y Touring o el bellísimo Ferrari 250 Pininfarina, o el de restauración de motos clásicas españolas anteriores a 1972.

Porsche aprovechó la celebración de su 70º cumpleaños para traer un despliege a cargo de clubes y concesionarios, así como el propio programa de restauración oficial del fabricante de Sttutgart. Todo ello acompañado con un concurso de restauración que acabó ganando un precioso e inmaculado Porsche 964 Carrera RS. A destacar también la colección Cascos de Leyenda, viva imagen de la evolución de este elemento de seguridad en un recorrido a través de los cascos de algunos de los mejores pilotos de la historia: Agostini, NIeto, Phil Read, Hailwood...

Durante esta edición también tuvieron lugar numerosos homenajes. Se recordó al empresario Rafael Onieva, creador de la marca ROA, de la que se expusieron varios modelos entre los que destaca el popular motocarro. El Renault Dauphine cumplió 60 años mientras que el no menos popular Citroën 2CV alcanzó los setenta con una amplia representación de clubes y vehículos expuestos. Otros de los recordados durante ClassicAuto Madrid 2018 fueron el piloto de motos Carlos Morante y el restaurador y empresario Francisco Pueche.

Por si fuera poco, un año más no faltó el Car&Bike Corral, donde el público pudo poner a la venta automóviles anteriores a 1990, el Food & Drink Village que ofreció comida americana –y también bocadillos del mejor jamón español- a los asistentes, así como una amplia representación de automobilia que hizo las delicias de los aficionados ávidos en la búsqueda de recambios y accesorios para sus vehículos o simplemente una maqueta libro o recuerdo de su automóvil favorito.

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