¿Veremos la carrera más rápida de la historia?

¿Veremos el Gran Premio más rápido de la historia? Muchos aficionados lo esperan tras la clasificación de ayer, pero el promedio de la carrera no depende tanto de las prestaciones como de que no haya coches de seguridad, ya sean reales o virtuales, durante la carrera. Es decir, una carrera limpia, sin incidentes. Y, por supuesto, con meteorología favorable.

Todo ello sin olvidarnos de un detalle clave: el consumo. Habrá que ver hasta qué punto los pilotos pueden ir pie a tabla todo el tiempo.

No será fácil. Hacerlo representaría batir un récord que data de hace 15 años. Fue en 2003 cuando Michael Schumacher y su Ferrari completaron el GP de Italia a 247,545 kilómetros/hora. Desde entonces se han acercado en cuatro ocasiones, la última de ellas el año pasado, cuando Lewis Hamilton hizo 243,267 km/h.

Si nos fijamos en Spa-Francorchamps las posibilidades existen, pero no son sencillas. Este año, en el trazado belga, Vettel ganó a 221,157 kilómetros/hora frente a los 218,183 de la temporada anterior. Una ganancia de aproximadamente un 1,4%, que, de mantenerse en Monza, supondría casi 3 kilómetros/hora. En ese caso se alcanzarían los 246,2, aún necesitaríamos más.

En tiempo, eso significa que para llegar a un crono de 1h.14’19"837, Hamilton debería ganar 1'12"484 sobre su tiempo del pasado año (1h15'32"312), es decir ganar prácticamente 1'360 por vuelta.

En 2005, a Montoya le faltaron apenas nueve segundos para mejorar el récord. En 2006, a Kimi, poco más de 30.

Pero no cabe duda de éste será un aliciente añadido al Gran Premio de Italia

Las expectativas son altas tras la clasificación. Los cuatro primeros de la parrilla han rodado más rápido que el tiempo de la mejor Pole de la historia, la que en 2004 lograra en este mismo escenario Rubens Barrichello, a 260,395 km/h, en este mismo escenario. No hay comparación posible con respecto al pasado año porque llovió en la clasificación.