Triple Corona o Fórmula 1: la decisión no puede esperar

Andretti lo dijo por amistad y por aprecio del piloto, sí. También porque sabe que su padre, el gran Mario, intentó con todas sus fuerzas la Triple Corona en sus últimos años. Pero, sobre todo, lo admitió por 'egoísmo' de jefe de equipo. "Así el año que viene lo tendré en el equipo de IndyCar".

No sé si será posible o no. Eso de ganar Indianápolis con Honda el mismo año que corres en Le Mans con Toyota sería desde luego un puntazo, aunque no creo que las partes lo vieran con buenos ojos. Pero el reto está ahí. Y cabe recordar que Zak Brown, Eric Boullier y Luis García-Abad estuvieron en el GP de Detroit de la IndyCar en una prospección del terreno.

No sólo Michael Andretti lo quiere. También lo quiere Graham Rahal, el hijo del propietario del equipo y a la vez piloto dijo hace apenas una semana que Andretti confirmaba su interés por el asturiano. 

Esta victoria en LA CARRERA, tal como la define Marc Gené a Le Mans -Marc tuvo la angustia de llevar el coche en el último relevo y supongo que debía oír mil ruidos que presagiaban rotura o sensaciones de que el coche pinchaba y se iba fuera- y conoce la emocionante alegría de cruzar la línea de meta como ganador, "algo que es inolvidable, la mejor sensación que jamás puedas soñar". Seguro que hará reflexionar muy mucho a Fernando y su entorno y a Zak Brown.

Es cierto que la elección estaba ya en el aire: Fórmula 1 o IndyCar. Pero la decisión era algo que quizás podía esperar. Pero tras la victoria en Le Mans, las 500 Millas de Indianápolis se convierten en algo perentorio. Visto desde otro punto de vista, es la oportunidad de conseguir la Triple Corona mientras todavía es piloto de Fórmula 1.

Fernando ha dicho por activa y pasiva que los resultados de este año de McLaren no son determinantes en su elección, que él supedita su estancia o continuidad en la Fórmula 1 al giro que pueda dar la categoría cara al futuro. Es decir, más espectáculo, mayor competitividad, divertirse…. y los que ganan nunca se aburren, ciertamente.

La evolución del motor Renault, del chasis McLaren, la reordenación del equipo tendrán mucho que ver en su decisión, claro. Pero también esas ansias de Triple Corona. 

¿Saltarse de nuevo el GP de Mónaco para acudir a Indianápolis? Es una posibilidad, claro. Que no gustaría nada a Chase Carey y Liberty Media, tampoco a los organizadores monegascos. Algunos pilotos de IndyCar que han corrido este año Le Mans posiblemente le habrán indicado que ahora, con el nuevo coche de IndyCar, no le sería tan fácil afrontar la carrera como un ‘bolo’ porque es más difícil de conducir.

La decisión no está tomada, es evidente. Estamos ante un encaje de bolillos o un juego de carambolas a tres bandas: tres campeonatos, tres motoristas, dos de ellos poco menos que incompatibles.

La afición alonsista, desde luego, rugirá porque intente Indianápolis. El sueño sería que Indianápolis y Mónaco no coincidieran y que en 2019 su piloto ganara Mónaco, Indy y las 24 Horas. ¡Sería rizar el rizo! Triple corona en un mismo año. Imposible porque Mónaco e Indy sí coinciden en fecha. Si hubiera decalaje, un problema para la calificación de Indy, pero salvable: bastaría que calificara el coche otro piloto (incluso uno ya calificado) como ya se hizo en la época de Jim Clark.

En cualquier caso, me temo que la Triple Corona tendrá que esperar. No veo nada claro lo de simultanear Toyota en la segunda parte de la Super-Temporada WEC y Honda en Estados Unidos no parece muy factible… aunque siempre nos quedará la solución de Chevrolet para IndyCar.