El tercer coche de F1 no pasará el corte

Es cierto que cíclicamente se habla del tercer coche, en ocasiones para completar la parrilla, en otras, para que se pueda formar a los jóvenes pilotos que vienen de los programas 'academy' de las diferentes escuderías. La ausencia de test es un lastre para la mayor parte de jóvenes, que necesitan uno o dos años de experiencia para comenzar a sacar jugo a los coches. 

Pero obviamente en este caso se trata de una petición desesperada para evitar que el prometedor Esteban Ocon se quede sin volante en 2019, como lo fue la petición de Ferrari en 2009 para admitir un tercer coche en 2011... que sería para Valentino Rossi, en este caso por razones más mediáticas y de marketing que por razones meramente deportivas.

El tercer coche representaría un cambio total en la filosofía de la F1… aunque tanto éste, como los coches cliente, fueron lo habitual hasta finales de los 70, pero en los 80 ya imperó la regla de los equipos que debían, además, ser constructores. Poco después llegó también la regla de alinear sólo dos coches en la parrilla de salida y con decoraciones idénticas. 

La propuesta de Toto Wolff tiene muchas cosas de positivas y otras negativas. Y, desde luego, nadie cree que supere el corte. Para un gran equipo, alinear un tercer coche supone un gasto relativo para los grandes: unos 30 millones de euros según mi amigo Marc Limacher, especialista en temas de política y economía de F1, a lo sumo 40.

Un coste más que asumible… aunque fuera a riesgo de suprimir la pirámide de ascenso. Se podría coger a un piloto de éxito en las categorías inferiores y completar su formación con ese tercer coche. Es algo que ya expusimos a primeros de mes en este mismo blog. 

Pero los equipos pequeños no pueden aceptarlo de ninguna de las formas. Sería incluso peor que esas sinergias que acaban convirtiendo una escudería pequeña en equipo B de un motorista, tal como sucederá ahora con Haas y Sauber respeto a Ferrari y Toro Rosso con respecto a Red Bull, retornándose así a la práctica que dio nacimiento al equipo Toro Rosso.

Si Ferrari y Mercedes alinean un tercer coche, lo normal es que ahora los equipos cliente, en lugar de batallar por la séptima plaza de carrera, sexta si hay un problema delante, luchen por la octava o novena. Las posibilidades de puntuar disminuirían… y las de captar patrocinadores también.

Christian Horner le ha cantado las cuarenta a Toto Wolff cuando se lamenta de que Ocon no encuentra volante –no lo hace porque Alonso no lo encuentre… quizás porque teme que si Fernando encuentra acomodo en un rival grande, las cosas se le podrían difíciles– y critica a los otros equipos. Nadie quiere un caballo de Troya en casa, un piloto de un gran rival infiltrado. 

Horner se lo ha dicho claramente a Wolff: o aflojas la mosca –bueno, firmas el cheque correspondiente– y lo colocas en uno de tus clientes o bien, lo liberas. En otras palabras: el talento y potencial de Ocon gusta a muchos, pero si tiene contrato supeditado a Mercedes, está claro que está en el lugar equivocado y en el momento inoportuno, es decir, tiene todos los números de convertirse en una víctima colateral.

Y por la misma razón no se autorizará la venta de coches a equipos privados. Todos los pequeños equipos cliente saben que eso significa su muerte, al menos como constructores. Un Mercedes o Ferrari gestionados por alguna de las estructuras que hoy están en F2 posiblemente sería más competitivo que un equipo Williams, Sauber o Force India,  ¡y por un coste netamente inferior!

Es cierto que visto con prisma global, tanto el tercer coche como los coches cliente son un camino de posible solución o atenuanción de la crisis actual de la F1, como lo serían la admisión de coches de un mismo equipo con publicidades diferentes –algo que intentó BAR y no le admitieron– o escuderías con un solo coche en pista.

Uno tiene la impresión de que en el fondo, pese a los evidentes problemas de sostenibilidad técnico-financiera de la F1, globalmente todos los equipos pequeños en el fondo rezan por un objetivo: '¡Madrecita, déjame como estoy!'