Silverstone será territorio Mercedes y nadie espera otra cosa

Pero en el paddock de la F1, las llamadas de 'alerta' de Toto, los 'miedos' y 'dudas' ya no surten efecto. Pocos les dan credibilidad y se lo toma más como una postura de 'marketing' para llamar la atención sobre la prueba y también para intentar mantener a los suyos concentrados y en tensión porque sabe que el peor enemigo de Mercedes en estos momentos es que su superioridad entrañe una relajación del equipo que lleve a cometer un error. 

Desde 2013, los Mercedes han ganado aquí con una sola excepción, 2018, cuando Vettel superó a Hamilton pese a un fuerte dolor de cervicales que estuvo muy cerca de hacerle desistir de correr el sábado.

La verdad es que todos dan por descontado un nuevo dominio de las flechas negras. Pero detrás, el morbo es 'total'. ¿Se acercará Racing Point a Red Bull? ¿Levantará algo la cabeza Ferrari o seguirá en espiral descendente? ¿Mejorará McLaren? Preguntas por el momento sin respuesta.

La mayor parte de equipos traerán algunas actualizaciones. No ha habido tiempo, salvo pequeños detalles, para introducirlas antes. Y en todos los equipos hay algún elemento de incertidumbre. Mercedes tuvo algunos problemas de motor debidos a un sensor; sobre el papel algo superado, peor habrá que ver como funcionan con altas temperaturas. Red Bull se lamente de cierta imprevisibilidad aerodinámica y se reúne con Honda para detectar dónde está el problema de no disfrutar de la competitividad deseada. Ferrari completará el pack estrenado en Hungría con las piezas más importantes del mismo. McLaren también traerá actualizaciones. Y Renault quiere confirmar progresos.

Todos estos equipos cruzan los dedos. Corren este fin de semana aquí. También lo harán el próximo, antes de poner fin al periplo de tres GP consecutivos en Barcelona. Así que lo que veamos este fin de semana será muy posiblemente lo que veamos los dos fines de semana siguientes. El temor de la F1 es que, según el resultado, el título puede quedar visto para sentencia. Un doblete de Mercedes combinado con un 'reparto de puntos' entre los perseguidores daría a las flechas negras una ventaja poco menos que irrecuperable.

Tal como están las cosas, diríase que hay más morbo por saber quién es el 'mejor de los otros' que por saber si alguno pondrá fin al reinado de Mercedes. Y sobre todo ver si el clon del W10, el Racing Point, mantiene la competitividad mostrada hasta ahora. Pocos, muy pocos, apostaría por otro resultado que no fuera un doblete Mercedes, salvo contratiempo inesperado.

Silverstone es un circuito de alta velocidad, pero diferente a Austria; sus curvas son mucho más veloces y el pasado año la punta estuvo en 337 kilómetros hora. Uno de los puntos de interés es saber si el clasificación se superarán los 250 kilómetros hora de promedio; el récord lo estableció el pasado año Valtteri Bottas a 249,228 kilómetros hora y está claro que ello implicaría rodar por debajo de 1'25". Y por si hubiera alguna duda, el pasado año Hamilton ganó aquí con 24" de ventaja sobre Bottas.