Paul Ricard no es circuito de Gran Premio

No es un anacronismo, sino una percepción. La posibilidad de trazados, la facilidad para probar en mojado –gracias a su sistema de riego por aspersión– y sus espectaculares escapatorias asfaltadas –donde el error de pilotaje no se paga, ni el coche resulta siquiera mínimamente dañado– apoyan la primera de las afirmaciones.

Pero la carrera de este pasado fin de semana, el hecho de que sea difícil situar a los coches en la pista y sus sicodélicas rayas en las escapatorias –que llegan a ser mareantes, pero que al menos evitan tener la impresión de que corren en medio de la nada– apoyan el segundo aserto.

Me temo que Paul Ricard no es un circuito fácil para el piloto por la ausencia de referencias. Ello hace que sea complicado juntar los mejores tiempos de cada sector para la vuelta perfecta, aunque Carlos Sainz y Lewis Hamilton lo hicieron.

Incluso el público debe tener en ocasiones dificultades para saber si el coche va por lo negro o se ha ido largo y para tener una idea de la distancia real entre dos coches en algunas zonas de la pista.

Todos los pilotos han reconocido que la carrera fue tediosa, pero era algo que ya se temía. Buena parte de ellos, además, han pedido que se eliminen las chicanes de la gran recta de atrás. Quizás el DRS pueda aportar algo más al espectáculo sin ellas, o quizás sea una forma de evitar posibles penalizaciones.

Me parece que estás cuestiones son mucho más relevantes que los embotellamientos en los accesos que tanto preocupaban a los organizadores tras la edición del año pasado.

Y son cuestiones que se plantean, de una forma y otra, con su particular peculiaridad, en buena parte de los circuitos, y a las que la FIA debe dar respuesta.

Tal como veo las cosas, Paul Ricard no es ahora mismo circuito de Gran Premio. Incluso trazados como Bakú o Marina Bay merecen más este calificativo que la pista francesa, que en sus inicios maravilló a todos. Me parece más cercano a aquella carrera en un parking en Las Vegas hace ya muchos años, aunque con un decorado mejor.