Nunn: De los sinsabores de la F1 a los éxitos en Estados Unidos

Piloto de motos antes de pasar a las cuatro ruedas casi por causalidad. Pronto montó su equipo, destacó en Fórmula 3 e incluso lo llamó Lotus para correr en F3, pero Nunn se convenció a los 31 años que era mejor ser propietario y gestionar un equipo. Ello le llevó, además, a fundar en 1971 su propia marca, Ensign, que en su momento fue una de las más reputadas de la F3; en 1972 sus dos pilotos lograron ganar diez carreras entre los tres campeonatos británicos de Fórmula 1.

Uno de sus pilotos, deseoso de saltar a F1 y con medios suficientes para hacerlo, el piloto de Liechtenstein Rikky von Opel, descendiente de los fundadores de la marca germana Opel, accedió a la categoría con el equipo de Nunn. No tuvieron mucho éxito –el mejor resultado en su historia fue un cuarto puesto– y siempre tenían problemas de presupuestos. Nunn logró el apoyo del multimillonario de Macao y entusiasta de las carreras Teddy Yip, que tenía un equipo, Theodore Racing. Unieron fuerzas hasta que en 1982 Yip compró el equipo.

Nunn se marchó a Estados Unidos para ejercer como ingeniero, olvidándose de la gestión de un equipo, sobre todo de la búsqueda de finanzas. Roberto Guerrero le facilitó el entrar en el equipo de George Bignotti. Después pasó por Newman-Haas con Mario Andretti y más adelante se ocupó de Emerson Fittipaldi para Pat Patrick, con el que ganó en 1989 tanto la CART como las 500 Millas en 1989. Después pasó a trabajar con Chip Ganassi, primero con Zanardi y después con Montoya.

Ello le llevó en el año 2000 a fundar su propio equipo, con Tony Kanaan y después, para 2001, recuperó a Zanardi, que se había quedado sin volante en F1. Fue en uno de sus coches en el que Zanardi tuvo su grave accidente de Lausitzring. En 2005 subastó su equipo y continuó ligado a la Indycar como asesor de Chip Ganassi.

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