Nosotros, los Solberg-Walfridsson

Pero Petter Solberg no tiene ese problema. El excampeón del mundo de rallies y de rallycross, se lo ha propuesto a su mujer Pernilla, un solo regalo, de cumpleaños y por San Valentín, y esta ha aceptado rápidamente y entusiasmada. Los dos, con su Ford Escort Mk2, 1800 RS toman parte en el Sweden Historic Rally, la prueba reservada para los coches clásicos de rally que se desarrolla junto al Rally de Suecia del Mundial.

Bueno, correr juntos no es una primicia. Ya lo hicieron en otras ocasiones, no en vano este es su cuarto Rally de Suecia Histórico y ganaron las tres ediciones anteriores en las que tomaron parte. Y es que Petter y Pernilla no son una pareja cualquiera, sino unida por los rallies.

Pernilla de hija de Per-Inge Walfridsson, uno de los mejores pilotos de rallies y rallycross suecos. Sus tíos, Lars-Erik y Stig-Olov también despuntaron en ambas especialidades hasta el punto de que en Suecia se hablaba de la 'dinastía Walfridsson'.  

Pernilla brilló como piloto, fue campeona de Suecia de rallies y ha disputado nada menos que 14 pruebas del Mundial de Rallies como piloto. Su hermana Linda, hizo de copiloto y su madre, Inga-Lill, ocasionalmente también fue copiloto de su padre, Per-Inge. Su hermano Jonathan también corre, aunque amateur. Su primo Jimmy, hijo de Steve-Olov, también hizo rallies. Su sobrina Felicia, hija de Jimmi se cimenta en las categorías infantiles de rallycross y autocross. Su primo Lukas, hijo de Lars-Erik apunta a disputar el Mundial de Rallycross.

Petter Solberg también es de dinastía de pilotos. Su hermano Henning disputa el Rally de Suecia del Mundial, su cita anual después de haber corrido el Mundial como privado algunos años. El padre de ambos fue uno de los grandes ases noruegos de rallycross

Así que a nadie debe extrañarle que Oliver Solberg, el hijo de Petter y Pernilla, esté asombrando en su debut en los rallies. Él tiene apenas 16 años, pero ya destaca y parece querer disputarle a Kalle Rovanperä el liderazgo de la joven generación del futuro.

Ni imagino reuniones familiares hablando del tiempo –a no ser que se refieran al tiempo que hacía o hará durante una carrera– o de que las cosas no van como debieran. Lo suyo debe ser hablar de carreas, colocar vasos y platos formando un tramo y con el tenedor explicar las 'derrapadas' que han hecho. Y resolver las controversias en el terreno idóneo para un duelo: la pista de rallycross más cercana o improvisada en los alrededores. Los suyos sí que son 'piques' de verdad.

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