Microondas y freidoras: la solución a las emisiones está en la cocina

Dos soluciones que no tienen nada tecnológico en común, cuyos modos de actuar son absolutamente diferentes, tanto que uno está pensado para los motores de gasolina y el otro para los Diesel. Pero que tienen un nexo común: están en nuestras cocinas.

¡Sí, sí, en nuestras cocinas! Y no se trata de un plato especial concebido por ese fanático del motor que es Nandu Jubany –que ha corrido el Dakar en moto–, ni por los hermanos Oyarbide –grandes amigos de Carlos Sainz y que tenían un restaurante que era referencia en Madrid, donde muchas veces despedimos a Carlos rumbo de sus primeros Dakar- ni tampoco a Karlos Arguiñano, que tiene equipo en el Mundial de Moto, o Alberto Chicote, a quien las carreras le molan. Sino en la tuya y en la mía.

Porque supongo que en tu casa tienes microondas y probablemente una freidora. Pues bien, una startup germana, MWI, propone el 'encendido por microondas' en los motores de gasolina. Sustituir la bujía por un emisión de microondas. Precisamente de ahí viene el nombre de MWI, Micro Wave Ignition.

Ojo, no es un proyecto de iluminados. Entre los accionistas de esta startup está un tal Wendelin Wiedeking, hasta hacer muy poco el 'capo' de Porsche, quien está convencido "que MWI es una innovación con un gran potencial en el mercado".

La ventaja con respecto a la utilización de una bujía sería la de encender la mezcla gasolina-aire de forma mucho más rápida y uniforme, y sin elevar tanto la temperatura. Es algo que se ha intentado hacer de muchas maneras, como los motores de doble encendido –con dos bujías– o incluso con los motores DiesOtto de Mercedes, tecnología base para lo que se usa hoy en la F1. Es algo muy sencillo de implementar en los motores actuales. Y el ahorro podría ser espectacular: hasta un 30% de consumo y hasta un 80% de las emisiones.

La otra solución viene de la mano del Grupo Volkswagen y Bosch. Audi lleva tiempo investigando, junto a Bosch, combustibles alternativos basados en la gasolina o el gasoil. El R33 Bio-Diesel es una mezcla de gasoil con aceite reciclado procedente de los fritos, especialmente de las patatas fritas industriales. Una vía que ha sido estudiada junto con Bosch para su Diesel CARE, iniciales de los conceptos CO2 Reduction, Artic grade, Renewable, Emission Reduction.

Este combustible es producido ya, en pequeña escala, por Shell y nada menos que 1.000 coches corporativos de Bosch, los que llevan los directivos, lo usan ya que Bosch ha implantado puntos de suministro en algunas de sus grandes sedes. También Volkswagen ha hecho lo mismo, comenzando por Wolfsburg y alguna fábrica de la firma.

"Los carburantes renovables o sintéticos pueden contribuir notablemente a la reducción de las emisiones de CO2. Tendrían un impacto ambiental mucho más rápido que si fiamos la solución a la sustitución de los vehículos térmicos. Y además no necesitaría poner en pie una infraestructura ya que las actuales gasolineras servirían", señala Volkmar Denner, el CEO de Bosch, que bautiza a su combustible como Diesel CARE.

El aceite ya utilizado es reciclado, convertido en materia grasa, que se filtra, limpia y procesa para ser mezclada con el carburante Diesel tradicional. Aquí no es que el automóvil emita menos CO2, sino que en el ahorro de emisiones globales se cifra en el 20% con respecto a un Diesel…. Hablamos del ahorro global, es decir desde la extracción del petróleo hasta su consumo en el automóvil, pasado por la 'destilación'. Y es que el aceite ya llega con su proceso de emisiones de CO2 amortizado, no entra en la cuenta porque ya está usado.