Mercedes, Renault, McLaren y Williams, o el juego del cambio de cromos

¿Es una posibilidad? ¿Es algo real? No lo sé. Pero es una operación que tiene una cierta lógica…. e incluso nos trae reminiscencias del pasado, cuando McLaren logró convencer a Honda que se fuera con ellos en lugar de mantener la apuesta con Williams. Hablamos de 1988, cuando Williams debió conformarse con el motor Judd en lugar del Honda con el que había sido campeona de pilotos en el 1987 y de constructores en 1986 y 1987.

Un 'cambio de cromos' en el que dos protagonistas tienen experiencia reciente: McLaren y Renault, que unieron fuerzas, unos descontentos con Honda y otros con las críticas feroces de su cliente Red Bull, que además superaba claramente en prestaciones -por no decir ridiculizaba- al equipo oficial de la marca francesa, si bien es cierto que por entonces estaba aún en fase de formación

Lógica porque hay muchas partes que salen ganado. Williams, por ejemplo, un motor que podría ser más económico. Renault, un equipo que seguramente estará por detrás suyo y que le plantea la molesta situación de estar por detrás de su cliente. Y McLaren porque gana al saltar a un mejor motor, que puede facilitarle el escapar definitivamente a la 'segunda división', abrir un hueco con ésta y acercarse, por no decir engancharse al pelotón de cabeza.

Sin embargo, en esta ocasión no sucedería como cuando se firmó con Honda, que los aficionados vivieron el sueño de recuperar los tiempos en los que la entente McLaren-Honda creó un binomio invencible. Por más que durante muchos años McLaren-Mercedes fue la gran, por no decir única, alternativa a Ferrari en la batalla por el título.

Es cierto que en su día McLaren –Ron Dennis– presionó mucho a Honda para que volviera, convencida de que la única opción para seguir siendo un equipo ganador, pasaba por ser equipo oficial de un motorista, cosa que no sucedería con Mercedes y que desde luego no podría suceder con Ferrari por motivos comerciales (el mercado GT, donde compiten) obvio. Es la misma razón -y también porque estaba convencidos de que Renault no invertiría nunca lo suficiente- por la que Red Bull aceptó el trueque.

McLaren, con ese paso, renunciará a la aspiración de ser 'equipo oficial', se conformaría con ser 'cliente', quizás sin derecho a la última especificación, quizás un paso por detrás. Pero en cualquier caso una posición mejor de la que ocupa en la actualidad.

Aquí, en esta transacción, quien tiene todo por decir es Mercedes. ¿Le conviene dar motores al único equipo que, sobre el papel, podría ser capaz de construir un chasis ganador?  En el momento actual, la marca de la estrella creo que puede permitirse ese riesgo, incluso con el cambio de reglas previsto en 2021. McLaren es un equipo que debe crecer mucho para ser de nuevo ganador y eso toma su tiempo.

Está una segunda parte de la cuestión. Si Mercedes tiene hoy equipo propio es por 'culpa' de McLaren. Entre las dos partes surgieron serias desavenencias que llevaron a la ruptura, no diré que traumática pero poco debió faltar.

En los años triunfales, Mercedes tenía el 40% de McLaren, pero no tenía 'voto'. Entre Ron Dennis y Mansour Ojjeh tenían el otro 60% –no estoy seguro de que el fondo soberano de Baréin fuera accionista por entonces– y se negaron a ello, a vender un porcentaje adicional de acciones a Mercedes ara que ésta tuviera mayoría y por tanto poder decisorio.

La estrella reaccionó de forma contundente. Puso a la venta sus acciones en McLaren y compró Brawn GP para formar equipo propio a partir de 2010. Eso sí, el acuerdo de ruptura estipuló que McLaren gozaría de cinco años de motores Mercedes.

Es cierto: los hombres que tuvieron el protagonismo en aquella ruptura, tanto en Daimler como en McLaren, ya no están al frente de las decisiones; en unos casos están jubilados y en otros, han debido salir de la empresa. Y en todo caso, nunca digas nunca jamás en la Fórmula 1, porque lo que hoy es imposible mañana puede ser realidad… y si no pregunten a Ron Dennis y Fernando Alonso como después de aquel tormentoso 2007 volvieron a unir sus fuerzas…. porque en el fondo lo personal queda atrás cuando es cuestión de negocio.

Como se ve, pros y contras a sospesar en la balanza. Pero en todo caso, si hay decisión favorable el trueque, éste no debería demorarse mucho porque los coches de 2020 ya comienzan a estar en fase de diseño.