McLaren aceptaría el techo presupuestario: Limitarse o morir

Pero no es una sorpresa. No es la primera vez que Zak Brown se expresa de esta forma y, desde luego, sabe de lo que habla. "Hace falta que el modelo económico cambie. No es el conveniente para los equipos independientes. Están Mercedes y Ferrari, con sus equipos satélites y los demás. Nosotros acogeríamos favorablemente la limitación del presupuesto".

A buen entendedor, pocas palabras bastan. Brown, hombre de marketing, que conoce los entresijos del mundo de la comunicación y del pastel publicitario, sabe que para McLaren reunir los presupuestos de los grandes es inviable y lo mismo sucede para los 80% de la parrilla; incluso un equipo marquista como Renault puede tener dificultades con el presupuesto libre.

No es la primera vez, como hemos dicho, que Brown se muestra favorable al establecimiento de esta norma. Ya en septiembre del año pasado consideró como "inevitable una norma de este tipo" y recordó que buena parte de los deportes la tienen… aunque en ellos el factor tecnológico no sea el principal y clave. Y el pasado mayo explicó que McLaren podría aprovechar el límite presupuestario para entrar en otras categorías.

El techo de presupuesto es la clave no ya para la supervivencia de McLaren, sino incluso de la F1. Una supervivencia, esta última, que él necesita por sus múltiples inversiones en el mundo de la comunicación y redes sociales ligadas a la competición.

Liberty desea un límite de 128 millones de euros. Si a éste le sumamos salarios de pilotos, del personal y costes de marketing, posiblemente vamos a estar cerca del dinero que en estos momentos gasta el equipo de Woking, una cifra muy inferior a la de Ferrari o Mercedes, incluso a la de Red Bull, pero superior a la de cualquier otro equipo independiente.

Brown sabe que en las condiciones actuales, para McLaren es casi impensable alcanzar las cotas de gasto de los equipos de marca. Lo mismo pasa con casi todos los otros equipos. 

"Nosotros tenemos ahora entre 200 o 300 persones menos que Ferrari o Mercedes, así que no necesitamos despedir personal. Simplemente necesitamos trabajar más y explotar todos los medios que tenemos", afirma. Es más, sabe que la decisión comportará la 'pérdida' de la prima especial que actualmente cobra McLaren… aunque quizás confía que el nuevo Pacto Concordia –el actual caduca en 2020– compensará con creces.

Los movimientos de McLaren dependen no sólo de que Liberty logre imponer este limite presupuestario, sino también de las posibles nuevas limitaciones en el empleo del túnel de viento y los programas de simulación o de las restricciones en otros aspectos. Antes de decidir multimillonarias inversiones tecnológicas, hay que asegurarse de que no quedarán obsoletas de la noche a la mañana por una decisión reglamentaria.

Desde hace tiempo el equipo de F1 está sin un gran patrocinador. La ruptura con Honda ha sido ruinosa en lo económico y de momento ha aportado muy poco en lo deportivo.

Con Brown se han firmado varios acuerdos, pero no parece que estos puedan permitir disfrutar de la liquidez necesaria. Los accionistas de McLaren hicieron una aportación especial al equipo a finales de la temporada pasada, pero esto no puede convertirse en norma. Y está la 'recapitalización' que ha hecho Nidala Group, ligada al padre de Nicholas Latifi.

El grupo tiene ante sí un ambicioso programa de expansión de su gama, con un amplio programa de nuevos lanzamientos… Y en Gran Bretaña, diarios como The Guardian han publicado que el grupo podría afrontar unas pérdidas cercanas a los 70 millones de euros en el ejercicio pasado.

La F1 se enfrenta así a un problema. No es renovarse o morir, sino limitarse o morir. Rebajar costes para encontrar compradores o inversores. Mejorar el espectáculo para contentar al público… que en el fondo es la base de todo negocio.

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