Los WRC híbridos ofrecerán potencias cercanas a los monstruosos Grupo B... y me preocupa

Personalmente creo que la hibridación es un paso casi inevitable en los tiempos que corren. Pero me dan miedo las cifras que he leído. Un motor térmico idéntico al actual, es decir de unos 380 caballos de potencia –aunque la FIA dice que los costes serán controlados y podrían perder quizás un poco de potencia–, más un motor eléctrico de 134 caballos, es decir más de 500 caballos como en la época de los Grupo B o al menos muy cerca de ello, desde luego no menos de 450 caballos.

Pero si tenemos en cuenta que los WRC actuales son mucho más rápidos que aquellos Grupo B, por suspensiones, control de la transmisión y neumáticos, también aerodinámica, el nivel de las prestaciones rayará lo inimaginable. Las aceleraciones serán monstruosas, la velocidad punta también con lo que las frenadas serán mucho más críticas no sólo por la distancia sino por la 'brusquedad' que en las mismas pueden introducir los recuperadores de energía.

Está claro que los organizadores de las pruebas del Mundial van a tener muchos problemas para elegir los recorridos de forma que ofrezcan seguridad y para no superar esa velocidad media de 120 kilómetros/hora que se considera como el tope de seguridad y que ha llevado a algunos rallies a prescindir de tramos míticos.

Desde luego, los reconocimientos serán mucho más importantes. Los 'papeles' actuales deberán ser retocados en profundidad. Y sobre todo los ingenieros y pilotos tendrán trabajo extra para gestionar el uso de la energía eléctrica en función de los tramos, al menos de los más largos.

Es cierto que el desafío va a ser brutal para todos: ingenieros, pilotos y organizadores. Crucemos los dedos para que todo salga bien.