Los constructores huyen de la F1 y abrazan la FE

En el polo opuesto, la Fórmula E atrae cada vez a más constructores. BMW y Audi han oficializado su entrada, junto a Renault, DS, Jaguar, Mahindra, Faraday Future –aunque este futuro constructor tiene problemas para hacer emerger su proyecto–, Nio o Venturi. Por si fuera poco, Mercedes tiene en cartera su próxima entrada e incluso Ferrari y Porsche dejan entrever que lo está pensando.

Los constructores tienen cada vez más reticencias con la F1 y abrazan la FE… es decir la Fórmula E.

Lo que empezó siendo una competición un tanto exótica se está ganado un lugar preferente en el mundo de la competición. Más por razones de marketing que tecnológicas, puesto que el coche es común para todos, no hay libertad para las baterías ni ECU todavía y sólo el motor es libre, dentro de unos parámetros.

Tampoco por sus prestaciones, puesto que ni la potencia es elevada ni la autonomía suficiente, debiendo recurrir al subterfugio de cambio de coche a media carrera. Por el contrario, gracias a unos circuitos adaptados a la misma, las carreras son por lo general emocionantes y batalladas, espectaculares. Y eso es lo que a la postre hace que calen.

Su éxito es evidente. Las marcas la están aprovechando para mostrar que el eléctrico es el camino del futuro. Y las ciudades que la acogen la aprovechan para hacer 'pedagogía eléctrica' a sus ciudadanos y además dar imagen mundial de estar a la vanguardia en temas de protección medioambiental. Es por eso que ciudades como New York, París o Londres, en las que Bernie soñó –sin conseguir– un GP urbano se han apuntado a los e-Prix. Y en los entornos más carismáticos y céntricos.

Una jugada maestra que Alejandro Agag y su equipo han sabido llevar hacia delante y a la que no es totalmente ajena Liberty; el 'patrón' de la F1 tiene un porcentaje en la categoría desde antes de entrar en la misma.

"Es fascinante comprobar como los constructores, tanto si son marcas generalistas como fabricantes especializados, de todos los continentes, se adhieren. Es la demostración que la 'movilidad verde' anticipa el futuro. La Fórmula E corresponde a esta nueva realidad. La mitad de la población mundial vive en ciudades, en 2030 será el 70%, así que la 'movilidad verde' es vital para nuestra sociedad", ha dicho Jean Totd esta misma semana en New York al periodista belga Pierre Van Vliet de F1i.

Todt afirma que la Fórmula E es frágil todavía; que hay contención de costes porque algunos elementos, que están ya probados, son comunes; que están pensando admitir dos franquicias más ante la demanda de nuevos constructores. Y sobre todo que próximamente las mejoras en las baterías permitirán hacer toda la carrera sin cambiar de coche. Ese día, la Fórmula E habrá llegado a la mayoría de edad.