Los cambios en Ferrari y McLaren han acelerado los rumores de la 'silly season' en lugar de calmarlos

Ante las incertidumbres sobre el futuro de Renault y por tanto del hipotético retorno de Fernando Alonso a Esntone –donde debería enfrentarse una vez más a la titánica y poco gratificante tarea de remodelar y hacer crecer un equipo, sobre todo cuando el tiempo parece correr ya en su contra–, la prioridad mediática en estos momentos parece ser la de colocar a Sebastian Vettel en Mercedes, sí o sí, aunque sea entrándolo con calzador muy a pesar de lo que parecen ser los deseos de Toto Wolff.

Lo de calzador va por la apelación directa a Ola Källenius para que ‘salve’ al único piloto alemán que queda en la parrilla. E incluso de la F1, que no quiere ver como en un par de años sólo resta un campeón en las pistas –Kimi Räikkönen está ya entrando en la cuarentena–, Lewis Hamilton.

El golpe mediático que supondría alinear a dos campeones a la vez sería brutal. Bueno para Mercedes, dicen los defensores de esta opción. Wolff, por el contrario, tiene claro que no quiere volver a revivir la batalla interna entre Lewis y Rosberg. Si fue buena para Mercedes quizás se deba más a que no había rivales a su altura y ambos se repartieron victorias y podios. Pero sobre todo que repetir el escenario podría ser regalar una oportunidad de oro a los rivales, Red Bull o Ferrari.

Pero en Alemania están empeñados en ‘salvar al campón Vettel’ y eso pasa obligatoriamente por la no renovación de Valtteri Bottas, y afirman que puede estar ya en conversaciones con Renault… en detrimento de las opciones que se otorgan a Fernando Alonso.

¿Verdad? ¿Cábala? ¿O medida de presión para la renovación de Lewis Hamilton? Pero todo estos movimientos están condicionados. Condicionados a que Mercedes y Renault quieran seguir como equipo en la F1. Incluso que quieran seguir como motoristas.

Hasta ahora los movimientos hacia delante sólo han interesado a dos equipos, Ferrari y McLaren, quizás los dos únicos que en estos momentos resultan atractivos por su nivel y la seguridad de que seguirán comprometidos con la F1. Los demás o no son suficientemente atractivos o por el momento no pueden ofrecer esa seguridad, todo lo más un ‘pliego de intenciones’.

Cuando la temporada recomience, seguro que las cartas se irán recolocando. Mientras tanto, seguiremos con la ‘silly season’.