Las cuentas de la F1 2019: sin dinero, no hay resultado

El tema de las pérdidas y ganancias es relativo. La mayor parte de los equipos presentan un balance cero en su cuenta de resultados por las contribuciones de sus propietarios, sean la casa matriz –Ferrari, Red Bull, Renault– o los accionistas –Racing Point, McLaren– para equilibrar las cuentas. Sólo en Williams y Mercedes no ha ocurrido esto. Los primeros presentan unas pérdidas importantes, 25 millones de dólares, si tenemos, es decir, casi un 18% de desviación sobre el presupuesto. Los segundos, pese a sus éxitos, han gastado cinco millones más sobre lo presupuestado, pero es una cifra irrisoria, apenas un 1,25% sobre el presupuesto.

Es cierto, a lo largo del año se publican varios estudios financieros sobre los equipos y hay algunas discrepancias entre ellos. Fruto de algunas diversas interpretaciones contables –por ejemplo las interpretaciones de los ingresos de patrocinadores–, pero con un denominador común. El orden es prácticamente siempre el mismo, la brecha entre primera y segunda división, insostenible.

Si observamos la tabla, nos daremos cuenta de que 'grosso modo' la clasificación final del Campeonato coincide con el ranking de los equipos por presupuesto y personal. Salvo en el caso de Ferrari, que está muy encima de todos en presupuesto, pero se ha visto superado por Mercedes, la clasificación es fiel reflejo de los recursos humanos y financieros de cada equipo, con muy pocas excepciones; en ocasiones, cuando los recursos son similares, basta un poco de suerte para decantar la balanza a favor de uno u otro.

Se cumplen así dos axiomas claves de la Fórmula 1 y que explican las diferencias entre unos equipos y otros, entre primera y segunda división, y también porque McLaren juega 'la liguilla de ascenso'. El primero, 'sin dinero no hay éxitos' y el segundo, 'dinero llama a dinero'. Es decir los equipos que más dinero tienen, logran mejores resultados, lo que conlleva cifras mayores en el reparto de beneficios de la FOM –siempre sobre la clasificación del campeonato anterior– y también patrocinadores más generosos… aunque las cifras de aportaciones de estos estén muy lejos de las que se barajaban antaño.

Lo que quizás llama la atención es el tema de Haas, con sólo 260 personas en el equipo, sin lugar a dudas el que tiene menos personal; incluso otros equipos modestos duplican casi su nómina o plantilla. Pero eso tiene truco porque Haas subcontrata buena parte de necesidades a empresas externas, comenzando por Ferrari y Dallara, así que no paga directamente a personal, pero sí a proveedores, así que su presupuesto total está en línea con los del resto de equipos.

Evidentemente los números reflejan un fiasco en Williams. Su presupuesto es el más bajo de todos los equipos, pero su personal supera claramente a los de cuatro equipos privados en casi un 40%.  Ese dinero de más que, en teoría debe pagar en nóminas, es dinero que no se aplica a tecnología y quizás esto pueda servir para darnos una pista de la razón del bajo rendimiento de Williams.

Y ello también deja claro lo que sucede en otros equipos. Aunque tengan menos empleados y los salarios puedan ser más bajos, las nóminas representan un porcentaje mayor del presupuesto y eso significa menos dinero para tecnología.

Los cuatro primeros equipos del Campeonato de Constructores tienen concedido un bonus especial que todavía marca más las diferencias. Un bonus que, aunque sea testimonial en su caso, también tiene Williams, sin el que sus pérdidas se hubieran disparado todavía más.

Son 305 millones de dólares los que se reparten en bonus. Eso hace que sólo en bonus e ingresos de la FOM, Ferrari y Mercedes, incluso Red Bull, supongan más dinero que el presupuesto total de cualquier de los equipos que no está entre los cinco primeros del Mundial.

Si esa cantidad –la de los bonus– se repartiera entre todos los equipos, serían 30 millones de dólares por equipo. McLaren se quedaría en la posición en la que está; Red Bull y Mercedes hubieran tenido unos 30-35 millones de euros de pérdidas y Ferrari, unos 80; mientras Williams hubiera equilibrado sus cuentas prácticamente y los otros equipos hubieran podido incrementar sus presupuestos en 30 millones de dólares… o sus propietarios no se hubieran tenido que 'rascar el bolsillo' como lo han hecho.

La importancia del bonus es tal que Liberty Media quería suprimirlo para intentar cerrar parte de la brecha entre primera y segunda división. Ferrari se negó y Mercedes, con su racha de triunfos, no quiere ser menos. Red Bull también juega sus cartas.

Estos tres equipos grandes, además, son los únicos que supera los cien millones de dólares en patrocinios, duplicando claramente –triplicando en el caso de Ferrari– los ingresos por patrocinio de los modestos. Sólo McLaren consigue acercarse a ese límite de los 100 kilos, lo que es un puntazo para Zak Brown.

El resumen de todo ello es claro. Poderoso caballero es Don Dinero y si es cierto que el dinero por sí solo no asegura resultados, sin él, estos son imposibles. O dicho de otra forma: con dinero las penas son menos.

Y esas cifras también explican las dificultades para que un equipo nuevo logre una mínima competitividad o las reticencias reales de los equipos a admitir más invitados… porque el pastel es el que es y el reparto conllevaría menos dinero para todos.

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Fuente: Dieter Rencken, Racefans.net.

Las cifras de dinero están en millones de dólares.

*Incluye las derramas de los accionistas y la aportación de estos en forma de patrocinio en el caso de grandes marcas.

** En este caso incluye, además, la cifra por licencias de productos Ferrari.