La lluvia se aleja de Mónaco

Las primeras previsiones meteorológicas apuntaban a que había aproximadamente un 70% de riesgo de lluvia entre las 12:00 y la 18:00 hora local, lo cual garantizaba agua en pista tanto antes como durante el transcurso del mismo Gran Premio. Pero ahora esto ha cambiado.

En estos momentos, el riesgo de lluvia se ha reducido drásticamente. Antes de la carrera, tan sólo supera el 50% en la franja de las 12:00 horas –54%–. El Gran Premio sería íntegramente sobre seco y las precipitaciones podrían volver sobre las 17:00 horas –64%–.

Ayer, tres de los cuatro campeones de la parrilla invocaban a la lluvia como su mejor oportunidad cara a la carrera de hoy. Eran Verstappen, Alonso y Hamilton. El cuarto, Vettel, también podría salir beneficiado en una pista donde el talento del piloto recobra protagonismo.

Max, porque está convencido de que sus coche no tiene el ritmo de los Ferrari en seco. Alonso, porque el agua puede catapultarlo a ese resultado que tanto ansia como ha sucedido tantas veces en el pasado. Lewis, porque hará más lotería este GP y ve en ello su única posibilidad de resultado con el Mercedes.

Una parrilla que ve a los dos Ferrari en primera fila por delante de los dos Red Bull. Pero Charles Leclerc, autor de la pole, ya ha respondido a sus rivales: no está preocupado, con agua su coche irá igual de bien... y sobre todo que hoy está dispuesto a sacarse de una vez por todas esta espinita que lleva clavada en el corazón de no haber acabado ninguna carrera en Mónaco de las que lleva disputadas. También salir de Mónaco como líder del Mundial, cosa que logrará si gana haga lo que haga Leclerc.

Carlos Sainz por su parte, quiere aprovechar esta carrera en la que el pasado año brilló a gran altura para acabar segundo, para recuperar puntos en el Mundial frente a los hombres que le preceden, No tendrá fácil alcanzar a Pérez, pero sí el superar a Russell.

El tortuoso tobogán monegasco ya ha avisado. Las vallas están muy cerca y los coches de este año, con menos carga aerodinámica, pueden sorprender a los pilotos. Alonso, Pérez y Sainz lo han comprobado. Un poco de subviraje, un piano que te levanta, acaba por lo general con beso a los raíles. Y Sainz ha visto como un incidente del coche que te precede puede llevársete por delante con suma facilidad. Todos ellos en la Q3 y no debemos olvidar que Tsunoda provocó una roja en la Q1.

Y aquí entra en liza el segundo factor determinante: la elevada posibilidad de la presencia del safety car en pista y en más de una ocasión. Presencia que se multiplicará -probablemente- en caso de lluvia.

Es cierto, los dos Ferrari parecen estar por delante de sus rivales. Sólo Sergio Pérez. Max se coloca un poco más atrás y habrá que contra con él, porque el holandés se crece aún más en carrera.

Detrás, Lando Norris ha dado la sorpresa al colocarse quinto por delate de Georg Russell. Lewis Hamilton fue nuevamente superado por su joven compañero y la diferencia de cronos fue importante, mientras Norris distanciaba claramente a su compañero Ricciardo, que no levanta cabeza y que ve como su futuro en el equipo está lleno de sombras.

La batalla Norris-Russell-Alonso-Hamilton se presenta como uno d e los puntos de interés de la prueba, sin que se pueda prever el resultado, por más que los dos primeros sean favoritos.

Tal como están las cosas. la primera curva puede ser determinante. Y los líos en la primera pasada por Ste. Devote son habituales; es la ocasión más clara de ganar posiciones. Quizás la única que esté realmente en manos del piloto: las demás ocasiones las dictarán los tácticos y la fortuna.