Juncadella, listo para el reingreso en el DTM

"Nos gusta mucho Daniel, no sólo porque es un buen piloto, sino también por ser una gran compañero de equipo; es muy bueno tenerlo de vuelta con nosotros. Daniel merece mucho más reconocimiento que lo que el DTM le haya podido dar hasta ahora. Si yo, que soy el máximo responsable de Mercedes-AMG DTM no creyera en Daniel, no le habría pedido volver al equipo", ha dicho sobre su retorno Ulrich Fritz.

Será esta la quinta temporada de Juncadella en el DTM. Retorna tras el paréntesis del año pasado. Y eso lo convierte en algo ya de por sí especial. 

"Sí. Este será un fin de semana muy especial para mí. Vuelvo a este gran campeonato tras un año fuera de él y tengo muchas ganas de esta primera carrera", señala Juncadella, que el próximo lunes cumplirá 27 años.

Pero Daniel también tiene otro motivo para afrontar este fin de semana con unas ganas inusitadas. "El día 5 de mayo, primera carrera, es la fecha de nacimiento de un muy buen amigo mío, Alex, que falleció el año pasado, y lo recuerdo en mi casco. Será un evento especial en memoria a él, un un fin de semana lleno de emociones, lo que me motiva aun más si cabe".

Juncadella llegará a esta carrera en plena forma. La fractura de clavícula que le obligó a pasar por el quirófano para colocarle una placa, debe estar ya soldada. De hecho, ya demostró en los test estar en forma; pudo dar más de 120 vueltas, pese a que había sido operado sólo cinco días antes y además, se mostró rapidísimo.

No sólo eso, sino que también brilló en la carrera clasificatoria para las 24 horas de Nürburgring, en la que acabó tercero con un Mercedes del equipo Black Falcon, junto con Edoardo Mortara, Baumann y Hohenadl. "Después de la lesión de mi clavícula, todo lo que me está pasando son cosas positivas, así que espero que mi buena racha continúe", dijo Daniel.

La temporada de Juncadella será muy completa. Además del DTM estará en las Blancpain Series y también en las 24 Horas de Nürburgring, siempre bajo el amparo de la marca de la estrella.

Daniel ha disputado ya 56 carreras del DTM y aunque no ha subido al podio es un piloto tremendamente valorado porque sabe sacrificarse para el equipo. El DTM es, ante todo, un campeonato marquista, en el que todos los pilotos de una marca están al servicio del mejor colocado de ellos en el Campeonato. En muchos casos, una labor sorda, que no se percibe o entiende desde fuera, pero que es decisiva a la hora de que los títulos –pilotos y constructores– reviertan en la marca.

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