Hasta la vista Fernando, nuevos horizontes te esperan

14/08/2018

Alonso no ha dicho que se vaya de las carreras, sino de la Fórmula 1. Otros grandes campeones lo han hecho, en busca de nuevos objetivos o para 'recargar pilas' para retornar un año después, un poco más tarde incluso.

La decisión de Alonso es lógica. Resulta muy duro para cualquier campeón –y él es uno de los grandes- constatar que difícilmente volverá a ganar. Eso puede ser ley de vida, pero lo grave no es jubilarte, sino que te jubilen. Y aunque es cierto que McLaren –y Liberty- deseaban su continuidad, porque tanto Zak Brown como Chase Carey han hecho lo imposible para que reconsiderase su decisión, Alonso lo tenía claro.

Todavía más duro para uno que sabe que aún es campeón, que aún forma parte del reducido pináculo de los mejores, que no tiene coche para ganar y que no va a tenerlo a tiempo. A McLaren le queda tiempo para serlo, enfrentada a su completa reestructuración. Y Renault todavía está lejos de tener un motor lo bastante competitivo como para pensar en títulos. Y lo que es peor: los equipos grandes no abren la puerta ni parecen dispuestos a hacerlo mientras tengan alternativas suficientes.

Pierde la afición y pierde la Fórmula 1, pero es algo a lo que los aficionados ya estamos acostumbrados, que los grandes equipos defiendan su parcela caiga quien caiga.

Un deporte tan exigente como la Fórmula 1 no sólo exige talento y dedicación, sino un entorno que sea capaz de llevarte en volandas. Sin este último, la ilusión decrece sobre todo cuando la situación se eterniza y parece haber entrado en un callejón sin salida.

Fernando ha dicho lo que no hará: correr en Fórmula 1. Todavía no ha dicho lo que hará, que ahora es lo que interesa a la afición. Es un secreto a voces que la IndyCar sería su destino.

Fernando quiere la Triple Corona y sólo le faltan las 500 Millas, quizá el objetivo más sencillo de lograr, aunque no haya nada fácil a este nivel. Pero no quiere emular a Graham Hill, quiere ir mucho más lejos. Quiere adornar sus victorias en las tres pruebas de la Triple Corona –Mónaco, Le Mans, Indianápolis- con los Tres Laureles, los títulos mundiales de la Fórmula 1 y el WEC, y el de la IndyCar. Algo a lo que nadie se ha acercado. Ya tiene el de Fórmula 1, tiene encarrilado el del WEC. La IndyCar requiere dedicación completa.

Confieso que ha habido muchos detalles que estos días me han hecho pensar que ésta iba a ser la elección de Fernando. Algunos 'peces gordos' de la Fórmula 1 han aireado sus defectos y errores sin disimulo ni pudor. La aparente tranquilidad y simpatía con la que asumía la situación. El ultimátum de Michael Andretti. Las ideas de Zak Brown, todavía Eric Boullier y Luis García-Abad en la IndyCar, el interés de McLaren por desembarcar en Estados Unidos. La renovación de Scott Dixon –el piloto que McLaren quería por si Alonso seguía en Fórmula 1-  y el tweet de la IndyCar diciendo que le recibirían con los brazos abiertos.

Una cosa está clara: el próximo año correrá tres carreras con Toyota, para asegurar el título de la Súper Temporada WEC: Sebring, Spa-Francorchamps y Le Mans. Y el resto será IndyCar, a falta de la confirmación oficial.

IndyCar con Andretti y McLaren, claro. Yo tengo la impresión de que el futuro de Fernando sigue ligado a McLaren, ligadísimo. Y que puede prolongarse más allá de su actividad de piloto. Pero de eso ya hablaremos de aquí a 3 o 4 años.

Entre tanto, Alonso parte hacia un nuevo destino: Parte a hacer las Américas… si Trump no lo impide.