¿Habrán dormido Mäkinen y Adamo antes de la última etapa del Rally de Alemania?

Tommi sabe que es clave aguantar el 'triplete' de sus mosqueteros de cara no sólo a asegurar más ventaja en el título de pilotos para Ott Tänak, sino para recortar de forma drástica la desventaja que Toyota tiene en el título de constructores frente a Hyundai.

Y todo ello con el 'fantasma' del triple en Finlandia que acabó echado por la borda con errores de Meeke y Latvala. Ambos pilotos saben que un nuevo error de este tipo haría que les enseñaran directamente la puerta de salida.

Para Andrea Adamo la situación es muy diferente. El italiano, capo de Hyundai Motorsport, ha demostrado en múltiples ocasiones que no le tiembla el pulso a la hora de defender los intereses de su equipo. Lo ha hecho rotando a sus 'segundos pilotos', eligiendo a los que cree más idóneos para marcar puntos cara a la clasificación de constructores. Por ejemplo, llamando sobre la marcha a Craig Breen para Finlandia o prescindiendo de Sébastien Loeb en Alemania pese a las numerosas victorias del francés en estas tierras.

En otras circunstancias, no dudaría en lanzar a Dani Sordo al ataque en busca de alcanzar a dos de los Toyota. Aunque recuperar 30 y 40 segundos a Latvala y Meeke respectivamente parezca una tarea suiza al quedar menos de 80 kilómetros cronometrados. En los rallies actuales, sacar medio segundo por kilómetro a un rival, sobre todo en asfalto, casi parece de ciencia ficción.

Pero sacrificar a Sordo en una tarea utópica tiene sus riesgos si el cántabro tuviera un contratiempo. Tanto Neuville como Latvala tienen a Lappi muy cerca y un imprevisto podría permitir al piloto de Ford colarse por delante de uno de ellos o los dos, robándole unos preciados puntos de constructores.

Lo que tiene claro es que puede ser importante imponer el sacrificio a Sordo para que Neuville pase por delante del cántabro. Dos puntos extras para Neuville que pueden ser claves para que el belga supere a Sébastien Ogier en el campeonato y no pierda todavía más terreno respecto a Tänak.

Pero está claro que la maniobra no puede jugarse de entrada, sino que habrá que esperar al último momento posible para evitar cualquier contingencia imprevista.

Adamo sin duda lamentará que los pilotos no dispongan de información en tiempo real de lo que sus rivales están haciendo en el tramo, lo que les permitiría modular el ritmo… algo que además les iría de perillas en la ‘power stage’ para no robar puntos al compañero que más los precisa.

Si pudiera, seguro que resucitaba la vieja táctica de las pizarras, aunque hoy, con tantas restricciones para que el público se situé al borde de la calzada, quizás no resultarían operativas. Será muy interesante el ver cómo se las arregla Adamo en esta coyuntura.