¿Equipos o Pirelli? Los dos pueden tener razón

Las afirmaciones de unos y el otro son aparentemente contradictorias. Pero ambas pueden ser verdad. Es la diferencia entre la letra y el espíritu.

Me recuerda a mis años de 'cole', cuando decíamos que "el reglamento no prohíbe copiar. Dice que si te pescan copiando te ponen un cero". Y era cierto, si no te pescaban, no pasaba nada. Pero si lo hacían, tenías el castigo por haber hecho algo no permitido.

No puedo sustraerme a que la polémica que ha estallado tiene los mismos tintes que la que estaba de actualidad hace apenas 15 días: los alerones flexibles.

Es aquello de 'hecha la ley, hecha la trampa'. La eterna disyuntiva entre letra y espíritu. La existencia de zonas grises en las reglas que los ingenieros se aprestan a aprovechar. Porque las reglas de la FIA establecen claramente las normas que se deben cumplir para superar los controles de verificación… y a buen seguro que en esas condiciones se cumplen.

Es, si me lo permiten, un Dieselgate o como las acusaciones de diversos colectivos de que los coches emiten más CO2 del que declaran, aplicado a las presiones de los neumáticos. O lo que hace ese conductor que sabe dónde está el radar y sólo se preocupa de no superar la velocidad estipulada al llegar a él.

La FIA ha publicado de inmediato no una, sino dos directivas aclaratorias. Todo tan rápidamente que parece que indica que ya se sospechaba que algún truco había. No es baladí que se hable de que además de Red Bull y Aston Martin, otros tres equipos usan astucias similares. ¡Media parrilla!

Si con los alerones han introducido una directiva aclaratoria, en la que endurecen las condiciones de verificación, con el tema de las presiones sucede lo mismo: se endurecen las formas de medición y, sobre todo, se anuncia una intensificación de los controles.

Pirelli exige una presión mínima de entrada para superar la verificación. Durante la carrera, la presión aumenta con la temperatura de las gomas y los equipos pueden lograr rebajarla hasta la cifra estipulada… pero si se detienen y se mide la presión en frío, entonces se estaría bajo el límite… pero eso no se hace.

Por eso Red Bull y Aston Martin reclaman su inocencia: cuando les verifican, están en orden.