Brasil tiene todos los aires de ser el primer 'match ball' para Verstappen

Brasil tiene todos los indicios de ser el primer ‘match ball’ a favor de Max Verstappen para convertirse en campeón del mundo. El holandés ha salido de México con el liderato reforzado, pero sobre todo plantando la sombra de la duda sobre los hombres de Mercedes y el propio Lewis Hamilton. Algo que puede ser más importante que los 19 puntos de diferencia que marca la tabla del campeonato.

Obviamente, en Interlagos Lewis Hamilton no puede permitirse un nuevo revés frente al holandés. Un Lewis que todavía se pregunta cómo se lo hizo su rival para retrasar tanto la frenada en la primera curva, trazarla por fuera y salir en cabeza. Pero salir de Interlagos a 27 ó más puntos -depende de los puntos de la clasificación al sprint y la vuelta rápida- sería casi un seguro de vida a tres pruebas del final... 24 puntos en juego. Eso suponiendo, claro, que Max y Lewis se repartan las dos primeras plazas.

Max prefiere ser pragmático. La ventaja puede ser cómoda “pero puede evaporarse rápidamente. Lo he aprendido esta temporada”. Tres ceros consecutivos –bueno, sumó tres puntos de una clasificación al sprint– por sólo uno de Lewis –en Monza, donde Max se lo llevó puesto– hicieron que perdiera una cómoda ventaja y la clave de que Lewis le diera alcance, incluso le superase.

Pero sobre todo en Mercedes se preguntan que tenía el Red Bull en México que no pudieron seguir a Max y que permitió a Sergio Pérez presionar a Lewis. Todo ello después de las esperanzas nacidas en la clasificación.

Obviamente, el motor Honda va muy bien en altura y ese es un problema añadido para Mercedes en Interlagos. El trazado de Sao Paulo no está a 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, pero sí a más de 800, una altura suficiente para que el motor la note y también la aerodinámica sufra algunas consecuencias.

¿Circuito Red Bull?: “Es difícil de antemano saber cómo estaremos. Incluso en circuitos donde crees saber de antemano que tienes las cartas adecuadas o no, es difícil saberlo. Hay que hacerlo bien todo el tiempo. Si tenemos un coche fuerte cada fin de semana, que nos permita desafiar a Mercedes, estoy seguro que podemos mantener el liderato”, es decir el título, ha dicho el joven holandés.

Max ha ganado los dos últimos Grandes Premios: México, Austin. Pero en Turquía, aunque fue segundo, fue casi una victoria porque le sacó puntos a Lewis. En seis de los siete últimos GP ha sacado puntos a Lewis. Sólo en Sochi Lewis fue más veloz; quizás en Monza hubiera podido serlo.

En la batalla Max-Lewis hay una cosa que llama la atención. Pocas veces la diferencia final es unos pocos segundos; en la mayor parte de carreras las diferencias han estado por encima de los 14 segundos, así que los cuerpo a cuerpo durante toda la carrera pueden medirse con los dedos de una mano y aún sobran.

Lewis y Toto Wolff saben que la tarea que les espera es de titanes. Max ya no es el impulsivo de antaño. Ya sabe gestionar, leer las carreras. Y eso lo hace todo más difícil.