Alonso inicia la cuenta atrás para las 24 horas de Daytona

Fernando Alonso está ya a punto de comenzar la temporada 2019. El jueves de la próxima semana tiene su primera cita del año: los test previos a las 24 horas de Daytona.

Del 4 al 6 de enero, los 47 equipos inscritos en la gran prueba americana de resistencia participarán de forma obligatoria en este test. Entre estos está, obviamente, el Cadillac DPi de Wayne Taylor, con el que Fernando correrá las 24 horas junto a Kamui Kobayashi, su compañero de Toyota, Jordan Taylor –hijo del propietario y uno de los mejores pilotos de la disciplina– y Roger van der Zande.

Entre los equipos inscritos están nada menos que 11 prototipos DPi y de ellos, seis son Cadillac, iguales al que pilotará Fernando, frente a los dos Acura de Roger Penske, al Nissan del equipo Core, y a los dos Mazda de Joëst Racing. La alineación oficial de cada coche se debe anunciar el 2 de enero.

Durante las tres jornadas, los DPi dispondrán de siete tandas de test, para concluir con 15 minutos de una peculiar clasificación: lo que se juega en ella no es la parrilla de salida de Daytona, sino algo mucho más importante: la elección de los boxes para la carrera. Puede parecer una tontería, pero los equipos prefieren elegir posiciones de boxes alejadas del tráfico.

Para todos ellos, Daytona no es el inicio de una temporada más, sino el inicio de la celebración de los 50 años de la IMSA, un campeonato que Fermín Vélez logró ganar en su categoría absoluta en 1997 con un Ferrari 333 SP junto a Andy Evans, tras haber sido campeón de la categoría Camel Lights de IMSA en 1991, un certamen en el que Antonio García ha sido campeón de GT y en el que este año estarán de forma permanente, además de García, Álex Riberas –Audi– y posiblemente Miguel Molina –Ferrari–. Los tres estarán también en estos test.

En cualquier caso, Jordan Taylor ya rodó hace unos días en Daytona para unos test de neumáticos. El equipo decidió que para efectuar las necesarias comparaciones, era mejor centrarse en un solo piloto.

Por cierto, Alonso encontrará el Cadillac más veloz de lo que pudo comprobar en las pasadas 24 horas de Daytona. El nuevo balance de prestaciones para la categoría DPi hace que el Cadillac pierda 20 kilos de peso, de 950 a 930. Además, el motor –un V8 atmosférico de 6.5 litros–, gana potencia, ya que tendrá bridas de un diámetro de 31,9 milímetros, es decir 0,3 milímetros más que antes, y también tendrá un régimen de rotación más elevado, pasando de 7.500 a 7.600 revoluciones por minuto.

La diferencia no es mucha, pero debe notarse en pista. Todos los DPi tienen autorización para perder peso y ganar potencia en sus motores, para que las prestaciones de estos coches resulten equilibradas. La razón de esto es separarlos de los LMP2 porque en la IMSA creen que los coches que representan las banderas de las grandes marcas deben ser claramente la primera división.

Esta cambio ha llevado a Zak Brown a desestimar que su equipo, United Autosports, con el que Alonso corrió las pasadas 24 horas de Daytona, se retire de la IMSA este año.