Alex Palou, el campeón objeto de deseo

El anunció de Ganassi de la renovación automática -es decir de ejercer la opción-, la descalificación del mismo por parte de Àlex y el inmediato a anuncio por parte de McLaren del fichaje no es algo que se improvise en un instante, no siquiera en días, sino que viene gestándose desde hace tiempo, bastante tiempo.

Tras conquistar de forma inesperada su título de IndyCar, Palou pidió en su día una revisión del contrato. Posiblemente cuando pasó de DCR a CGR, es decir de Dale Coyne a Chip Ganassi, Àlex no lo hizo por dinero, sino porque con Ganassi sus aspiraciones deportivas cara al futuro recibían un fuerte impulso. El dinero era, en ese momento, secundario: no estaba en posición de exigir. Con el título en el bolsillo, las circunstancias eran otras.

Esta petición de revisión de contrato tuvo lugar, aparentemente, justo antes o al comenzar la temporada. Es algo común en casi todos los deportes y en paddock de IndyCar se habló de ello.

En junio ya surgieron rumores de que McLaren había hecho una oferta a Palou, aunque poco se sabía de ella. Y Ganassi dijo claramente que ni Àlex ni Dixon estaban disponibles para cualquier otro equipo.

De hecho, en Detroit le preguntaron por ello a Àlex y se declaró contento de estar donde estaba, del dinero que ganaba, que no miraba a la F1 y no estaba buscando activamente un nuevo hogar. 

Está claro que el tema espinoso estará en la letra pequeña de los contratos y que posiblemente las partes interpreten de diferente manera. ¿Es la opción de Ganassi de prolongar el contrato de Àlex unilateral? ¿Hay cláusulas para desligarse? ¿Se ha incumplido alguna de las estipuladas en el contrato? ¿Hizo saber en tiempo y forma Àlex Palou a Chip Ganassi su intención de marcharse?

¿Cantos de sirena que Palou ha querido escuchar? ¿O campo de batalla de dos auténticos ‘macho alfa’ del mundo de la competición como son Ganassi y Zak Brown? Uno quiere retenerlo y el otro arrebatarlo.

Ni CGR y Palou soltarán prenda sobre sus contratos. Eso queda para los abogados y, llegado el caso, para los tribunales. Y la letra pequeña jugará su importancia. Quizás lo que ha dicho Palou en Twitter sobre las frase que el comunicado de Ganassi le atribuye –“no la he dicho ni aprobado yo”- puede ser determinante. 

En IndyCar es muy normal contratos no ya ‘2+1’ –dos años firmados y un tercero en opción– sino incluso ‘2+1+1’. Y siempre a favor del equipo. 

Una cosa está clara. Aunque CGR tuviera razón, retener a un piloto que quiere irse, que no quiere continuar contigo, no es la mejor forma de obtener resultados. Y mucho menos si es un piloto que aspira a todo. No es un problema de quién tiene razón sino de resultados prácticos... aunque siempre se pueden pedir indemnizaciones millonarias.

Seguro que oiremos hablar de todo ello este fin de semana desde el paddock de Toronto, donde está la IndyCar. Y sólo falta  que NTT Data, el patrocinador del coche de Palou y que sale en el comunicado de la (no) renovación de Àlex por Ganassi, diga la suya.

En cualquier caso, esto me recuerda a dos precedentes, el del malogrado Justin Wilson en IndyCar y el de Jenson Button en 2004 F1.