Red Bull es un auténtico imperio, una historia de éxito como pocas, y desde hace años es un nombre asociado a toda clase de deportes, también la Fórmula 1. ¿Pero cómo empezó todo? ¿Dónde nació Red Bull? Momento de explicarlo desde donde empezó todo, Tailandia.
Hablar de Hungría es hablar de 2003, cuando Fernando Alonso ganó su primer Gran Premio de F1. Desde entonces, muchas cosas han sucedido en Hungaroring ¡con luces y sombras! ¿Recordáis la carrera de 2006 con Michael Schumacher? ¿Y el podio de Pedro de la Rosa? Ni qué decir sobre el de 2007 o 2009... Recordamos estas citas y nos preparamos para la de este fin de semana. ¡La penúltima antes del parón veraniego!
Ya llegó el GP de Austria, ¡y lo que nos espera en este mes de julio! Os cuento en este vídeo las claves del Red Bull Ring. Algunas de ellas las descubrí… ¡corriendo! Veréis por qué, y además descubriréis otras carreras que se disputan en los circuitos, ¡pero sin ruedas!
Hola a todos. Ayer se emitió el primer programa de Desafía tu mente con Fernando Alonso como invitado, y el próximo lo podréis ver esta noche en La1 de TVE, ya que se emitirá de lunes a jueves a las 22:15h (hora española).
Llega el GP de Canadá, uno de mis Grandes Premios favoritos y que recomiendo visitar. La gente, las calles, la fauna… ¡en todos los rincones se respira ambiente de Fórmula 1! Aquí os cuento mi experiencia con Fernando Alonso y Pedro de la Rosa en esta pista semiurbana.
Los 10.000 del Soplao han sido para mí como el Infierno Verde, pero en bicicleta y en Cantabria. Ya sé que todos diréis que el Infierno Verde es el Nordschleife de Nürburgring, pero hay otro en el que se corre sin motor. Lo corrí hace unos días, lo terminé, y aquí os cuento cómo fue la experiencia, caída incluida. Ya veréis qué paisajes tan increíbles… ¡y del GP de Mónaco ya hablaremos a partir del jueves!
No hubiera querido tener que escribir esto, pero hoy he abandonado la Titan Desert 2016. Una gastroenteritis me ha desarmado antes de empezar la etapa. Pasé la noche vomitando y me he subido a la bici sin probar bocado –me resultaba imposible– y sin apenas beber. A cambio, he arrastrado flojera y náuseas desde el principio… y he llegado hasta el kilómetro 60, pero aún me faltaron 40.
