Crece la tensión en Red Bull

Hablo del equipo Red Bull. Está claro que Max Verstappen consiguió una victoria increíble, además en su casa, en el Red Bull Ring. Y eso sirvió de bálsamo para la situación de máxima irritación que vivieron el sábado, cuando empezaron a destaparse algunas de las tensiones que se están viviendo dentro del equipo.

Esa tensión entre dos compañeros no es nueva, ni en la Fórmula 1 ni en Red Bull. Tanto Ricciardo como Verstappen son pilotos tremendamente buenos y ambiciosos, aunque con personalidades diferentes. No es fácil gestionar ese tipo de rivalidades ye s fácil que afloren episodios de desobediencia, como el del sábado, como el famoso Multi21 que Vettel y Webber protagonizaron hace unos años.

También recuerda mucho a otra época que nadie puede olvidar: la McLaren de 2007, la rivalidad entre Alonso y Hamilton. Lo que ocurrió el sábado tiene cierta similitud con lo que pasó en Hungría. Hamilton desobedeció, la vuelta rápida le tocaba a Alonso pero Lewis la quiso hacer él, y eso propició que Fernando se tomara la justicia por su mano e hiciera una parda eterna en boxes para perjudicar a su compañero.

Red Bull tiene una papeleta muy difícil que resolver, porque estas cosas no se olvidan, sino que se acumulan. Y llega el punto en el que todo estalla y aflora a la luz pública.

Lo que está claro es que el GP de Austria es historia y Ricciardo todavía no ha anunciado nad sobre su renovación, lo cual indica que también debe de haber una cierta tensión en las negociaciones con el equipo. Poco a poco se va dando cuenta de que no tiene margen de maniobra, que lo tiene difícil para irse a un equipo grande y que las opciones son renovar o dar un paso atrás. Red Bull lo sabe e imagino que lo aprovechar para negociar a la baja.

Al margen de todas estas cuestiones políticas, la carrera de Max Verstappen fue extraordinaria. Su actuación habla no sólo de su nivel que tiene como piloto, sino de lo inteligente que es para gestionar situaciones de presión. Hizo la segunda mitad de carrera con ampollas en sus neumáticos, pero aun así mantuvo la calma y siguió adelante. Bravo.

Pero quien se lleva hoy los titulares es Mercedes. Lo tenían todo a favor. Estaban bien colocados y la victoria parecía segura, pero todo se complicó. Su primer doble abandono por avería en la era híbrida, algo sorprendente si uno ve que en 2017 sólo registraron un único abandono y que, desde 2015, sólo suman cinco entre los dos coches.

¿Cómo es que este año tiene problemas? Desde mi punto de vista, es porque en los años anteriores iban mucho más sobrados. No iban bajo presión. Este año tienen que apretar las tuercas, tiene que correr más, porque no sólo tiene aFerrari en la nuca, sino que también está Red Bull. Se les acabó vivir en la tranquilidad. Ahora tienen que apretar al máximo y ahí es donde empiezan los fallos.

Se vio el domingo. Los estrategas tienen que estar muy despiertos, porque el más mínimo error te puede costar la carrera. Y eso es justo lo que pasó cuando Valtteri Bottas abandonó y provocó un coche de seguridad virtual. No llamaron a Hamilton y ahí perdieron la carrera. Sus rivales sí entraron y les recortaron cerca de ocho segundos, que luego fueron fatales.

Me gustó que el estratega de Lewis, James Vowles, hablase por radio con el inglés para confesarle que era un fallo suyo, que se había equivocado. Reconocer errores no es algo habitual en Fórmula 1. Hubo algún momento que pareció que su empleo estaba en peligro, porque hasta el mismo Hamilton dijo después que estos errores tenían que acarrear alguna responsabilidad. Una actitud que me parece injusta… No sé qué pensaría si los ingenieros pidiesen su cabeza cada vez que comete un error en la pista. Toto Wolff ya ha dicho que seguirá, así que no ha pasado nada.

Pero el gran drama del dia fueron las ampollas, el blistering. Hamilton las sufrió en sus ruedas traseras, y es que Mercedes tiene un problema grave de sobrecalentamiento. Quienes se libraron fueron los Ferrari, lo cual habla muy bien de su coche y de cómo trata los Pirelli. En Austria, Mercedes echó de menos esos compuestos con una banda de rodadura 0,4 kilómetros más delgada. Esos compuestos alternativos es usaron en Barcelona, Paul Ricard… y se usarán en Silverstone este fin de semana.

Ferrari fue le único equipo sin problemas, ¿pero pueden estar contentos con su carrera? No lo sé. Creo que atacaron poco. Esto es Fórmula 1. Si tú tienes un Ferrari que corre y que no muestra la degradación de sus rivales, y tu rival muestra síntomas evidentes de blísters… ¡Presiónale! Permitieron que Verstappen se dedicase a controlar el tempo. Le dieron una oportunidad a Verstappen para que gestionase sus gomas. Atacar con los dos coches hubiera sido una locura, pero podían intentarlo con uno solo. Si Räikkönen hubiese atacado, en el peor de los casos habría perdido posición con Vettel. Pero el cuarto coche estaba asegurado, no tenían nada que perder. 

Qué puedo decir de McLaren… Un nuevo milagro del maestro Alonso. Salir desde el Pit-Lane y terminar octavo… ¡y con un alerón del año pasado! Con un alerón de 2017, porque ya habían roto el resto en los pianos de Austria. Es cierto que abandonaron algunos rivales directos, pero las carreras son así y has de aprovechar lo que tienes. Consiguió adelantamientos divertidos y estoy seguro de que se divrirtió”.

Renault me preocupa. Se estropearon dos motores en carrera y eso me hace pensar en su fiabilidad. Red Bull ha ganado tres carreras, pero lo va a tener muy difícil para pelear por el Mundial. Porque si Ricciardo no puede recuperar los elementos del motor de Austria, se quedará al final de todos sus elementos y al borde de la sanción. 

Por lo demás, Carlos hizo un fin de semana espectacular. El viernes estuvo siempre por delante de Nico Hülkenberg, el sábado lo mismo, lo volvió a ganar. Van 5-4 en su duelo de clasificación, así que a ver si el madrileño empata en Silverstone. 

Ahora nos vamos a Silverstone y ahí sabemos que nos volveremos a encontrar los Pirelli más finitos, lo cual es un alivio para Mercedes y un sufrimiento para Ferrari. La tercera zona de DRS puede añadir un punto de emoción a la clasificación y la carrera. Vamos a una de las catedrales del automovilismo, aunque sigo prefiriendo la configuración antigua del circuito.