Una nueva temporada de IndyCar ya ha comenzado. Es la quinta que hago y la empiezo con la responsabilidad de ser el actual campeón, de modo que no hace falta que os diga cuáles son los objetivos para este año: ganar, ganar y volver a ganar. La primera carrera, la de St Petersburg, no salió según lo previsto y tan sólo pudimos ser sextos, pero yo sería cauto antes de sacar conclusiones. No es una pista que se nos haya dado bien históricamente, así que, dentro de lo que cabe, tener un mal día ahí entra dentro de las expectativas. Ojalá todos los malos días terminen con un sexto puesto, porque así es cómo se ganan los campeonatos.

Sonará a tópico, porque imagino que es lo que se suele decir en este tipo de situaciones, pero yo nunca me había imaginado que algún día viviría algo así. Por mis orígenes, que vengo de una familia normal sin vinculación con las carreras, y por las expectativas que tenía en su momento. Mi sueño siempre fue ser piloto profesional, pero hubo momentos en el karting en los que pensé que no podría hacer más y luego en las fórmulas también hubo etapas en las que me cuestioné si podría seguir adelante o no. Pero luego surgió la oportunidad de ser piloto en Japón y de ahí saltar a Estados Unidos, que ya fue algo más grande. Luego el fichaje por Chip Ganassi y el primer campeonato, que fue algo increíble, y ahora de repente tengo dos anillos.

Estos últimos días han sido muy movidos tanto dentro como fuera del circuito. Sé que todos estáis esperando que diga alguna cosa, pero todavía no es el momento de hablar. Os prometo que daré mi versión de los hechos cuando acabe la temporada. Os contaré qué es lo que ha ocurrido y qué es lo que ocurrirá en el futuro. Ahora lo mejor es esperar, pero todo llegará.

Siempre es bueno que se hable de ti y es normal que cuando ganas se hable más que de costumbre, porque significa que lo estás haciendo bien. Creo que últimamente los rumores vuelan muy rápido. Un día salta un rumor y al día siguiente salta otro. La gente cree que son noticias, pero no son más que rumores. Lo bueno en todo caso es que se hable de mí y que la gente tenga palabras amables, como las de Zak Brown en la parrilla de Silverstone. Yo estoy contento de cómo me está yendo todo y quiero seguir empujando.

Tres victorias en cuatro carreras, un accidente en las 500 Millas de Indianápolis en el que no tuve ninguna culpa y un test de Fórmula 1 con McLaren en Hungría. Las últimas semanas no han sido precisamente tranquilas, pero estoy muy contento por cómo ha ido todo y llego con mucha confianza a la fase decisiva del Campeonato. En los dos próximos meses se decidirá todo. Quedan nueve carreras para que acabe la temporada y yo haré todo lo que esté en mi mano para volver a ser campeón.

Ahora empieza lo bestia. Llevo todo el año esperando que lleguen las 500 Millas de Indianápolis y esta semana comienzan los entrenamientos. Debut el martes, entrenamientos durante toda la semana hasta llegar al Fast Friday y luego la clasificación el fin de semana. Es la carrera más grande de toda la temporada y tengo muchas ganas de pelear por ella.

Con la tontería ya estamos a mediados de abril y cada vez queda menos para Indianápolis. Antes, sin embargo, tenemos carrera en Long Beach este fin de semana y luego el primer rutero de la temporada, Barber, que será a finales de mes. Cada vez tenemos más claro cómo está cada equipo esta temporada, pero cuando termine abril ya tendremos la radiografía completa. Yo estoy contento con cómo han ido las cosas hasta ahora, aunque también un poco sorprendido por los últimos resultados.

Ya está aquí la nueva temporada de la IndyCar y debo decir que estoy contento con lo que se nos viene encima este año. Siento que estoy preparado y sé que tengo más experiencia. El coche apenas ha cambiado, por lo que no me espero grandes sorpresas ni para bien ni para mal. Aun así, estoy satisfecho porque encontramos algunas cosas en los dos días de test que hicimos a principios de febrero en Thermal. No puedes saber si darán resultado a la hora de la verdad, eso tenemos que descubrirlo, pero tengo muchas ganas de verlo.

Por fin he llegado a casa después de una semana de locos y tras poner unas cuantas lavadoras y limpiar el polvo es un buen momento para repasar un poco cómo han sido estos últimos días. No me esperaba participar en unos entrenamientos libres de Fórmula 1 y me hace especialmente feliz que haya sido en Austin, porque después de Montmeló es el circuito del calendario más especial para mí porque llevo tres años viviendo aquí en Estados Unidos. Creo que fue realmente bien y estoy muy contento.

Quedan cuatro carreras para terminar la temporada y ahora mismo tan sólo pienso en los 52 puntos que me separan del campeonato. Se nos han complicado las cosas, porque la segunda carrera de Iowa fue particularmente difícil y contábamos con recortar distancias en Indianápolis, pero no lo conseguimos. No es el escenario ideal, pero todavía tenemos una oportunidad y mi intención es pelear por el título hasta el último día.