Uno que debería estar en un sitio donde no está. Otros que están donde no quieren. Y los terceros que no saben dónde estar. Menuda quiniela

El Uno: El que gana y va a ganar más es Nico Hulkenberg. No hay nada que le siente mejor a un equipo que sus pilotos se mantengan y den consistencia a proyectos a largo plazo, pero no hay nada que le siente mejor a un piloto que pasar por muchas escuderías. Bregar con diversos sistemas de trabajo, enfrentarse a coches distintos, hablar con muchos ingenieros diferentes te hagan aprender de todos ellos a menos que seas un zoquete. 
Hulk ha pasado en mil días por las manos de tres jefes: Williams, Force India y Sauber, y ya avisó en su año de debut con aquella sorprendente pole en el gepé de Brasil de 2010. Desde entonces el germano se ha dedicado a bajar la cabeza, trabajar sin dar la nota, e ir entregando resultados contantes y sonantes a su escudería. Gracias a la buena gestión de Sauber con los Requetemodificados Pirelli Mutantes de este año, han ido de menos a más, y Nico ha estado atinado con su manejo, tanto que en Corea se hizo un cuarto puesto superando a los dos Ferrari con el mismo motor, algo que tiene que haber sentado en Maranello como un desodorante de ácido sulfúrico.

El destino más probable de Nico Hülkenberg debería ser Lotus o… McLaren

Con los asientos de Ferrari, Mercedes y Red Bull cubiertos, su destino más probable debería ser Lotus o… McLaren. Su trayectoria ascendente y su pilotaje no sólo sin tacha, sino estando con frecuencia por encima de su coche, le hacen una pieza deseada y uno de los payos a seguir muy de cerca. Y si es alto, o pesa mucho, debería no ser más que otro problema de ingeniería a solventar por los expertos en la materia. Más alto es Webber, o más gordo estaba Montoya y sin embargo ganaron carreras. Hay quien piensa, incluido Virutas, que su sitio ideal hubiera sido acompañar en 2014 a Alonso en Ferrari, y si el asturiano cumple su contrato el año que viene, hubieran hecho una pareja menos mediática, menos explosiva, probablemente menos eficaz, pero mucho más equilibrada y en línea con la filosofía troncal de Maranello. Vamos a sentarnos y esperar a ver que sale, pero Hulk está pegando en la puerta de los grandes. Si en 2014 tiene un coche mejor que su actual Sauber, visitará el cajón con frecuencia.

La Equis: Aparte de ser la letra favorita del Agente Mulder y presidir la sección de las pelis guarras que hay en las gasolineras, la X es la letra de los que están por medio, atravesaos cual jueves, que ni sienten ni padecen y no se espera mucho de ellos. Así está McLaren, padeciendo de una serie de errores de concepto en su coche, acusando la ausencia de Pat Fry -ahora de rojo- la marcha virtual de Paddy Lowe fichado por Mercedes, y según algún observador, de una pareja de pilotos que podría ser mejor. Jenson Button es un arduo trabajador pero fue Campeón del Mundo con un Brawn -el coche- ciego de esteroides y Viagra en un año anormal.

No le superó por hacerlo bien, sino porque el piloto-rapero lo hizo rematadamente mal

La única temporada que superó a Lewis Hamilton (con el que no acabó demasiado bien) fue la peor de Caballo Loco, 2011. No le superó por hacerlo bien, sino porque el piloto-rapero lo hizo rematadamente mal. Button es un enorme piloto, pero pocos, muy pocos, piensan que es uno de los grandes y liderar un equipo como McLaren es un bocado demasiado grande para su mandíbula. Checo Pérez nos gusta mucho, pero acumula menos de la mitad de puntos que el británico. De vez en cuando aporta destellos de brillantez, pero sus resultados necesitan ser más consistentes. Si el coche es malo, también lo es para Jenson, y saca más de él. Checo, te queremos, pero tienes que apretar un poco más. 

El Dos: Sin duda, el palmatoria de la Liga de las Estrellas y los Estrellados es Ferrari. Lo dice hasta el mismo Alonso: empalman el cuarto año con un coche que roza ser, de manera sistemática, un segundo más lento que los Red Bull. Con unas condiciones así, ni con toda la Fuerza de los Jedis de la película se puede pelear en condiciones. No es que Vettel lo tenga fácil; es que los demás lo tienen muy difícil, y el líder de los revolucionarios es la Scuderia.

Atendiendo a la frase del Senna más filósofo, si el segundo es el primero de los perdedores, el líder de los que sufren son los italianos, y por lo tanto, los que se llevan más palos que nadie. De paso, ALO malconsume su talento entregando todo lo que sus manos atesoran a cambio de que su equipo le de unos coches que siempre estarán por detrás. Es normal que se queje. De su disimulado cabreo supino es fácil dar valor ese rumor que apunta a que tiene incluso firmado un precontrato con McLaren. El ovetense dice que no solo cumplirá su actual acuerdo sino que puede que hasta lo prolongue. Creemos en su palabra, pero no sería el primer pacto firmado que incumple.

Un equipo no puede ser tildado de maleta sólo por no hacerlo bien, sino también por planificar mal su futuro

Por otra parte un equipo no puede ser tildado de maleta sólo por no hacerlo bien en el presente, sino también por planificar mal su futuro. En esto McLaren le ha ganado la partida en una asignatura que se les atraganta hace años: la aerodinámica. El fichaje de Peter Promodrou, mano derecha de Adrian Newey, ha sido un adelantamiento absolutamente reglamentario que ha significado un aplastamiento-de-napias-por-portazo en toda la jeta del jefe de Recursos Humanos rojo. La obligación no escrita del mejor equipo de la historia es trincar a los mejores hombres disponibles pero los ingleses les vencen hasta en este campo. Necesitan cambios también en esto o no sólo no tendrán a los mejores, sino que será aun peor: los tendrán sus competidores. ¿Cuanto podrán aguantar así? Una pista: Alonso jamás ha criticado a su equipo… hasta ahora, que si que lo hace. Claro, después se ponen nerviosos cuando se dice que Fernando está de paso, que pillará las de Villadiego, que llegará Vettel, que si… dudas, incógnitas e incertezas. Y las dudas matan al más pintao. Necesitan el norte que no tienen. Todt fue el último en dárselo, así que necesitan a alguien como él. Ale, Luca… a Google a buscarlo.