La semana que vivimos 'peligrosamente': paso a paso

Es por ello que el responsable de la escudería, Cyril Abiteboul, no encuadra en su perspectiva la consecución de victorias al menos hasta dentro de un par de temporadas. Esto es debido a que ahora trabajan pensando en ascender poco a poco posiciones respecto a sus rivales más directos, para luego poder aspirar a logros mayores. "Queríamos establecernos en la mitad de la parrilla este año y sí, lo hemos hecho, pese a que nos gustaría estar un poco más arriba en la clasificación", comentaba el galo, para luego añadir: "¿Victorias? Deberían ser posibles en 2019. Parece mucho tiempo, pero no lo es. Sabemos en qué lugar están los equipos punteros". El secreto para lograr esos objetivos no es otro que la paciencia y una sólida base con la que trabajar según Abiteboul: "En la F1 se trata con personas, con grupos, así que vamos a tener que esperar uno o dos años para que ese talento brille", por lo que estima que el impacto llegará en el coche de 2020". Buena filosofía por parte de los de Enstone.
 
El dejar las cosas como estaban, tras lo sucedido en la carrera de Bakú, fue recibido por muchos como algo positivo. Hasta Helmut Marko, que tiende a pedir mano dura casi por cualquier cosa, dijo antes de llegar a la nación que le vio nacer: "Estoy contento porque no hubiese castigo a la acción. Fue una reacción emocional al movimiento estratégico de Hamilton". Y al austriaco se le sumó también el nuevo mandamás de la Fórmula 1, Chase Carey, que calificó la acción casi incluso como positiva. El norteamericano expresaba que lo sucedido entre Sebastian Vettel  y Lewis Hamilton añadió algo novedoso dentro del Gran Circo: "Un poco de drama en la pista no hace daño a nadie". Finalmente Niki Lauda, desde Mercedes, dio por buenas las disculpas del teutón al decir: "Critiqué a Vettel porque no vio su error, pero ahora que ha pedido perdón, ya está todo olvidado". Pues ante todo esto, quizás una mayor agresividad dentro de la veintena de contendientes sobre el asfalto, no vendría nada mal. 
 
Siguiendo con Lauda y de hablar de rumores que flotan en el aire respecto a futuribles o supuestos relevos que podrían llegar a Mercedes en la temporada 2018, el nacido en Viena, de nuevo y no es la primera vez, descartó el nombre del español Fernando Alonso como posible candidato de forma rotunda y categórica. Como argumento de peso, Lauda esgrimió el alto nivel profesional de la actual dupla de pilotos de los de Brackley, sumado a la excelente relación existente entre ellos, trabajando codo a codo, algo que solo puede beneficiar a la escudería al completo. Y para que no quedase duda alguna, el expiloto de F1 confesó en tono serio como es costumbre: "Alonso no puede venir a Mercedes. Hamilton tiene contrato y Bottas también está rindiendo a un muy bien nivel. Ambos se entienden perfectamente, con lo que no hay hueco en el equipo". Desde luego parece muy compleja la llegada del asturiano, con lo expuesto desde hace tiempo por el austriaco, una y otra vez, salvo sorpresa mayúscula.
 
Tampoco parece ser que el retorno a Maranello resultase posible para Alonso, a tenor de lo dicho por Sergio Marchionne, por mucho que Flavio Briatore pudiera fantasear con la idea de volver a ver vestido de rojo a su expupilo de los tiempos de Renault, ahora que los bólidos transalpinos son competitivos. Respecto al máximo responsable de Ferrari descartó nítidamente y de pleno tal escenario, incluyendo de paso también la llegada de un joven holandés: "No hemos pedido a Verstappen a Red Bull ni estamos interesados en Alonso". A continuación el italiano confesó: "Raikkonen es un buen tipo, pero aún tiene que trabajar mucho aunque desde luego Räikkönen sirve para ganar el Campeonato de Constructores", mientras luego añadía que Vettel tiene sobre la mesa la opción de renovar por los rosso corsa hace tiempo, así que están a la espera de su decisión. Por tanto, todo parece como una partida de naipes, algunas cartas al descubierto y otras a buen recaudo, muy tapadas.
 
Si hablamos ahora de no cambiar de equipo, Carlos Sainz Jr. tuvo de inmediato la contestación de Christian Horner, ante las declaraciones del madrileño de que quizás era hora de salir de la escudería en la que milita actualmente el próximo curso. Todo comenzó cuando Sainz dijo: "Mi objetivo es llegar a Red Bull Racing el año que viene y comenzar a disputar podios y victorias. Voy a ir a por ello, pero si no pasa, un cuarto año en Toro Rosso es poco probable y no voy a cerrar la puerta a ninguna oportunidad". Tras esto, Horner, desde el equipo de la bebida energética y no precisamente muy contento, confesó: "Sainz está bajo contrato, tanto para el próximo año como para el siguiente". Como cierre a la cuestión el británico expuso como el español consiguió la oportunidad de llegar a la F1, tras sus años de junior en Red Bull, aunque olvidó citar los títulos conseguidos luego por Sainz como piloto. Todavía quedan muchos meses para cerrar puertas al cielo. 
 
Quizás para relajar un poco la situación anterior, como así fue con el paso de los días, Sainz opinó del equipo Haas F1, rivales directos de Toro Rosso, con sólo cuatro puntos menos que los de Faenza. Los norteamericanos son actualmente el séptimo equipo de la parrilla con 29 puntos. Parece que poco a poco se van entonando según transcurren los Grandes Premios, como lo demostró Romain Grosjean en la pasada carrera con su sexta plaza final. Sin embargo el madrileño cree que este equipo es capaz de mejorar al confesar: "Haas al final es un Ferrari B, por lo que es una sorpresa que no hayan tenido mejores resultados hasta ahora". Seguidamente añadió respecto a los lazos tan cercanos que les unen a los de Maranello: "Si nos fijamos en el coche y el motor en sí, es más un Ferrari que otra cosa. Desde luego, funcionaron muy bien en Australia y fueron fuertes en Austria". El monoplaza puede parecerse desde luego, pero el presupuesto del que disponen lo cambia todo.