Almacén F1

GP de Japón F1 2018: Hamilton imperial y adiós Mundial

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José Miguel Vinuesa
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08 Oct 2018 - 16:50

La llegada del Gran Premio de Japón siempre supone el inicio del fin del campeonato desde hace algunos años. Hace muchos más, era o la última o la penúltima prueba, en la que se solían decidir títulos mundiales, como en el caso de Ayrton Senna, que refrendó sus tres entorchados en el circuito de Suzuka. Y precisamente la llegada de este trazado, tan técnico, tan excitante, era una bendición tras las sensaciones tan anodinas que dejan Singapur y Rusia. En Suzuka siempre puede pasar algo. Y siempre es maravilloso ver a un F1 entonado aquí.

Aparte de un nuevo fondo plano en Ferrari, y una nueva decoración publicitaria cortesía de Philip Morris –Mission Winnow- relacionada con un proyecto que busca concienciar sobre el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el seno de la compañía tabaquera, que al menos ahora hace uso efectivo de sus grandes espacios publicitarios en el monoplaza de la Scuderia Ferrari. Un mensaje que, además, tiene un doble sentido por la perentoria necesidad de Ferrari de ganar. Sin embargo, a vueltas con la bajada de rendimiento –sería más correcto hablar de progreso de Mercedes- se desató el rumor de un segundo sensor de la FIA en las baterías del SFH71, algo que Charlie Whiting negó en Suzuka –la existencia de sensores adicionales- pero Maurizio Arrivabene sí confirmaba, molesto porque se conozcan tantos detalles del complejo sistema de baterías de Ferrari, y a su vez negando que eso haya influido en su pérdida de rendimiento. Y junto a ello, tras Sochi se lanzaba el rumor de que quizás Mercedes estuviera utilizando un sistema camuflado de ruedas traseras direccionales a partir de Bélgica, lo que habría dado el salto de rendimiento que ahora disfrutan. Demasiados condicionales como para confiar en ello, y que seguramente tenga que ver con la necesidad de proteger los motores para evitar roturas en Ferrari, y una contínua mejora en Mercedes que les lleva de nuevo a ser el mejor coche, y de largo, de la parrilla.

 

ENTRENAMIENTOS LIBRES

La lluvia amenazaba el Gran Premio de Japón, y de hecho todo el viernes estuvo muy nublado, con serias posibilidades de descarga que no se materializaron. La primera sesión se disputó con 21 grados en el ambiente, y por suerte con la participación tanto de Renault como de McLaren, cuyo suministro de aceite se había quedado retenido por un tifón y no había llegado a tiempo. Llegó de madrugada, los mecánicos rompieron el toque de queda, y tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz salieron los primeros a rodar. Al primero le acompañaría en la sesión libre Lando Norris, cuya presencia va a ser continuada en su preparación para la temporada que viene. Peor fue el error de McLaren, que no seleccionó los neumáticos para esta carrera, y Pirelli les asignó cuatro medio, cinco blandos y cuatro superblandos, comprometiendo así su planteamiento estratégico por un error del equipo.

Con los neumáticos medios, blandos y superblandos disponibles para esta carrera –y con alguna elección arriesgada en cuanto a número de unidades de cada compuesto por algunos equipos-, los Ferrari se mantuvieron fieles al ultrablando durante toda la sesión, compuesto que no probaron los Mercedes. Lewis Hamilton comenzó con el medio, y Bottas con el blando, con el que marcó el ritmo en la primera mitad de la sesión, 1'29"842, con Sebastian Vettel en segunda posición –superblando para él- a sólo 0'097 segundos, y Hamilton a 0'173 lo que parecía abrir las esperanzas pese a la diferencia de neumático. Era un espejismo.

Los Mercedes intercambiaron estrategia, Hamilton se pasó al blando y Bottas al medio. Y ahí el abismal rendimiento de Mercedes empezó a hacer acto de presencia. Hamilton, pese a un gran susto llegando a la chicane al encontrarse a Pierre Gasly casi parado en el centro de la pista –lo que supuso una reprimenda para el francés-, acabó marcando el mejor tiempo de la sesión, siendo el único en bajar a tiempos de '28 con su 1'28"691, que dejó a Valtteri Bottas a 0'446 segundos, y a Daniel Ricciardo –blandos y superblandos la secuencia del australiano- a 0'682 segundos. Las alarmas, en Ferrari, con Räikkönen cuarto a 0'936 segundos y Vettel a 0'994, con el agravante de que el nuevo fondo plano, probado por Räikkönen, no daba una mejora palpable, volviendo al suelo que se estrenó en Singapur.

Interesante el que los dos Sauber se mantuvieran en la zona alta, noveno y décimo Leclerc y Ericsson, pero también a apreciar el rendimiento de Pierre Gasly, teniendo en cuenta que en esta carrera harán uso de la tercera versión del motor Honda, el probado en Rusia, y que impulsó al francés al undécimo lugar mezclado en tiempos con la zona media-alta, y confirmando las esperanzas de los técnicos japoneses pese a que Brendon Hartley no tuvo una gran sesión. Peor fue para los anteriores socios de Honda, McLaren, con Norris en último lugar y con Fernando Alonso decimoctavo, con una aparatosa salida de pista en la primera curva Degner –tocó la hierba a la entrada- que no impidió al español volver al trazado y continuar la sesión con normalidad. En su haber, que sólo utilizaron el neumático medio.

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La segunda sesión de libres siguió nublada pero con 23 grados en el ambiente, una insuficiente subida de temperatura, mientras las probabilidades de lluvia para el resto del fin de semana crecían. Era el momento, como siempre, de sacar conclusiones. Los Mercedes por fin probaron el superblando, y en ese momento demostraron de qué rendimiento gozaban. A una vuelta, Lewis Hamilton marcó un tiempo de 1'28"217 que dejaba a Bottas a 0'461 segundos, pero a Vettel a 0'833, y a Räikkönen, en quinta posición, a 1'281 segundos. Max Verstappen se colaba entre ambos, cuarto a 1'040 segundos, y Ricciardo se mantenía cerca del segundo Ferrari, a 1'296 segundos de distancia del tiempo de Hamilton. A una vuelta, y salvo variables meteorológicas, la primera línea de parrilla empezaba a tomar color plateado.

En las simulaciones de carrera apareció el pánico en Ferrari, con degradación bastante sensible tanto con los superblandos –que era el compuesto más copioso en su selección- como en el blando, siendo el neumático medio demasiado duro, aunque no descartable para una estrategia más conservadora. Pese ello, Sebastian Vettel era el único capaz de tener un ritmo tanto con el superblando como especialmente con el blando cercano a los Mercedes, y sólo Ricciardo estaba a su altura con el blando. Las tandas de Räikkönen sólo fueron apreciables con el blando, pues con el superblando sólo hizo una vuelta, y sus tiempos eran los más lentos de los seis pilotos en los coches de cabeza. Quizás la lluvia cambiase radicalmente toda la perspectiva, aunque en mojado ya quedó demostrado durante el año que el Mercedes es netamente el mejor coche de la parrilla, por lo que las perspectivas eran poco halagüeñas en todo caso.

Preocupación también en Toro Rosso, con Pierre Gasly detenido en el box durante bastante tiempo por cuestiones relacionadas con el motor, aunque su compañero Brendon Hartley no padeció ningún contratiempo y rodó con un buen ritmo, colocándose décimo en la clasificación, confirmando la mejora del motor japonés. Interesante el nivel mostrado tanto por los Racing Point Force India como por los Haas, al menos en las manos de Ocon y de Magnussen, como el Sauber en las manos de Ericsson, con Leclerc esta vez más descolgado. Preocupante el ritmo de los Renault, por detrás de sus directos rivales, aunque no tan lejos como para no esperar alguna mejora durante el resto del fin de semana. Mejora que no se esperaba ni en McLaren ni en Williams, cerrando la clasificación. Muchos deseaban la lluvia para la clasificación y la carrera.

Ya el sábado, la tercera sesión de libres comenzó en seco, pero apenas iniciada la sesión la lluvia hizo acto de presencia, con 25 grados en el ambiente, y bastante viento. Nunca estuvo tan mojada como para optar por gomas que no fueran de seco, pero sí que puso la pista muy delicada, y no dejó estar a gusto en sus pruebas a los pilotos. En los tres equipos de cabeza, sólo los Red Bull optaron por probar inicialmente el blando, mientras que Mercedes y Ferrari sólo probaron con los superblandos. Mientras la pista estuvo totalmente seca, Kimi Räikkönen marcó un 1'30"054 inicial, seguido en breve por Sebastian Vettel con un 1'30"161, tiempos que Valtteri Bottas no fue capaz de replicar -1'30"564. A Hamilton la lluvia le impidió marcar un primer registro, pero no iba a complicar en demasía su sesión.

La actividad cesó durante la primera parte de la sesión, cuando la lluvia fue más fuerte. En la segunda mitad, con la pista algo húmeda pero en condiciones aceptables, Lewis Hamilton salió a pista, y aunque no marcó tiempo, dio inicio a la actividad de nuevo. Los tiempos mejoraron, y fue el inglés el que dominó los tiempos: su 1'29"599 dejó a 0'116 segundos a Vettel y a 0'455 a Räikkönen. Valtteri Bottas caía al quinto lugar, mejorando muy poco su anterior registro con un 1'30"422. Delante suyo, un inspirado Max Verstappen, lejos siempre de los tiempos de Mercedes o Ferrari.

El susto de la sesión lo dio Nico Hülkenberg justo al final, a falta de tres minutos, cuando tuvo un impacto con su Renault muy similar al de Nigel Mansell en 1987, en la misma curva 5. El alemán provocó la bandera roja y el fin de la sesión, pero no hubo que lamentar ningún daño físico pese al fuerte golpe con un pico de 27G. Mansell saldó su accidente con lesiones en la espalda; en 2018, sólo fueron trabajos en el coche lo más grave. Nico estaba en decimoquinta posición, mientras que Sainz estaba noveno, apuntando esperanzas de pasar a la Q3. Pero había pocas conclusiones que sacar de una sesión tan variable.

 

CLASIFICACIÓN

Nublado, pero seco, y con 26 grados en el ambiente y el viento todavía presente. Así empezó la Q1, en la que sólo Stoffel Vandoorne salió a probar con el blando. Los McLaren, dramáticamente por su error, salían a probar los superblandos en la clasificación. Poco iba a cambiar su destino, que fue el de cerrar la clasificación, por detrás incluso de los Williams, de no ser por un fuerte accidente de Marcus Ericsson en la curva 7, otro accidente que recordó por su dinámica uno de más triste recuerdo: el de Jules Bianchi en 2014. Marcus sólo tuvo que lamentar el fin de su sesión.

Los Ferrari volvieron a marcar los primeros tiempos, pero al llegar Lewis Hamilton, todo se puso en orden: 1'28"702 para el inglés, que fue el mejor tiempo de la sesión. Sebastian Vettel parecía prometer algo de rendimiento con su segundo lugar, aunque a poco más de tres décimas. Tras ellos, Bottas, Verstappen y Räikkönen. La lucha por pasar a la segunda ronda tenía un puesto menos de peligro, y la sorpresa fue que Nico Hülkenberg fue el que acabó eliminado en decimosexta posición, superado por Lance Stroll, que se clasificó. Esta vez fue Sirotkin el Williams que se quedó eliminado, pero con la victoria moral de superar a ambos McLaren. La victoria pírrica de dos gigantes en horas excesivamente bajas.

La Q2 vio asomarse el sol, pese a las gotas de lluvia del final de la anterior ronda. Los Mercedes no dudaron en colocar el neumático blando y realizar un único intento. Los Ferrari, que podrían haber optado también por esta estrategia con vista a la carrera, esta vez no siguió la misma pauta que los Mercedes –como ocurrió en Rusia- sino que hicieron uso de los superblandos. Ni siquiera eso les permitió superar a las Flechas de Plata. Valtteri Bottas marcó un 1'29"297 para ser primero, con Hamilton a sólo 0'030 segundos. Vettel era tercero, pero a 0'292 segundos de distancia, y Räikkönen cuarto a más de medio segundo.

La imagen de la sesión fue el Red Bull de Daniel Ricciardo empujado por el carril de boxes. Un problema de potencia le privaba de participar en la sesión, y finalmente se bajaba profundamente frustrado, incluso gritando de rabia, ante el que era el enésimo problema en su monoplaza, lo que le está marcando la temporada de manera muy pronunciada. Mientras tanto, Max Verstappen era quinto, el lugar que esperaban.

La lluvia hizo acto de presencia a falta de cuatro minutos para el final, y eso condicionó la lucha por pasar a la última ronda, la Q3. En ella, estarían los dos Toro Rosso, cuyo motor Honda empujaba bastante, de ahí el fantástico resultado: Gasly era noveno y Hartley décimo. También los dos Racing Point Force India mantuvieron su estado de forma, pasando holgadamente en sexto lugar –Ocon- y séptimo –Pérez-. Tras ellos, Romain Grosjean. Porque los damnificados fueron Charles Leclerc –espectacular trompo en la curva de Degner incluido-, Kevin Magnussen, Carlos Sainz y Lance Stroll. Tras todos ellos, Ricciardo, sin tiempo.

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La lluvia no cesaba, incluso iba en ligero aumento. La temperatura se mantenía en 26 grados ambientales, pero ese no era el problema. ¿Qué neumático usar? ¿Intermedios o secos? Ferrari jugó a héroe y puso los intermedios, lo que fue un error a todas luces: la pista estaba suficientemente seca como para usar el superblando, que es lo que hicieron todos los demás equipos. La Scuderia reaccionó rápido y cambió los neumáticos al final de esa vuelta en el mismo carril de boxes, pero la sucesión de acontecimientos ya les iba a ir a la contra.

Lewis Hamilton marcaba una vuelta de referencia, seguramente mejorable, pero el 1'27"760 se convertiría en el que le otorgó la 80 pole position de su carrera deportiva, un escalón más en el récord histórico que sólo él gestiona. Bottas le secundó, pero a 0'299 segundos. Nada de sorpresas esta vez. ¿Y los Ferrari? Kimi Räikkönen tenía un fuerte sobreviraje en la complicada curva de Spoon, justo antes de la recta trasera. Eso no sólo le quitó tiempo, sino también velocidad, así que marcó un 1'29"521 que le colocó cuarto, porque Max Verstappen, sin errores, estaba tercero con un 1'29"057: un tiempo a 1'297 segundos de Lewis Hamilton.

Sebastian Vettel debía y necesitaba meterse en segunda línea. La primera era una quimera. Pero como le pasó a su compañero de equipo, al llegar a Spoon, con humedad, cometió un error aún más grave, y su sobreviraje se convirtió en salida de pista. No abortó la vuelta, sino que pasó por meta y registró un 1'32"192. Era noveno. Pero quedaba una última oportunidad, una esperanza de revertir este orden tan caótico. El problema es que esa opción no iba a llegar: la lluvia se hizo más fuerte a falta de tres minutos, y nadie fue capaz de mejorar sus registros. No, no se trataba de una jugada maestra de Mercedes, como exclamaba Toto Wolff o como defendió después Lewis. Se trató de un error de Ferrari, movido por la necesidad de ser agresivos y por dos errores de pilotaje. Obviamente, como sostuvo Sebastian Vettel después, si la lluvia hubiera llegado al salir ellos a pista, y si se hubiera mantenido el resto de la sesión, seguramente incluso hubieran copado la primera línea. Pero los condicionales no dan poles, victorias ni mundiales. Fue un error, y su novena posición lo testificaba.

Romain Grosjean se hizo con el quinto puesto, lo que iguala sus mejores clasificaciones de Austria y Bélgica, y también la de Haas históricamente. Tras el francés, con su mejor clasificación de su palmarés, el neozelandés Brendon Hartley, sexto con una vuelta limpia que le permitió superar incluso a Pierre Gasly, séptimo. Se trataba de una de las mejores clasificaciones conjuntas de Toro Rosso de toda su historia, y todo un bálsamo para Honda en casa. El mensaje posterior en redes sociales –"ahora podemos luchar por la Q3"- fue toda una declaración de intenciones. Esteban Ocon estaba octavo, pero no respetó la bandera roja en la tercera sesión de entrenamientos libres, y por eso fue sancionado, por lo que partiría en undécima posición. Sergio Pérez, al que la lluvia arruinó su vuelta y saldría décimo.

Con todo ello, la clasificación para el Gran Premio de Japón de 2018 estaría formada por Lewis Hamilton en la pole, seguido de Bottas, Verstappen, Räikkönen, Grosjean, Hartley, Gasly, Vettel, Pérez, Leclerc, Ocon, Magnussen, Sainz, Stroll, Ricciardo, Hülkenberg, Sirotkin, Alonso, Vandoorne y Ericsson. Suzuka ofrece posibilidades de adelantar, pero es también un circuito tan técnico que la maniobra debe ser muy clara. Las escapatorias al estilo clásico –hierba y gravilla para los que se equivoquen- también frena a los más osados.

 

CARRERA

El sol hizo acto de presencia en Suzuka el domingo, con 28 grados en el ambiente, arruinando toda posibilidad de lluvia que tanto se había esperado durante la semana. Eso facilitaba aún más las cosas a Lewis Hamilton, que lo último que querría es una carrera con variables que escapasen a su control. Así que al apagarse los semáforos, se dirigió con solvencia hacia la primera curva sin nadie que le incomodase, y desde ahí empezó a escaparse del resto.

Por detrás, Bottas se veía algo presionado por Verstappen, pero también aguantaba la posición, mientras que Sebastian Vettel ascendía a sexto lugar en los primeros compases. Luego, en Spoon, se deshacía por el exterior de Romain Grosjean para ser quinto, lo que ya era una muy buena primera vuelta y una maniobra de bella factura. Delante de él, Max Verstappen sentía la presión de Kimi Räikkönen, y al llegar a la chicane se pasaba de frenada, abriendo la puerta al Ferrari. Pero el holandés se revolvió, y al volver a la pista dejó sin espacio a Räikkönen, empujándolo fuera de la pista y dañando el lado izquierdo del Ferrari. De esa revuelta, Vettel pudo adelantar a Kimi para ponerse cuarto al paso por meta.

Hamilton lideraba con 2 segundos de ventaja sobre Bottas, que aventajaba en 2'3 a Verstappen, y éste tenía sólo 1'1 segundos con Vettel. Tras ellos, Räikkönen, Grosjean, Gasly, Pérez, Ocon, Hartley, Sainz, Ricciardo, Leclerc, Alonso, Hülkenberg, Stroll, Sirotkin, Ericsson, Vandoorne y Kevin Magnussen. El danés había taponado a Charles Leclerc en plena recta cuando el monegasco había iniciado el adelantamiento: el Sauber impactó de pleno con la trasera del Haas, dañando si frontal, pero Magnussen tenía el neumático trasero derecho pinchado, por lo que transitó durante toda la vuelta de camino a los boxes con la rueda destrozada. La pista estaba llena de restos por los numerosos contactos, y Dirección de Carrera decidió hacer entrar el coche de seguridad en la vuelta 4.

Magnussen y Leclerc pasaron por boxes, en el caso del monegasco para poner neumáticos medios. Unas vueltas después, en la novena, Magnussen se retiraba de carrera con el coche dañado, fruto de su extremadamente agresiva defensa, algo que ya le hizo a Gasly en Bakú sin tan dramáticas consecuencias. Para Hamilton el coche de seguridad era una incomodidad, sobre todo porque Vettel había remontado de forma brillante y estaba en un interesante cuarto lugar, y aunque sería difícil, estaba desatado. Durante el periodo de suspensión de la carrera, a Max Verstappen le sancionaron con 5 segundos por su maniobra con Räikkönen, pero por abandonar la pista y no volver de manera segura, y Ericsson impactó con su compañero Leclerc en la chicane, sin más consecuencias.

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Al inicio de la octava vuelta, se relanzó la carrera. Hamilton aceleró camino de la 130R y dejó al grupo detrás, con Bottas, Verstappen y Vettel muy juntos. El finlandés se separó un poco, pero el holandés tenía a Vettel a sus espaldas. Saliendo de la horquilla, el alemán empezó a preparar su ataque en Spoon, y se colocó en el interior. Había un hueco que ocupar, pero Verstappen cerró la trayectoria demasiado tarde, con Vettel ya netamente emparejado. El impacto fue inevitable, y el peor parado fue el Ferrari, con el lateral derecho dañado y ejecutando un trompo hacia la escapatoria de la misma curva que en clasificación le había costado un mejor lugar de salida, pero que le había dado el adelantamiento sobre Grosjean. Max fue agresivo en su defensa, y tardío, pero no mereció sanción por ello.

Así que Vettel estaba decimonoveno, último, y Hamilton primero. A partir de ahí, la carrera fue un paseo triunfal para Hamilton, que sólo tenía que controlar la distancia con Bottas, que además le protegía de cualquier ataque imprevisto. Las peleas estaban en el grupo central, incluso en la zona baja. Fernando Alonso y Lance Stroll se enfrentaron camino de la 130R, y acabaron la pelea en la chicane. El canadiense frenó en el centro de la pista, pero se desplazó al exterior, estrangulando a Alonso, que optó por salir de pista y cortar la chicane a toda velocidad. Ambos fueron sancionados con 5 segundos, uno por causar una colisión, el otro por cortar la pista.

En la vuelta 18, Kimi Räikkönen abrió las paradas en boxes de los líderes, colocando neumáticos medios para acabar la carrera. En la 22 lo hizo Verstappen, pero optando por el blando. En la 24 pararon Valtteri Bottas y Daniel Ricciardo –volvió a pista en cuarto lugar, completando una gran remontada-, ambos con neumáticos medios, misma opción que siguió Hamilton en la vuelta 25. Sebastian Vettel, que iba remontando con solidez, paraba en la 27 y colocaba el blando, volviendo a pista en decimosexto lugar.

La carrera estaba muy estabilizada, y las únicas noticias eran los adelantamientos de Sebastian Vettel, y los abandonos de Nico Hülkenberg en la vuelta 39, y de Leclerc en la 40 tras salirse en la curva Degner al tener un problema con su Sauber, que dejó aparcado en un lateral camino de la horquilla. Diez vueltas antes, el monegasco había ejecutado un precioso adelantamiento sobre Hülkenberg en la chicane, pero sus neumáticos medios habían empezado a experimentar una fuerte degradación que difícilmente le hubiera permitido estar en los puntos.

Ese mismo problema estaba padeciendo Valtteri Bottas, aunque en menor medida, y por ello, durante el periodo de coche de seguridad virtual motivado por la necesidad de retirar el coche de Leclerc, Mercedes se planteó parar de nuevo en boxes. No ejecutaron ese plan, pero Max Verstappen estaba muy cerca y ponía en peligro a Valtteri. El holandés lo intentaba, por momentos estaba en zona de DRS, pero era una quimera superar al Mercedes. Aun así, forzó incluso los errores de Bottas, que en la vuelta 47, tras haber recuperado un hueco de seguridad, se salió en la chicane y volvió a tener la presión del incansable Verstappen encima, aunque fue infructuosa.

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Lewis Hamilton hizo la pole, lideró toda la carrera, y cruzó la línea de meta para refrendar su victoria número 71, a veinte del récord de Michael Schumacher. Sólo Sebastian Vettel impidió que sumase un Grand Chelem al arrebatarle la vuelta rápida -1'32"318 en la última vuelta-, pero era una pérdida insignificante. Con 67 puntos de ventaja sobre el alemán, el inglés sólo necesita lograr 8 puntos más que su rival en la siguiente carrera, el GP de Estados Unidos, para ser campeón. O lo que es lo mismo, ganar y que Vettel sea tercero, resultado más que posible. O ser segundo y que Vettel sea quinto. O tercero Hamilton y Vettel séptimo. Lewis Hamilton estuvo imperial en el país del sol naciente, y es virtualmente pentacampeón del mundo. Un día, dentro de muchos años, volveremos la vista a estos años y recordaremos el enorme dominio que Hamilton infligió a todo el mundo durante cinco años, aunque siempre tendrá la mota de polvo en el expediente de haber sido superado en 2016 por Nico Rosberg, cuyo título gana valor conforme pasan los días.

Segundo llegó Valtteri Bottas, con una carrera sin nada destacable, excepto por su sufrimiento final. El finlandés ayuda así a Mercedes a tener una ventaja de 78 puntos sobre Ferrari, por lo que el mundial de constructores también se decidirá pronto, aunque más tarde que en Austin. La tercera posición de Max Verstappen fue fruto de su carácter irreductible, a veces demasiado, y en este caso dañó a dos Ferrari. Pero quien espere que Max no sea Max, desesperará. El final de temporada del holandés está siendo estupendo, y se aleja cada vez más de Daniel Ricciardo, cuarto en Japón, cuando a principios de año parecía que el australiano iba a superar holgadamente a su compañero.

Quinto fue Kimi Räikkönen, que tras el toque con Verstappen poco más pudo hacer, aparte de quejarse de un coche dañado por radio. Tras él, lejos, Sebastian Vettel en sexta posición. No se puede reprochar nada al alemán por su intento sobre Verstappen. La maniobra era valiente, más por quién era el rival que porque fuese arriesgada. Sebastian simplemente puso en práctica la frase de Ayrton Senna de que no eres un piloto si ves un hueco y no intentas adelantar. Ahí está el marco en el que se debe valorar la maniobra, que sin un tardío Verstappen se hubiera ejecutado magníficamente. Se lamentó Sebastian por radio al final de la carrera, pensando en que "lo habría evitado todo" de no intentarlo. Sólo fue un piloto de carreras aferrándose a sus pocas opciones de ser campeón.

En séptima posición llegó un magnífico Sergio Pérez, cuya carrera no tuvo errores, sólo un ritmo muy competitivo que le permitió superar a todos los demás, el primero de ellos Romain Grosjean, que sacó esta vez los puntos para Haas. En novena posición, con una remontada correcta que vuelve a hacerle sumar. Como Carlos Sainz, que hizo una carrera muy destacable con un Renault que no debería haber puntuado, pero el madrileño trabajó con mucha seriedad para, en la vuelta 50, adelantar a Pierre Gasly y sumar ese último punto que, más que por la cuantía, dice mucho del pilotaje de Sainz.

Fuera de los puntos, cuando esperaban haber sumado, Pierre Gasly en undécima posición. Eso sí, estuvo toda la carrera pudiendo luchar de tú a tú con sus rivales, aunque el motor Honda pareció mejor en clasificación que en carrera. Tras él, un anodino Marcus Ericsson que no fue capaz de más con su Sauber. Tampoco Brendon Hartley, aunque su fin de semana deja una percepción positiva. Los McLaren y los Williams se ordenaron para cerrar la tabla, venciendo los de Woking con Alonso en decimocuarta posición, y considerando que su sanción había sido inmerecida y que la F1 era "mala" en sus decisiones. Vandoorne, Sirotkin y Stroll cerraron la clasificación.

La F1 se dirige ahora al periplo americano, empezando con Estados Unidos, y luego México y Brasil. Allí Lewis Hamilton será pentacampeón del mundo, y Mercedes logrará su título en constructores. En el continente de Juan Manuel Fangio, el lugar del Maestro tendrá un acompañante, y sus queridas Flechas de Plata aumentarán su leyenda de invencibles. Como han sido siempre que han competido.

4 comentarios
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08 Oct 2018 - 23:20
Tonterias Hamilton siempre ha sido mejor que Vettel en todo desde categorias inferiores.. Siempre buscan una excusa los Vettelista para justificar la mediocridad del Aleman que no esta a la altura de un pentacampeon como lo es Hamilton... Solo Alonso Senna,Guille etc.. Vettel fue vapuleado por Ricciardo en RB,, Ferrari se equivoco al contratarlo a el solo como lider del equipo, si son listo deberian fichar a Alonso junto con Vettel y dejarlo correr ya que Kimi no sirve para nada..
08 Oct 2018 - 18:59
#2 Hay que ser honestos: Hamilton gana por el coche que tiene y porque Vettel comete muchos,pero muchos ... Ver comentario
O sea que según tu honestidad y criterio, Vettel y Max están por encima de la conducción sobresaliente del Hamilton de hoy día y que sólo el auto hace la diferencia? Muy difícil poder estar de acuerdo con tu comentario.
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14-55
08 Oct 2018 - 18:02
Hay que ser honestos: Hamilton gana por el coche que tiene y porque Vettel comete muchos,pero muchos errores como el de esta clasificación o meterse con Max y salir mal parado. . Arrivabenne dice que no es tolerante cometer errores y Vettel erre que erre. .
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