Almacén F1

GP de China 2016: Viento a favor

Rosberg aumenta su ventaja en el campeonato y Hamilton sigue en problemas
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José Miguel Vinuesa
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19 Abr 2016 - 15:44

Todo empezó en las últimas carreras de la temporada pasada. Tras conseguir el tricampeonato, Lewis Hamilton se quejaba de que algunos cambios en el Mercedes, sobre todo en el aspecto de suspensiones, le estaban creando dificultades. Mientras tanto, Rosberg se hacía con los tres últimos Grandes Premios, con un coche que consideraba que se adaptaba a él como un guante. A Lewis le era incómodo.

Llegados al G.P. de China, Rosberg seguía con su buena racha, habiendo comenzado el año con dos victorias, mientras que Hamilton había podido salvar los muebles: segundo y tercero. En ambas carreras, con problemas ajenos a él, con el coche dañado, pero minimizando la pérdida de puntos. Sin embargo, sin mostrar el dominio incontestable sobre su compañero, ni en las clasificaciones, ni obviamente en carrera. Para mayor complicación, en China partiría con una penalización de cinco posiciones por haber cambiado la caja de cambios.

Eso no era problema de Nico, que tenía que seguir centrándose en su trabajo. Pero cuando su compañero no fue capaz de marcar un tiempo para clasificarse, viéndose relegado a la última posición (ya de paso, aprovecharon para cambiar el motor), la vida se hizo un poco más fácil en el camino hacia la victoria del alemán. Claro que, el viernes, los Ferrari habían mostrado un ritmo algo mejor que el de Mercedes con los neumáticos blandos y los superblandos. ¿Podrían ser una amenaza?.

Parte de la respuesta se aclaró tras la clasificación. Ferrari volvía a desperdiciar una oportunidad de poner contra las cuerdas a un Mercedes, y ya son varias en este inicio de año. Era casi una obligación partir segundo y tercero, sin excusas, pero los dos pilotos cometieron errores decisivos en sus vueltas, lo que se unía a un Daniel Ricciardo que, como suele ser habitual, sacaba todo el jugo a su Red Bull y se colocaba en primera línea. Lejos de Rosberg, pero complicando la existencia a los de Ferrari. ¿Sería Ricciardo una amenaza o un valioso aliado para Rosberg?.

En el momento de apagarse los semáforos, Rosberg tuvo la respuesta: Daniel tenía una salida perfecta y se encaramaba al liderato, mientras que por detrás se desataba el caos. Kimi y Sebastian no salían mal, pero en el intento del primero de atacar a Rosberg, exageraba la frenada y entraba un poco pasado, momento en el que Vettel intentaba superar a su compañero por el interior, mientras que el interior del alemán estaba ocupado a su vez por un Daniil Kvyat que entraba en la curva con gran decisión, de manera muy agresiva pero totalmente limpia. De pronto, Sebastian estaba atrapado a izquierda y derecha. En esas decisiones que se han de tomar en milésimas, su movimiento evasivo respecto al piloto ruso coincidía con el momento en el que Kimi trataba de recuperar la trazada: el toque entre los dos ferraristas era inevitable, con Räikkonen sufriendo las peores consecuencias al perder su alerón delantero. Sebastian se equivocó (también en las formas) al culpar vehementemente a Kvyat, porque el ruso no realizó ninguna acción incorrecta. Vio el hueco y no dudó. Y no es que Kimi fuera el culpable tampoco, pero fue su pequeña pasada de frenada la que fue el desencadenante de todas las acciones posteriores.

De la lógica acumulación de coches ante este incidente, otro perjudicado fue Lewis Hamilton, que en el fondo del pelotón de una curva de casi 360 

grados, se veía cerrado por un Felipe Nasr que intentaba evitar precisamente a Kimi Räikkonen, arrancándole el alerón delantero. Así que el inglés se encontraba otra vez al final del grupo, mientras este se alejaba. No iba a ser el día de Lewis, otra vez.

Daniel Ricciardo estaba líder. Sus posibilidades de ganar esta carrera eran  pocas, pero hubiera luchado con todas sus fuerzas para lograrla. Por lo pronto, Rosberg tendría que intentar adelantarlo en pista, a fin de evitar que le ralentizara, lo cual ya estaba empezando a ocurrir, en el sentido de que no podía exprimir plenamente su Mercedes para abrir una ventaja. A la larga seguramente no sería un problema, y más con los dos Ferrari y su compañero retrasados. Y entonces, en la larga recta, el neumático trasero izquierdo del australiano salió volando, y Rosberg lo adelantó sin problemas. La suciedad en pista motivó un coche de seguridad que mezcló todas las posiciones. Rosberg no cambió su plan de carrera.

El baile de paradas en boxes dejó a Massa y a Alonso tras el líder. Al reiniciarse la carrera, ni el uno ni el otro pudieron hacer nada para inquietar a Nico. A partir de ahí, sólo tuvo que mimar los pequeños aspectos de una carrera para ganarla, porque el ritmo lo tenía todo él. Nada de aspavientos, ni exprimir en demasía el coche. El viento ya estaba a favor.

La carrera fue preciosa por la parte trasera. Sebastian Vettel hizo una remontada absolutamente deliciosa desde la duodécima posición (tras el coche de seguridad). Su pilotaje fue agresivo sin exceder los límites, pero uno podía sentir la rabia interior que arrastraba desde la primera curva de la carrera. Su lenguaje con el coche lo revelaba, luchando además con una dirección ligeramente desviada. Fruto de ello, aún volvió a dañar el alerón 

delantero, pero nadie pudo frenar a Sebastian en su camino a remendar lo perdido, y salvar los muebles. Y lo hizo, su segundo puesto toda una demostración de que el Ferrari, que no está con el Mercedes, sí que está por encima del resto.

Por detrás, Lewis avanzaba, pero su mordida natural parecía ausente, como si estuviera agotado de tener que remontar con el mejor coche. Y aunque tras la carrera se quejaba de un coche inconducible, en Baréin parecía en peor estado y sí que supo llegar al podio, lo mínimo para un piloto y un coche así. El colmo de su impotencia fue la bonita lucha con el Williams de Felipe Massa, al que fue incapaz de superar, aguantando el brasileño de Williams con una firmeza que no tuvo, precisamente en la misma curva y con el mismo Hamilton, su compañero en Williams, un Bottas al que volvió a superar en carrera. Buena carrera del brasileño, que partiendo décimo salvó los papeles de una Williams que se ve superada ya por Red Bull.

La imagen triste de la carrera fue el Mclaren. Por un momento, en tercera posición de la mano de Alonso, y con Button coqueteando con los puntos. El inexorable goteo de adelantamientos al asturiano fue aún más hiriente porque no había posibilidad de defensa. Es obvio que el coche ha mejorado en relación al año pasado, pero aún están en una situación en la que, por méritos propios, no puntúan. Coquetean con la zona baja de puntos, pero no tienen la capacidad para estar en ella con consistencia. El coche adolece de potencia, pero también devora los neumáticos, y aunque el chasis es lo mejor del conjunto, y es lo que les permite estar más arriba, sigue sin parecer tan excelente como se pretende (excelente es el de Red Bull, por ejemplo, que con un motor más potente va a poner en apuros a Ferrari). Si 

observamos los tiempos y vueltas rápidas, por un momento Rosberg, Alonso y Button, coincidieron con las gomas medias: la diferencia está siempre entre 1’5 y los 2 segundos por vuelta en cuanto a ritmo puro. Sí, Button marcó la tercera vuelta más rápida (y mejor segundo sector de la carrera), con gomas superblandas al final de la prueba. En esa misma situación estaban Hulkenberg (vuelta rápida con más de medio segundo de diferencia), Grosjean (segunda vuelta rápida con cuatro décimas de ventaja) y cuarto Gutiérrez (a sólo 0’070 de Button). El trabajo de fiabilidad parece que se va logrando, que es lo positivo, pero el paso en el motor tiene que ser enorme aún. Lo mejor, en definitiva, volver a ver a Fernando Alonso en pista, con ganas de pelear como fuera y contra quien fuera.

Carlos Sainz cuajó una actuación correcta, acabando noveno, pero justo detrás de Max Verstappen, al que dejó pasar debido al mejor ritmo del holandés al final de la carrera. No hubo polémicas esta vez, e incluso fue correcto, puesto que con ello, ambos pudieron superar a Pérez y a Bottas (en el caso de Carlos, en la misma última vuelta). Daba la sensación de que los de Toro Rosso podrían haber obtenido algo más, pero salvo problemas, están constantemente en los puntos, luchando en la zona media, o media-alta.

Mala actuación de los Renault, muy por detrás de lo esperado, sin que nadie espere que estén en los puntos. Pero en las dos primeras carreras estuvieron mucho más arriba. El trazado chino es más exigente, y empezó a sacar a relucir las flaquezas del Renault. Lo mismo podríamos decir de Force India, que de ser cuartos y quintos en la primera vuelta, no aprovecharon esa oportunidad, y acabaron fuera de los puntos, pese a contar con un motor Mercedes. Los Haas, esta vez, no lograron dar la campanada, y los Manor estuvieron, gracias a la confusión inicial, en posiciones delanteras, para acabar cayendo a sus posiciones naturales, pero pudiendo luchar con el resto, y con un Wehrlein que, pese al accidente del sábado, deja buenas sensaciones a la vista del material a su disposición.

Así que Nico Rosberg está aprovechando el viento a su favor con el que se ha iniciado el campeonato de 2016. Está pilotando con seguridad, el coche se adapta a sus necesidades, y el estilo poco espectacular pero efectivo de Nico, le permite obtener una buena ventaja en el campeonato. No, no sólo se ha limitado a llevar el coche a meta, a falta de un Lewis disputando las victorias. Hay un cambio en el equilibrio de fuerzas. Pero el campeonato es muy largo, 2014 no está tan lejos, y de Rosberg depende el mantener esta línea para dejar de ser el piloto con más victorias sin ganar un título mundial.

1 comentarios
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19 Abr 2016 - 16:43
Gran relación de la carrera JMV. El incidente de carrera entre Kvyat, Vettel y Kimi fue lo que puso sal a la carrera, pero que también condicionó el que Rosberg no tuviera que sudarla. Es bueno para el espectáculo que un Ferrari y un Mercedes no parta o no pueda aprovechar sus posiciones "naturales", pero en cambio deja en libertad al otro Mercedes. Ojalá y en Rusia, podamos ver a cuatro o seis coches peleando por la punta. Soñar no cuesta nada. Saludos JMV.
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