Llega F1 2018: el último juego de Fernando Alonso

El 24 de agosto es una fecha marcada en rojo por todos los 'jugones' que tienen en la Fórmula 1 una de sus principales aficiones. Sale a la venta F1 2018, la entrega anual con la que Codemasters recrea el Gran Circo en videoconsolas y PC. Y sí, promete ser la mejor de la historia. Para ello viene cargada de novedades en todos los sentidos.

Lo primero a destacar, aunque parezca una perogrullada, es la perfecta recreación de la actual temporada de F1. Puede que a algunos jugadores les moleste no poder jugar con el título desde que comienza el mundial en marzo, pero dejar cinco meses de margen asegura que lo que vemos en las carreras virtuales es lo más fiel posible a la realidad. En este sentido destacan el nuevo circuito de Paul Ricard, la vuelta de Hockenheim y todos los nuevos diseños de los monoplazas, halo incluido. Esto último tenía con la mosca detrás de la oreja a muchos, porque se trata de un dispositivo que sin duda afecta a la jugabilidad. Tranquilidad, porque desde la vista de la cabina existe una opción para hacer desaparecer la sección central del mismo y de esta forma tener todo el campo de visión libre.

El apartado gráfico es una pequeña evolución respecto a lo visto en el ya brillante F1 2017, aunque el comportamiento visual de los coches sí que ha dado un claro paso hacia adelante. Ahora elementos como las suspensiones o los alerones se mueven de forma independiente, algo que será especialmente visible en las repeticiones y vistas desde el exterior de los monoplazas. En el debe hay que apuntar unos accidentes que todavía no son todo lo realistas que podrían.

F1 2018 da un nuevo paso hacia la simulación en varios sentidos. Por ejemplo, existe un nuevo parámetro a tener en cuenta con la temperatura de la carcasa de los neumáticos. Ser hábil en este sentido nos permitirá maximizar el agarre de los mismos, así como su duración en las carreras que así lo exijan. No será el único cambio que dificulte nuestra vida al volante. También hay que controlar de manera manual el ERS. Tendremos a nuestra disposición cinco modos diferentes para utilizar la batería y, por tanto, la parte eléctrica del propulsor. En clasificación iremos a fondo, claro, pero durante las carreras será muy importante gestionar bien esto para poder atacar o defendernos cuando sea necesario. No obstante Codemasters también ha pensado en los jugadores que solamente quieran pasar un buen rato sin complicaciones, de tal forma que se vuelven a ofrecer gran cantidad de ayudas a la conducción que facilitan mucho el devenir de los acontecimientos.

El centro neurálgico de F1 2018 vuelve a ser el modo carrera, más completo que nunca. En primer lugar nuestro personaje desarrollará su propia personalidad en función de las respuestas que demos a la prensa después de cada sesión de clasificación o carrera. Puede uno labrarse la fama de piloto serio o de 'showman' a lo Lewis Hamilton, lo que nos volverá más proclives a recibir ofertas de algunas escuderías y no de otras. Y ahora que hablamos de ellas, por cierto, parece que en esta ocasión sí será posible llevar a la gloria a equipos que en principio no deberían alcanzarla. Esto se ha logrado con árboles de desarrollo personalizados para cada box. En F1 2017 todos los equipos mejoraban al mismo ritmo y al final siempre eran Mercedes y Ferrari los triunfadores. En esta secuela podremos triunfar con un Toro Rosso o incluso con un McLaren si tenemos la paciencia y la habilidad necesarias. Las mejoras llegarán de una forma mucho más rápida que en el videojuego del año pasado. Pero ojo, porque en F1 2018 la FIA puede cambiar la normativa y echar por tierra de una temporada a otra esa laguna del reglamento que has sabido explotar.

El nuevo F1 2018 también tiene su atractivo para los pilotos virtuales más nostálgicos. Los monoplazas clásicos de la edición anterior se mantienen. Y no sólo eso, sino que llegan unos cuantos más como el Brawn GP de 2009 que coronó a Jenson Button, el Williams BMW de 2003 que pilotaron Ralf Schumacher, Juan Pablo Montoya y Marc Gené –este último solamente en el Gran Premio de Italia en sustitución del alemán– de aquella temporada, y una interesante selección de seis vehículos de los años 70 y 80.

La última gran novedad que presenta F1 2018 llega en el apartado on-line. Las carreras a través de la red suelen ser un quebradero de cabeza por el exceso de pilotos sucios que hay. Para tratar de paliar esto Codemasters ha ideado una especie de superlicencia con la que nos asignarán un nivel, de tal forma que solamente compitamos contra pilotos que nos supongan un verdadero reto. El tiempo dirá si esto es efectivo, algo que añadiría un gran atractivo a un videojuego que ya de por sí lo tiene.

Si quieres leer más noticias como ésta visita nuestro Flipboard