Hamilton deja atrás a un nervioso Rosberg y Ferrari toca fondo

La batalla que se esperaba y de la que nos relamíamos solo pensando en ella nunca llegó a suceder. A la primera de cambio nuestras esperanzas de espectáculo y los temores de Mercedes se vinieron abajo. A Hamilton le faltó potencia en la salida y se fue para atrás. Un sorprendente Magnussen y Massa se colaron entre los protagonistas de la novela, pero, después de diez giros, Lewis se los quitó de en medio y tenía vía libre para dar caza a su rival/compañero.

Cuatro segundos les separaban y el británico recortaba tiempo al alemán casi en cada vuelta. Los focos se volvían a encender para alumbrar la lucha que estaba por llegar, aunque no les dio tiempo ni a calentarse… Cuando Hamilton ya estaba en zona de DRS, Rosberg se comió la primera chicane (era la segunda vez que lo hacía) y cedió el liderato al '44'. Así, Lewis prosiguió sin inmutarse hasta su sexta victoria y dejó el Mundial a 22 puntos de distancia.

Junto a ellos en el podio, y tras rodar en solitario casi toda la carrera, acabó Massa, quien por primera vez pudo disfrutar del sabor del champán esta temporada. Y lo haría con gusto, porque dejó justo por detrás suya a Bottas, el verdadero chico Martini que le está borrando del mapa todo el año. De no haber sido por su horrible salida, fue undécimo, Valtteri habría acabado por delante, pero la alegría de Felipe ante la que fuera su afición no se la quita nadie.

Los hombres del blanco más impoluto de la parrilla no llegaron a encontrarse en el asfalto, quienes sí lo hicieron fueron los de la bebida energética. Ricciardo, que fue rodando en las últimas posiciones de los puntos, alargó al máximo su parada (fue el último en hacerlo en la vuelta 27), y comenzó a recuperar posiciones hasta llegar a la quinta posición de Vettel, que no pudo plantearle apenas batalla con unas ruedas ocho vueltas más viejas que las de Daniel. Ah, y el australiano marcó la mejor velocidad punta con 362.1 km/h, casi nada...

Para pelea de verdad la que protagonizaron dos pilotos que compartieron garaje en 2013 y que ahora solo están unidos por el mismo motor: Sergio Pérez y Button. A falta de guerra entre los actores principales, ofrecieron a los espectadores un duelo memorable con pasadas y repasadas al límite. El McLaren era más rápido en la recta de meta, pero Checo siempre se las arreglaba para poner a su Force India por delante. Y así terminó, en la séptima plaza.

Raikkonen y Magnussen se llevaron los últimos puntos, aunque al danés le retrasaron dos posiciones por los cinco segundos de penalización que le endosaron por echar de la pista a Bottas en la primera chicane. Segunda cita seguida con la misma sanción tras lo que pasó con Alonso en Spa, aunque esta es más rigurosa. Por cierto, Alonso… ¿qué pasó con Alonso? Más bien qué pasó con su Ferrari, que le dejó tirado tras fallar su ERS.

Las opciones del asturiano de sacar algo positivo en Monza eran nulas viendo la superioridad del motor de la estrella. Fernando comenzó perdiendo la posición con Pérez al quedarse encerrado en la primera curva, aunque la recuperó enseguida. Eso sí, volvió a perderla en su primera parada. A partir de ahí, se vio que algo raro le pasaba a su F14-T con escasa velocidad punta y llegó su primer abandono tras 29 carreras precisamente en la vuelta 29. Trágico.

El español fue el único pilotó que tuvo que retirarse junto con Chilton, que salió disparado hacia la grava tras pasar demasiado rápido por uno de los resaltes que hay entre las chicanes. Por lo demás, fue una carrera limpia y sin casi incidentes salvo los citados y un pinchazo de Gutiérrez. Mal Hülkenberg, fuera de los puntos y Kobayashi se reivindicó siendo el mejor del pelotón de los discretos. En 15 días llegará la noche de Singapur y… ¿más guerra en el Imperio?