Button, optimista en Austria: "Aquí deberíamos luchar por los puntos"

"Creo que debería ser una carrera bastante buena para nosotros. Terminar 11º tras los Williams en la última carrera era lo mejor que se podía en un circuito con 2,4km de recta. Creo que le sacamos el máximo partido. Aquí la velocidad en recta es muy importante, será similar a Canadá en cuanto a potencia necesaria, pero es importante que tengamos más carga aerodinámica", ha comentado ante la prensa desplazada a Austria.

"Deberíamos ir mejor que en Canadá y luchar por los puntos. Nuestro punto fuerte es frenada, así que la segunda, la tercera y la última curva deberían irnos bien", ha añadido Button, quien critica las presiones fijadas desde Pirelli como un gran obstáculo para el espectáculo durante el fin de semana.

"El problema es que las presiones son 4PSI más grandes que en 2015. La regulación de Pirelli es increíblemente grande después de que no tuviéramos ningún problema el pasado año", ha apuntado.

Pese a que la previsión marque una media de 26ºC para los entrenamientos libres de mañana, Button siente que las mayores presiones de Pirelli sobre el tren delantero generarán problemas a la hora de obtener temperatura en los neumáticos.

"Va a haber grandes problemas con el graining, será duro porque tenemos el ultrablando, superblando y blando. Hará que el fin de semana sea difícil para todos, es una pena, pero es un circuito de vieja escuela muy divertido".

Según el británico, la mayor causa de la aparición del ‘graining’ en pista será "el tipo de curvas" del Red Bull Ring, ofreciendo dificultades específicamente sobre “el neumático delantero izquierdo”. Sea como sea, Button no cree que el reasfaltado completo del circuito se convertirá en un factor diferenciador.

"No tendrá un gran impacto. Respecto a otras categorías, para nosotros es diferente", ha señalado en alusión a los 2,5 segundos que ganó el DTM con la nueva superficie.

Button ha acentuado sus críticas sobre el estrecho margen de rendimiento que ofrecen los PZero de esta temporada, circunstancia que se ha convertido en uno de los grandes retos de los equipos a la hora de maximizar sus prestaciones.

"Es muy duro. El año pasado pensaba que iban a bajar las presiones y así nos lo dijeron. Es muy difícil, no hay un rango en el que puedas hacerlos funcionar. Quizá sí a una vuelta, pero luego no", ha concluido.